My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans]

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My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans]

Notapor Sg91 » 17 Mar 2013, 17:37

Bueno, para empezar a postear por aquí me gustaría empezar con este fic que se me ocurrió hacer después de ver uno de los vídeos de tiarawhy (no, tranquilos, no es ninguno de esos), dejaré el enlace al final. Es un What if? que cuenta lo que hubiera pasado si Chrysalis se hubiera salido con la suya durante su invasión en la boda de Cadance y Shining Armor. Y sin más preámbulos, os dejo con el prólogo:


Prólogo


El tiempo pasaba muy lento, demasiado; al fondo podía oír como notas discordantes, sonidos apagados, retazos de algo que se le antojaba lejano y triste. Poco a poco comenzó a recuperar parte de su conciencia, su mente divagaba por otros derroteros, los mismos derroteros que ella misma hubiera preferido que fueran reales; la boda de su hermano saliendo bien, casándose con su antigua canguro y todos siendo felices. Pero no. La realidad era otra y bien distinta, demasiado real, demasiado pesada. Abrió los ojos y se encontró encerrada en lo que parecía un capullo de color verde; se encontraba colgada boca abajo y apenas podía moverse, si apenas zarandearse un poco.

-¿Chicas? ¿Hermano? ¿Princesa?-musitó ella, queriendo que todo eso no fuera más que un mal sueño.

Trataba de pensar en algo alegre, pero cada vez que ponía todo su esfuerzo en ello tanto la escena como la alegría se desvanecían enseguida, como si alguien se apropiara de ella; siguió haciendo memoria. Apenas podía distinguir si eran recuerdos o reminiscencias de una vida pasada. Apenas podía respirar.

-Socorro… ayuda… por favor…-musitó de nuevo, tratando de hacer fuerza contra las gelatinosas paredes que la aprisionaban.

Por hacer algo, comenzó a zarandearse hacia los lados, columpiando su pegajosa prisión; al cabo de unos pocos minutos ya estaba mareada y sentía como su estomago se revolvía. En ese momento algo desgarró la pared de su lado derecho, giró un poco la cabeza y vio que era un adorno floral de piedra, idéntico a los que coronaban las columnas del palacio. Soltó un respingo y se dejó caer, intentando que la piedra terminara de romper la pared; y así fue, se oyó como si se hubiera desgarrado una tela y ella cayó al suelo duramente. Se levantó como pudo y respiró hondo, recuperando parte de su conciencia perdida; por fin pudo aclararse del todo. Ella era Twilight Sparkle, aprendiz de maga, alumna favorita de la princesa Celestia, afincada en Ponyville, donde estudiaba la magia de la amistad. Ese mismo día había ido a Canterlot, la capital del reino de Ecuestria, para asistir a la boda de su hermano, Shining Armor, con su antigua canguro, Cadance. Pero una bruja, una malnacida, un feo cruce entre poni e insecto se había metido en medio y ahora estaban en graves problemas.

-¡Chicas! ¡Hermano!-llamó ella.

Pero al levantar la vista se dio tal susto que se quedó sin voz momentáneamente; miles de capullos coronaban la estancia, el salón real, de los cuales se podía ver quien los ocupaba. Vio a todas sus amigas, las cuales parecían estar muertas y con una expresión en la cara atroz; vio también a su hermano, a Cadance y a la princesa Celestia, sin su tiara real. Cuando reaccionó, su primera impresión fue querer sacar a todos de allí, pero enseguida lo dejó correr; los capullos estaban demasiado altos y su magia no parecía afectarles.

-Vale, piensa Twilight, piensa… voy a necesitar mi magia para poder combatirlos a todos, pero no sé si voy a poder ser lo suficientemente fuerte… ah, ya sé, mi elemento, puede funcionar de amplificador… tengo que encontrarlo…-pensó ella, rápidamente.

Salió de la sala no sin antes jurar ante todos ellos que volvería.

-Os sacaré de aquí, lo juro.

Salió al pasillo, varios changelings la salieron al paso, pero ella se escondió a tiempo y consiguió pasar desapercibida; siguió por el mismo camino, preguntándose donde podían estar los elementos de la armonía.

-A ver, si yo fuera Chrysalis ¿dónde escondería los elementos de la armonía?-se dijo a ella misma.

Por un momento pensó en los lugares más obvios, donde se podría esconder cualquier cosa fácilmente; las cocinas, los jardines, la lavandería… pero finalmente la respuesta le vino mas rápido de lo que un principio pensó.

-Claro, demasiado obvio… tan obvio que hasta espanta, es demasiado obvio.

Echó a correr hasta acabar en la sala de las vidrieras; era demasiado obvio, por eso nadie se molestaría en mirar. Se dirigió a la vidriera en la que ella salía junto con sus amigas, se acercó a su representación y alzó una pata hacia su tiara; en un visto y no visto, la sintió y tiró hacia dentro, sacando su elemento en forma de tiara y con la gema de su marca de belleza incrustada.

-¡Sí!-exclamó ella, poniéndosela.

En ese momento oyó una cadavérica voz exclamando: ¡intrusa! y se dio la vuelta; un montón de changelings la rodeaban, dispuestos a todo.

-¡Ha escapado de su capullo!

-¡Devorémosla!

-¡Venid a por mi, engendros!-exclamó ella, llena de furia.

Como bien supuso, su elemento valió como un eficaz amplificador y pudo esgrimir una amplia variedad de ataques poderosos que sirvieron para mantener a raya a los changelings, pero éstos no parecían acabar nunca; fortísimos rayos de energía y auras repleta de energía mágica concentrada incidían sobre una marea negra y verde. Pero esas mareas negras la iban empujando hacia un lado hasta acabar enfrente de la vidriera que ilustraba la derrota de Discord. Twilight lanzaba rayos sin parar, pero cada vez más débiles, signo evidente de que se cansaba.

-¡No voy a rendirme!-masculló ella, agitando su cabeza.

En ese momento una voz imperante ordenó un alto el fuego y los changelings pararon de golpe la ofensiva; varios de ellos se apartaron para dejar pasar a una triunfal Chrysalis, la cual llevaba la tiara real de la princesa en su cabeza.

-Vaya, vaya, vaya, mira a quien tenemos aquí… se ha escapado una rata…-masculló, mirando a Twilight.

-¡Tú, reina de nada, desgraciada, saco de mierda!-la chilló ella, enfurecida.

Ante esa retahíla de insultos, Chrysalis tan solo sonrió, mostrando sus afilados colmillos.

-Pequeña tonta… eres insistente, eso es cierto; pero también lo son mis leales súbditos. Ay, y lo disfruto igual… sólo te voy a decir una cosa: ¡Estás acabada! ¡Tú y toda tu especie! ¡He ganado, nada puedes hacer ahora, ríndete, no ganas nada luchando en vano!-exclamó la reina de los changelings.

-¡Mentira, mientras haya una posibilidad, por muy remota que sea, seguiré luchando! ¡Cierra tu sucia boca!-le espetó Twilight.

Se dio un zumbido, como si algo hubiera cortado el aire, y al segundo siguiente notó un agudo dolor encima de su ceja derecha; la sangre salía de un profundo corte y manchaba su cara de un color rojo pardo.

-¡Silencio! ¿¡Cómo te atreves?! ¡Estoy harta de ti, pequeña tonta, acabaré contigo!-masculló Chrysalis, reuniendo una energía verdosa en su cuerno y lanzándola.

Twilight reaccionó enseguida y contraatacó, haciendo frente al rayo verdoso con otro rayo, ésta vez blanco; ambos rayos chocaron entre si y estuvieron haciendo fuerza a la vez hasta estallar, estaban parejos, pero Twilight trastabilló hacia atrás, cansada, apoyándose en la vidriera. Sin decir nada y sin ningún tipo de miramientos, Chrysalis cargó otro rayo sin darle tiempo a la poni a reaccionar; el impacto fue brutal, la vidriera se rompió y Twilight salió volando desde lo alto de la torre.

En ese momento todo sucedió a cámara lenta; Twilight pudo ver como la ventana se hacia mas lejana, pudo ver como las gotas de sangre iban cayendo a su lado. La tiara que representaba su elemento se desprendió de su cabeza y cayó. Y, en ese momento, toda su vida pasó delante de sus ojos; recordó su ingreso en la academia de la princesa, su larga estancia aprendiendo cosas acerca de la magia, con sus más y sus menos, así como de los buenos momentos; la ventana estaba cada vez más lejana. Recordó los buenos momentos pasados con Celestia, lo importante que era para ella, así como de los más recientes acontecimientos de su vida, como cuando conoció a las que ahora eran sus mejores amigas, la derrota de Nightmare Moon, así como la de Discord.

-Princesa… hermano, chicas… os he fallado. Lo siento. De verdad, lo siento…-pensó en lo más hondo de su ser, mientras caía.

Antes de perder el conocimiento lo último en lo que pensó fue en sus amigas.

Apenas quedaban pocos metros para llegar al suelo, todo acabaría dentro de unos pocos metros, Twilight ya estaba inconsciente, por lo que no lo notaria; pero en ese momento, algo zumbó en el aire y se interpuso en la caída, salvando a la poni. Un alicornio de piel oscura, melena estrellada y ojos tan oscuros como la noche aterrizó de golpe en el suelo, levantando una ligera nube de polvo mientras que los trozos de vidriera caían a su alrededor; Twilight seguía sangrando, tiñendo de rojo el suelo. El alicornio observó el palacio, con mirada taciturna, mientras la luz de la luna bañaba su rostro. Ella sabía que semejante descalabro costaría muy caro a todo el reino y ellas tendrían que desaparecer durante un largo tiempo. Y conocía un lugar, un buen lugar, donde pasarían completamente desapercibidas y donde nadie las molestaría; además, para su suerte, había podido recuperar el elemento de la magia. Por lo que no perdió más tiempo y alzó el vuelo, alejándose del palacio y perdiéndose más allá del horizonte.

Pues así se perfila el fic, espero que os haya gustado esta pequeña introducción; el vídeo antes citado de la infame tiarawhy es el siguiente: . Comentar además de que ésto es un repost de fanfiction.net, os dejo también el enlace: http://www.fanfiction.net/s/8723196/1/My-Little-Pony-Friendship-was-magic. Y eso es todo, comentad que os ha a parecido, en breve subiré el siguiente capítulo. ¡Nos leemos!

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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Angelus-Y » 17 Mar 2013, 18:09

Me ha gustado muchisimo :soawesome: la lectura ha sido exquisita :) espero su continuacion.
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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Sg91 » 17 Mar 2013, 18:27

Porque vosotros lo habéis pedido... ¡el capítulo 1!


Capítulo 1

Al otro lado


Era un plácido sueño; por su mente no pasaba nada, ningún mal sueño, ninguna reacción externa, nada de nada. Aun así no tardó mucho más en empezar a despertarse, se revolvió y finalmente abrió los ojos poco a poco, acostumbrándose a la luz.

-¿Dónde estoy?-masculló ella al ver dónde se encontraba.

Era un prado bellísimo, el sol brillaba en lo alto de un cielo coronado por unas delgadas y finas nubes y un suave viento proveniente del este la azotaba levemente la crin; se encontraba a la sombra de un frondoso nogal y no había nadie más por los alrededores. Al fondo se podían ver varias arboledas decorando la distancia y una especie de extraño camino grisáceo serpeaba hasta donde la vista alcanzaba. Vio cerca de allí lo que parecían varios árboles muy extraños, eran muy raquíticos, delgados, resecos y con una sola rama negra y muy fina que iba saltando de árbol en árbol. Le llamó inmediatamente la atención el extraño comportamiento de las nubes, las cuales eran arrastradas por el viento, como si no tuvieran gobierno alguno; vio incluso que algunas de ellas se fragmentaban en otras más pequeñas en cuanto el viento incidía un poco en ellas. Eso le dejó bastante chocada.

-¿Van al libre albedrio?-pensó ella.

Pero sin embargo, lo que más la chocó fue una extraña huella en el cielo, tan diminuta como una mosca, pero la cual se movía como si tuviera vida propia y soltaba lo que parecía un humo blanco que dibujaba una finísima línea blanca sobre el azul del cielo, la cual se iba ensanchando cuanto más se alejaba la huella viviente. Contempló, hipnotizada, el movimiento de la huella, no lo parecía, pero iba rapidísimo.

-Ah, ya te has despertado…

Se dio la vuelta y vio a la princesa Luna, para su sorpresa.

-¿¡Princesa Luna?!

-Hola Twilight… menos mal, empezaba a preocuparme…

-Pero, pero… ¿Qué ha pasado? Lo último de lo que me acuerdo es de Chrysalis atacándome, y… cayendo…-masculló Twilight.

-Te rescaté a tiempo.

-¿Y dónde estamos?

Sin embargo la princesa no contestó y la ayudó a levantarse; fue entonces cuando pudo observar un poco mejor los alrededores. En ese justo momento pasó una especie de cubículo por el camino grisáceo, a una velocidad pasmosa y que dejó a Twilight con la boca abierta.

-¿¡Que era esa cosa?!

-Los humanos de por aquí los llaman… coches-reveló la princesa.

-¿Coches? Espera… ¿¡ha dicho humanos?! ¿Dónde estamos y qué hacemos aquí, princesa?

-Tuvimos que huir, después de rescatarte volé hacia el norte y luego hice un hechizo muy complicado para traernos hacia aquí, a este mundo, al mundo humano.

-¿¡Y por qué?! ¡Tenemos que volver, princesa!-masculló entonces Twilight.

-¿Qué? No, eso es imposible.

-¡Pero están todos en Ecuestria, los hemos dejado atrás, los hemos abandonado!

-¡No hemos abandonado a nadie!

-¡De eso nada, podíamos haber contratacado, pero aun así huimos! ¡Mis amigas, mi hermano, todos!

-¿¡Crees que decidirlo fue fácil!? ¡Mi hermana también estaba allí! ¿¡Sabes?! ¡Comprendo tu frustración, Twilight, pero no podemos volver, y menos ahora, después de haber hecho semejante hechizo!

Twilight quiso decir algo, pero se calló y tras eso se echó a llorar; Luna la abrazó con porte maternal.

-¡Ha sido culpa mía! ¡Vi algo raro en Cadence, sin embargo no pude hacer nada por demostrarlo! ¡Y ahora, ahora… Ecuestria…!-masculló ella.

-Tranquila, no ha sido culpa tuya, nadie podría haberlo sabido…-la calmó Luna, acariciándola la cabeza.

La poni lloró sobre su hombro un poco más y finalmente inquirió.

-¿Y ahora que vamos a hacer?

-Esperar, y tratar de hacernos fuertes también… tenemos el elemento de la magia con nosotras y eso es un punto a nuestro favor-explicó Luna, levantándose por un momento.

Se dirigió al lado del nogal y estuvo escarbando un poco a los pies de éste hasta sacar de debajo de la tierra la tiara que representaba al elemento de la magia de Twilight.

-¿Funciona nuestra magia aquí?-quiso saber ella.

-Sí, aunque no con tanta efectividad como en Ecuestria… probemos a abrir una brecha-sugirió Luna.

Puso la tiara en el suelo y ambas concentraron sus fuerzas mágicas en ella; un aura violeta clara cubrió el cuerno de Twilight al tiempo que otra aura con un tono azul cobalto hacia lo mismo en el de Luna. La tiara brilló y la gema en forma de estrella soltó varios resplandores; las dos aumentaron un poco más su poder, la gema amplificó su brillo. Entonces, un rayo de luz se proyectó hacia delante, reflejándose en el aire y dejando ver varias imágenes borrosas, cual pantalla de cine al aire libre. Pero Twilight se estaba cansando enseguida y Luna, al notarlo, interrumpió la conexión y la tiara se apagó.

-¡Casi lo tenia!-masculló ella, frustrada.

-No es bueno forzarnos en este mundo… por ahora está bien-la dijo Luna, enterrando de nuevo el elemento.

Twilight se quedó pensativa, pero justo después Luna comentó.

-Sé que esto no es fácil, Twilight… estamos en un mundo del que apenas conocemos nada salvo las leyendas que nos contaban nuestros abuelos.

-Se supone que los humanos solo eran eso, simples leyendas-recordó ella.

-Sí y no… se cree que alguna vez Ecuestria estuvo habitada por humanos hace miles de millones de años, pero no hay nada que los demuestre; aun así, ha habido ponis que han tratado de localizar pistas o buscar indicios, pero aun así nada se ha podido demostrar, lo más lejos que se llegó fue gracias a un poni llamado Effort Heartstrings, pero era muy informal y apenas se le tomó en serio.

-Heartstrings… ¿de qué me suena ese apellido?-murmuró Twilight en voz baja.

La princesa se giró un poco y anunció.

-Aun así debemos de andarnos con mucho cuidado, Twilight; no sabemos cómo podrían reaccionar los humanos si nos vieran, ya sabes qué se contaba acerca de ellos frente a lo desconocido… necesito que me prometas algo, Twilight.

-Lo que usted me diga, princesa.

-Prométeme que si alguna vez hacemos contacto con ellos, nunca les hables o les dirijas la palabra; aquí también hay ponis, pero son muy diferentes a nosotros y no hablan, por lo que sería bastante chocante para ellos ver a ponis parlantes.

-Lo prometo.

Sellaron la promesa uniendo sus cascos y Luna suspiró.

-Sólo espero que nuestra estancia aquí no sea muy larga…

Twilight no dijo nada y observó, una vez más, a las nubes ir por su cuenta a lo largo y ancho del cielo; se le antojaba tan irreal, que al verlo con sus propios ojos le tumbaba todos sus esquemas. Un mundo donde el tiempo se controla a sí mismo y donde extraños prodigios cruzan el espacio a velocidad vertiginosas.

-Impresionante-pensó ella, escudriñando el cielo.

Por un momento pensó en la posibilidad de que pudiera desentrañar los misterios del mundo humano y se puso a divagar en un mundo de conjeturas e imaginaciones varias; ¿habría bibliotecas? ¿Qué comerían los humanos? ¿Cómo vivían? ¿Y qué costumbres y tradiciones tenían? Todas esas preguntas zumbaron en su mente y no hicieron más que acrecentar una curiosidad por saber más; pero todo ello implicaba tener que acercarse a los humanos y comunicarse con ellos, justo todo lo contrario de lo que le había prometido a Luna. Por lo que desechó todas esas ideas, dejándolas correr.

-Vamos, a ver si encontramos algo de comer por aquí-le dijo ella.

Y se dirigieron en busca de algo que ellas pudieran comer en un mundo nuevo y extraño para ellas.

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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Angelus-Y » 17 Mar 2013, 19:06

Estoy muerto, pero muerto de curiosidad de como se desarrollara tal aventura, me ha encantado una vez mas como el primero :O2 esta aventura promete muchisimo y me encanta como expresas el paisaje y los detalles :) esperare al siguiente con impaciencia.
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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Sg91 » 17 Mar 2013, 19:18

Y aquí viene... ¡el capítulo 2!


Capítulo 2

De pastoreo


Los siguientes días pasaron lentamente, mientras iban descubriendo cosas de ese nuevo mundo; estuvieron explorando la zona donde se encontraban, era un valle colindante a una región llamada "Red de carreteras provinciales del reino de España SGV-2315", según lo que vieron en un cartel amarillo que estaba colocado cerca del camino grisáceo serpeante, el cual tenía un extraño tacto al pisarlo con sus cascos.

Cerca de allí, en dirección norte, vieron un pequeño poblado de nombre La Mata, pero no se acercaron más por pura precaución, viéndolo desde la lejanía; todas las mañanas se podía oír varios tañidos de campanas que servían para despertarlas y eran como su despertador particular.

Alrededor del poblado se extendían kilómetros y kilómetros de campo y terrenos, algunos con girasoles, otros con paja, o con cualquier otro tipo de cultivo; tanto Luna como Twilight se quedaron muy impresionadas, ya que pudieron ver como un terreno del tamaño de media Ponyville estaba perfecta y completamente arado mediante una serie de máquinas de enormes ruedas que arrastraban todo tipo de garras metálicas. Y tan solo en una mañana entera.

Vieron también bastantes animales que normalmente conocían, como conejos, venados, perros, gatos, topos… la fauna era muy diversa y eso también las sorprendió.

Llegaron a ver también y más de una vez a varios humanos, pero siempre desde una distancia prudencial y ocultándose lo mejor posible; una tarde en la que el viento soplaba con fuerza, vieron aparecer cerca de donde siempre estaban un coche muy grande y muy alto, del cual se bajaron un humano muy alto con uno más bajito, un padre y un hijo, los cuales estuvieron haciendo volar una cometa roja durante un largo tiempo. Luego almorzaron allí y antes de que hubiera anochecido, se fueron del lugar. Otro día vieron a otro humano, más anciano, pastoreando a un rebaño de ovejas y acompañado por un perro muy grande, tan solo pasó cerca de donde estaban y no les llegó a ver, por suerte; y no fue la última vez, si no que le vieron más veces también. Otra tarde, un grupo muy grande de humanos se congregó cerca de nogal, por lo que tuvieron que moverse rápidamente para no ser vistas; venían en coches de todo tipo, y enseguida comenzaron a montar una especie de fiesta en la cual usaban una extraña máquina que lanzaba platos a gran velocidad que luego eran destruidos por otro humano con un extraño tubo que hacia un ruido ensordecedor.

-Que extraños son los humanos…-murmuró Luna.

-Sí, pero eso les da encanto ¿no crees? Me gustaría saber más…-murmuró Twilight, con tono esperanzador.

Sin embargo, tan solo obtuvo una mirada negativa por parte de su soberana, como iba siendo costumbre; ella insistió, pero Luna se mostró inflexible.

-Por favor… no parecen peligrosos, ya lo viste aquella vez con ese padre y su hijo…

-Eso no es excusa, aun así no sabemos cómo pueden reaccionar si nos ven… son impredecibles, he dicho que no, no insistas.

-Pero…

-¡He dicho que no!-exclamó entonces, con la voz real de Canterlot.

Twilight se quedó cortada y se fue de allí, asustada; esa noche Luna se disculpó.

-Perdona por haberte levantado esta tarde la voz, Twilight… se trata de nuestra integridad, debemos estar bien…

-No pasa nada, supongo que tiene razón, princesa…-murmuró ella.

Luna miró al suelo, compungida.

-Solo llámame Luna… no hace falta que seas tan formal ahora.

Las dos se quedaron en silencio un momento, admirando un cielo estrellado; aunque en su día las dejó perplejas, ya se habían acostumbrado a ver como el sol, la luna y las estrellas aparecían por si solas en un ciclo constante muy parecido al suyo, pero sin la ayuda de la magia. Después de todo, el resultado era muy parecido al de su mundo, y al menos Luna no tenía que estar ocupada durante el atardecer.

Twilight se acomodó al lado de Luna y ésta la acurrucó con su ala izquierda.

-¿Sabes? Siempre quise tener una hija…-anunció entonces ésta.

-¿Ah, sí?

-Sí…

-¿Y qué te detuvo?

La princesa de la noche bajó la mirada y la observó.

-Es complicado… fue antes de convertirme en princesa; aun solo siendo las herederas, mi hermana y yo teníamos muchos deberes reales y apenas teníamos vida social más allá del palacio. Yo aun así me enamoré de un semental muy humilde que trabajaba en las dependencias del palacio, y… cuando heredé el trono junto con mi hermana, nos fue imposible estar juntos-explicó.

-Vaya… ¿y que te detiene ahora? Tan solo has de conocer al semental apropiado…

-Una vez más, no es tan fácil… soy la princesa, y si antes tenía responsabilidades, ahora tengo muchas más; nunca se me ha dado bien conocer a otros ponis…

La unicornio violeta alzó la vista, bastante sorprendida; por alguna razón se sintió identificada con ella y la pudo comprender perfectamente. Las dos anteponían lo personal a lo social, al menos Twilight no lo hace tanto como antes, pero había veces que no podía evitar caer en sus más profundos gustos y dejarse llevar por ellos.

-Te comprendo, Luna… has estado sola durante más de mil años, yo mismo me recluí en los libros y el saber; yo también tuve mi luna-asintió ella.

La princesa la sonrió, agradecida, y la arropó un poco más con su ala.

Pasaron un par de días más hasta que, al final, ocurrió; las dos se lo esperaban de alguna manera u otra, pero no de la forma en la que les pasó. Aprovechando de que Luna se había alejado en busca de comida en un manzanar un poco alejado, Twilight se arriesgó y se acercó un poco más al pueblo de La Mata extremando las precauciones, por pura curiosidad. Nadie llegó a verla, pero en cuanto Luna se enteró la echó la bronca duramente.

-¿¡Cuantas veces tengo de decirte que no te acerques al poblado humano!? ¡Te podrían haber visto!

-¡No me vio nadie, las calles estaban desiertas!-exclamó ella, pero en cuanto lo hizo prefirió no haberlo hecho.

-¿¡Qué?! ¿¡Me estás diciendo que entraste en el pueblo?!

-¡Si, pero solo enfilé la calle principal, nada más, luego me retiré!

-¡No me mientas, Twilight!

-¡No la estoy mintiendo!

Ambas se miraron a los ojos, Luna con gesto enfadado y Twilight con un semblante serio y retador.

-Me has desobedecido… cual potra de cinco años ¿¡por qué!? ¡¿Tan complicado es acatar una simple norma?!

-¡No se trata de eso! Yo solo… quería saber más…-masculló la unicornio, clavando la vista en el suelo.

La alicornio la siguió mirando con gesto enfadado, pero en ese momento oyeron una alta voz y varios ladridos de perro.

-¡Y continúan los partidos de la clasificación, esto es Radio Estadio, con Javier Ares y Javier Ruiz-Taboada! ¡El resultado final del partido del Real Madrid contra el Celta desemboca en una victoria por parte de la selección blanca, con una asombrosa goleada de 4-0 a favor del Madrid! ¡Esto es Radio Estadio, en Onda Cero, tu radio!

Las dos se dieron la vuelta y vieron, para su horror, al labriego que casi siempre solían ver pastoreando cerca, mirándolas curiosamente; era un hombre de avanzada edad, con la cara arrugada y el porte irregular, en sus ojos se podía ver la sorpresa reflejada. El perro, un pastor alemán, echó a correr hacia ellas y se acercó a Twilight, olfateándola con curiosidad; Luna se puso delante, para protegerla.

-¡Suave, chucho! ¡Yep!-le llamó el hombre.

Nada más oírle, el pastor alemán volvió con él y se estuvo quieto; el anciano apagó una cajita, que era de donde provenía la alta voz, y se acercó a ellas, Luna alzó las alas para intimidar.

-Eh, tranquila… ya está, ya está… no pasa nada…-le dijo el pastor con suavidad.

Pero eso no paró a Luna, la cual seguía con las alas desplegadas y mirándole de forma intimidante; Twilight se adelantó poco a poco, para no asustar a los presentes, y se acercó al pastor. Éste escondió la mano en la bolsa que llevaba, Luna hizo un aspaviento, pero el hombre tan solo saco una hogaza de pan y un trozo de queso, ofreciéndoselo a la unicornio lavanda. Twilight lo probó y le gustó.

-Así es, muy bien, buena chica, buena chica…-le dijo el anciano, acariciándola la crin.

A pesar del gesto, Luna se mostró recelosa y distante.

-¿Qué sois exactamente, extraños caballos? Qué curioso… realmente curioso…-murmuró el pastor, mordiendo un palillo.

Twilight miró a Luna, no la dijo nada, pero no hizo falta.

-Vamos pequeña, vamos… a Marta le va a encantar…

La unicornio violeta no lo dudó ni un momento y le siguió; Luna se quedó un poco rezagada, pero finalmente recogió las alas y les siguió un poco más atrás.

En la mente del alicornio danzaban miles de preguntas, todas sin respuesta; ¿podían fiarse de ese anciano? Aunque no supiera lo que eran exactamente, aun así no deberían subestimarle; ¿era realmente buena persona? Y lo que más la preocupaba; si algún día llegase a comprender lo que se estaba llevando a casa ¿Qué haría entonces? Luna prefirió dejarse llevar aunque solo fuera por una vez y el pastor les guió hasta su hogar.

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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Angelus-Y » 17 Mar 2013, 19:50

:zpalomita: :zpalomita: :zpalomita: Se esta poniendo intensa la historia, me pregunto como transcurrirá al llegar ambas a la casa del anciano, gran capitulo, espero el siguiente para cuando lo tengas disponible :) gran historia.
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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Sg91 » 17 Mar 2013, 22:04

¡Y aquí vamos con el capítulo 3!


Capítulo 3

La España profunda

Llegaron a la casa del pastor enseguida, siendo ésta la que estaba más alejada del núcleo de población; entraron en ella por la puerta de atrás, llegando a un corralito la mar de cuco, con varios animales en él como gallinas, gallos, patos, conejos y gatos. Las ovejas las había guardado en una nave no muy lejos de allí mucho antes. Cerró las dobles puertas en cuanto entraron y llamó a su mujer.

-¡Marta! ¡Sal, tienes que ver esto!

Una ancianita de la edad del pastor, menuda y de facciones redondas salió enseguida por la puerta y al ver a Luna y a Twilight soltó el vaso que estaba secando.

-¡Aquilino! ¿¡De dónde has sacado esos… animales?!-masculló, muy sorprendida.

-Me las encontré en la era, mientras paseaba… no sé qué son exactamente, pero parecen como caballos…

-¡Ay, la virgen, mira que eres! ¿Eh? ¡Siempre quedándote con todo lo que te encuentras ahí fuera, pareces el trapero!-le espetó ella.

-Mujer, las vi ahí, solitas… no podía dejarlas en la era sin más, además, parecen especiales…-murmuró el hombre.

-Tú sí que eres especial… en fin, tendré que comprar algo de heno mañana, pasa ya que la cena estará lista en nada.

-Vale, vale…

Los dos ancianos pasaron dentro de la casa y ellas dos se quedaron en el corral, rodeados de los animales; el gato, subido en lo alto de una caseta, les miraba sin mucho interés y las gallinas estaban muy quietas, observando a los nuevos invitados.

-Muy bien… ¿y ahora qué?-inquirió Luna.

-¿Qué de qué?

-Ah, no sé, fuiste tú la que le seguiste…

-Oh… bueno, no sabía a donde nos llevaría…-murmuró Twilight.

-Pues ya ves, encerradas en un vulgar corral cual animales de tiro… y encima ahora nos han visto, ya no sé qué pensar…-masculló Luna, dándose la vuelta.

La unicornio violeta miró al suelo, pensativa, y comentó.

-Bueno, ya has oído a la mujer, nos van a dar de comer… igual nos van a cuidar, y por lo menos el hombre no sabe que es lo que somos exactamente.

-Sí, y nos toma por simples caballos… que detalle…

Luna se tumbó en el suelo, el sol comenzaba a ocultarse y estuvo contemplando las vistas; Twilight se acercó a una ventana y pudo ver como los ancianos cenaban tranquilamente, aunque vio algo que la dejó pasmada. Tenían la vista fija en una especie de caja con ventana, por la cual pasaban más humanos como ellos, pero muy pequeñitos; y hasta se oían, pudo escuchar lo que decían ya que se oía muy alto.

-¡Pero eso es un disparate, no tiene ni pies ni cabeza!

-¡Enrique, estás muy negativo, me minas la moral!

-Una cosilla que se me viene a la mente…

-¡Tú a fregar! ¡Y péinate esa cresta!

Como no entendía nada de lo que decían se apartó de la ventana y se acercó a Luna.

-¿Crees que he hecho mal?-inquirió ella, tumbándose a su lado.

Luna suspiró y dijo.

-No lo sé… nos vio justo después de callarnos, por lo que al menos no nos oyó hablar; y no hubiera pasado si no hubiéramos estado discutiendo.

-Lo siento…

-Ya da igual…

-¿Y qué hacemos? Podemos irnos pero… ya nos han visto.

-Bueno… a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, igual no dicen nada a nadie… o tan solo lo dejan correr… no sé, no lo sé…

En ese momento la señora salió afuera con una cesta de manzanas consigo; cogió una y se acercó a ellas.

-¿Tenéis hambre? Seguro que sí, tomad, comed las que queráis…

Las dos estuvieron comiendo mientras que la anciana guardaba de nuevo a los animales en sus correspondientes corrales; una vez que terminó se acercó de nuevo a los ponis.

-Podéis dormir en la parte del establo, Aquilino lo montó por diversión y por si alguna vez llegábamos a tener caballos… lo vais a estrenar.

Twilight en ese momento fue a hablar, pero Luna la miró fijamente y desistió; la mujer la miró extrañada, como si hubiera entendido el gesto, pero al final sonrió.

-Sois muy adorables… no parecéis caballos…

Le acarició la crin a Twilight y lo intentó con Luna, pero ésta la rechazó débilmente; la mujer la dejó estar y regresó al interior de la casa, dejando el cesto con las manzanas allí. La princesa de la noche se retiró sin decir nada más y se tumbó dentro del establo; Twilight se quedó allí, con la mirada perdida y buceando en sus pensamientos. Pero en ese justo momento el perro reapareció y le dio un lametazo en la mejilla, despertándola.

-¡Uoh! ¡Ey, que cariñoso eres!

El pastor alemán ladeó la cabeza, mirándola.

-Gracias por los ánimos…

El chucho ladró débilmente y Twilight le acarició; al final ella también se retiró al establo y se puso al lado de Luna, no muy segura de hacerlo. Pero en ese momento ella desplegó su ala y cubrió con ella al unicornio; Twilight sonrió y cerró los ojos, durmiéndose enseguida.

Los días siguientes, al contrario que los anteriores, fueron pasando con algo más de fluidez; todos los días Aquilino sacaba a sus ovejas a pastar mientras que Marta hacia las tareas de la casa. Luna y Twilight acompañaban siempre al pastor, observando como realizaba su trabajo con la ayuda de su perro, al cual simplemente le llamaba chucho siempre. Cumpliendo con la promesa, no hablaron nunca en presencia suya o de Marta salvo por las noches, cuando estaban solas en el corral. Aquilino era un hombre reservado, de campo y costumbres arraigadas; todas las mañanas realizaba el mismo procedimiento, iba a la nave donde tenía siempre a su ganado, daba tres toques a la puerta de metal y para cuando abría los animales ya estaban justo en el umbral para salir a pastar directamente. Algo que les llamó mucho la atención a los ponis fue que siempre tenía algo de comida en los bolsillos; ya fueran trozos de pan duro, queso blando o cachos de tocino seco, cualquier cosa comestible podía salir de sus bolsillos. Su mujer Marta siempre le preparaba una abundante ración de comida, ya que a veces estaba mucho tiempo fuera de casa y debía de llevar provisiones; luego, todo lo que le sobraba iba a parar a sus fondillos. Otra cosa que las dejó impresionadas también fue una asombrosa capacidad de predecir los cambios meteorológicos; estando una mañana pastoreando, con Luna y Twilight a su lado, comenzó a olisquear un poco el aire, se rascó la nuca y se frotó las manos. Tras eso, anunció.

-Esta tarde va a tirar agua que se mata…

Ambas ponis le miraron como si estuviera loco; y es que en el cielo no había ni una sola nube que anunciara próximas lluvias. ¿Cómo era posible que el hombre supiera algo así con tan solo realizar esos extraños gestos? No tenía ningún sentido, y menos aún para Twilight; pero se tuvieron que comer sus palabras, ya que esa misma tarde comenzó a nublarse rápidamente y en menos de cinco minutos comenzó a llover con fuerza.

-¡Es imposible, es simplemente imposible!-mascullaba Twilight, mientras observaba incrédula como llovía desde el establo.

-Yo también lo pienso así, pero no podemos negarlo… ha acertado-murmuró Luna.

-¿¡Y cómo lo ha hecho?! ¿¡Cómo lo ha sabido?!

-Ni idea…

La unicornio violeta no dijo nada más y observó llover, sin poder quitárselo de la cabeza.

Marta, por otro lado, era una señora de su casa, responsable y tan trabajadora como su marido; salía de casa cuando tenía que hacer la compra y los recados y luego por la tarde se iba con sus amigas del pueblo a hablar durante varias horas seguidas. Volvía para bien entrada la tarde, cuando empezaba a preparar la cena para cuando volvieran Aquilino y los ponis. Cuando tenía tiempo por las mañanas, salía al corral para dar de comer al resto de animales y luego se sentaba a hablar con ellas, contándolas toda su vida; Luna pocas veces ponía atención, pero Twilight si, maravillándose con la cantidad de historias que relataba.

-Por aquel entonces el país estaba sumido en la miseria y el hambre, la guerra civil se pagó a un precio muy alto y excepto en las grandes ciudades, todos vivíamos en la miseria. Luego comenzó a haber un gran crecimiento del trabajo con ciudades importantes como Madrid, Barcelona o Bilbao, todos los jóvenes emigraron hacia allí en busca de trabajo porque aquí en el campo apenas teníamos recursos para vivir; mis hermanos más mayores se fueron a vivir a Madrid y al cabo de unos pocos meses consiguieron trabajo en una ferretería de la calle Alcalá, nos ofreció ir allí a vivir con él, pero mis padres se negaron a abandonar el pueblo. Mi madre siempre me enseñó a ser una mujer de su casa, respetar a tu marido y estar siempre a su disposición.

Algunas veces traía consigo álbumes de fotos, captando la mayoría de las veces la atención de Luna, que contemplaba tan maravillada como Twilight las imágenes estáticas sobre el papel.

-Éstos son mis abuelos, que eran de la Puebla de Cazalla, pero el padre de mi madre se vino a vivir a Segovia; por aquel entonces estuvimos viviendo un tiempo allí, pero luego mi padre encontró trabajo de alguacil en este pueblo, por lo que se vinieron a vivir aquí. Estos son mis hermanos Carmen, Eustaquia, Cirilo y el mayor, Eduardo; sigue viviendo en Madrid.

Las más antiguas eran en blanco y negro, algunas en color sepia y algunas muy saturadas, las más viejas apenas se veían al estar muy difuminadas; pero las más modernas eran en color, y a Twilight eran las que más le gustaban.

-Éste es mi hijo Antonio, también prefirió la ciudad, aunque vive en Leganés… ésta es la mayor, Sandra… y éstos son mis nietos por su parte, Carlos, Adrián y Mar; suelen venir los veranos aquí, al pueblo.

Twilight agradecía mucho la compañía de la mujer, y más de una vez estuvo tentada en agradecérselo ella misma y preguntarla muchas más cosas, pero tenía una promesa que no podía romper; eso, y porque Luna no la quitaba ojo de encima. Además, se notaba que la mujer se sentía sola y al estar su marido fuera durante tanto tiempo la dejaba poco tiempo de hablar con alguien durante el día, salvo por las tardes de reunión con sus amigas.

Aquilino, cuando volvía pronto del trabajo, comía con Marta y luego, por la tarde, se iba al bar del pueblo a tomarse unos tintos y jugar a las cartas con sus amigos; durante una partida, uno de ellos le comentó.

-Aquilino, el otro día estaba hablando con el Liborio, el de las pieles…

-Ajá…

-Me comentó que te vio el otro día en la era de Honorio, pastoreando…

-Pues es lo que hago siempre, pequeño…

-… déjame terminar, carajo… que te vio allí pastoreando, pero comentó que vio a dos caballos muy raros contigo…

Aquilino parpadeó y alzó la vista sobre las cartas, mirando a su amigo.

-¿Cuándo te has comprado tu esos caballos? ¿Quién te los vendió?

-En realidad no son comprados, solo los encontré en la era… son mansos.

-Ya… es que el Liborio me comentó que les vio algo raro, no sé qué de unas alas y unos cuernos…

Aquilino dio un sorbo a su tinto, para evitar responder.

-Que jodío el Liborio, tan temprano y ya le da al ajenjo…-masculló otro de los que estaban en la partida.

-Ay, Genaro, parezca que no nos conocemos… que no eres el único que le cuentas las faltas al padre Damián…-le recordó otro.

A partir de ese momento la conversación derivó a la última confesión y el tema se olvidó rápidamente, para suerte de Aquilino.

Y así, casi sin que se dieran cuenta, los meses fueron pasando hasta que comenzó a hacer calor, mucho calor; las lluvias fueron siendo mucho más escasas, signo inequívoco de que había llegado el verano. Y eso para Marta solo significaba una cosa.

-¡Aquilino, que me han llamado Sandra y Antonio, se vienen con los niños a pasar unas semanas con nosotros!-anunció una tarde, mientras que el aludido cepillaba a Twilight.

-Bueno, los torpedos… cuando os vean se van a poner como locos, con lo que les gustan los caballos…-murmuró él, dándola una palmada en el lomo.

Twilight apenas le dio importancia, pero Luna alzó la cabeza, alarmada; la unicornio lo vio y esa noche habló con ella.

-¿Qué pasa, Luna?

-Se trata de los hijos de Marta… van a venir…

-Sí, ya la oí ¿y?

-Twilight, es evidente, si por ahora no había peligro alguno ahora sí que puede haberlo; ¿Cómo pueden reaccionar en cuanto nos vean? Evidentemente no como lo hicieron Marta y Aquilino…

-Pero eso no lo sabes… deberías darles una oportunidad, Luna…

-¡Pero no podemos estar cien por cien seguras! ¡Estoy segura que ellos sabrán qué somos exactamente, hasta ahora hemos tenido suerte de que Aquilino y Marta no lo sepan, pero algo me dice que no será así con sus hijos!

-¿Y qué sugieres?

-Irnos, cuanto antes mejor.

-Pero… hasta ahora han sido tan amables con nosotros, nos han cuidado y dado de comer… y eso no me parece bien, Luna.

-No se trata de lo que te parece, Twilight, se trata de nuestra seguridad…

-¡Siempre nosotros! ¡Entiendo que te preocupe, pero al menos podrías dejar de pensar un poquito menos en nosotras!

Entonces Luna no dijo nada más y se dio la vuelta; cuando Twilight esperaba notar su ala sobre ella, no sintió nada. Y eso hizo que le costara un poco más dormirse.

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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Angelus-Y » 17 Mar 2013, 22:29

Magnifico de nuevo, me esta encantando seriamente la historia, de verdad de verdad, esta perfect :O2 espero su continuacion, muy buen trabajo :)
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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Sg91 » 17 Mar 2013, 22:49

Angelus-Y escribió:Magnifico de nuevo, me esta encantando seriamente la historia, de verdad de verdad, esta perfect :O2 espero su continuacion, muy buen trabajo :)


Comentarios como los tuyos proveen de oxígeno a escritores como yo :3 me alegro de que te guste

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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Sg91 » 17 Mar 2013, 22:59

¡Y aquí viene el siguiente capítulo!



Capítulo 4

El veranito, el chiringuito y la barbacoa

Luna no volvió a hablar con Twilight hasta que los nietos de Aquilino y Marta llegaron al pueblo; eran un total de cuatro, Carlos y Adrián tenían seis años, Mar diez y el hijo único de Antonio, Iván, era un adolescente de quince años.

El mismo día que llegaron, estuvieron hablando todos dentro de la casa, desde el establo se les podía oír riendo y haciendo bromas de todo tipo; Twilight miraba todo el rato en dirección hacia la ventana del salón, desde donde se les podía escuchar.

-Parecen felices…-comentó ella en voz alta.

Luna no respondió, tan solo estaba tumbada y mirando hacia otro lado. En ese momento se pudo oír varias voces infantiles diciendo.

-¡Abuela, abuela! ¿Podemos salir al corral?

-¡Claro hijo, salid!

Pocos segundos después la puerta se abrió de golpe y salieron los dos pequeños, Carlos y Adrián, seguidas de su hermana Mar para que les vigilase. Twilight se levantó un poco para verles mejor, pero en ese momento Luna la paró, mirándola con severidad. La unicornio no dijo nada ni se resistió, quedándose en el sitio; los niños estuvieron dando vueltas por el pequeño corral, jugando con los animales que se les ponían por delante. Mar estaba un poco más apartada, jugueteando con una especie de cajita negra con numerosos botones. Al principio ninguno de los dos niños se percató de la presencia de Luna y Twilight en el establo, pero tan solo era cuestión de tiempo, en menos de dos minutos Adrián se adelantó y se coló en el establo, topándose de frente con ellas. El niño, al verlas, se sobresaltó al principio, pero luego se las quedó mirando fijamente, como analizándolas. Las miró embobado, mientras que Twilight y Luna le devolvían la mirada, la unicornio interesada, y la alicornio con una adusta indiferencia.

-¡Adrián! ¿Sales o no?-se oyó decir a Carlos.

-¡Carlos, Mar, tenéis que ver esto, venid!-les llamó entonces.

El niño se personó enseguida y se quedó tan chocado como su hermano, mirándolas fijamente; Mar se acercó sin quitar la vista de la cajita.

-¿Qué pasa?-inquirió, tecleando.

-Mira Mar, unicornios…

La niña levantó la vista y al verlas se quedó estupefacta, dejando caer la cajita al suelo de la impresión; la curiosidad pudo con Twilight y se acercó al artefacto, quedándose embobada con las luces que proyectaba.

-¡Ey, mi móvil!-exclamó ella, cogiéndolo de golpe.

La unicornio se asustó y se echó para atrás, Luna reaccionó y se puso delante, desplegando las alas; los tres admiraron las alas del alicornio, sin asustarse siquiera.

-¡Como mola!

-¿Crees que me dejará montarla?-inquirió Carlos.

-¡Ni se te ocurra!-le espetó su hermana.

En ese momento Adrián salió disparado hacia la casa, y una vez en el salón inquirió a toda prisa.

-¡Abuelo, abuela! ¿¡Puedo montar al unicornio con alas, puedo, puedo?!

Los padres se quedaron atónitos al escucharlo y Aquilino murmuró.

-Ah… que es un unicornio…

-¡Papá! ¿Para qué le sigues el juego?-le espetó su hija.

-No, si tiene razón, están en el establo, me las encontré unos meses atrás, cerca de la era del Liborio, el de las telas…

El hijo mayor, Antonio, se asomó por la ventana un momento y pudo ver desde allí como Mar acariciaba a Twilight.

-¡No me lo puedo creer!

Salió escopeteado afuera, seguido por los demás, y contemplaron como sus hijos mimaban a un auténtico unicornio, al lado de un imponente alicornio; nadie dijo nada, todos miraban incrédulos la escena excepto Aquilino y Marta. El más mayor de todos, Iván, salió de su ensimismamiento y exclamó, sacando su móvil.

-¡j*der, que fuerte! ¡Foto tuenti!

Aun así, su padre le paró.

-¡Quieto, ni se te ocurra!

Tras eso, se acercó primero al unicornio y la fue a tocar, como si quisiera cerciorarse de que era real; pudo comprobar la suavidad de la crin de Twilight y se quedó aún más sorprendido si cabe. Fue a intentarlo con Luna, pero ésta se apartó rápidamente.

-Increíble… increíble, es increíble…-musitaba todo el tiempo.

Sacó a Carlos y Adrián del establo y luego se metieron en casa para hablar del asunto.

-¡Pero papá! ¿¡Resulta que tienes a un unicornio y un unicornio alado en el corral y no nos dices nada?!

-¿Y yo que sabía, hijo? Me las encontré y me las quedé, eso es todo…

-¡Pero es que es impresionante, dos criaturas mitológicas aquí y ahora! ¡Madre mía, madre mía!-masculló Antonio, sentándose.

-¿¡Pero no os dais cuenta, abuelos?! ¡Tenéis un filón en el corral!-añadió Iván.

-¡Y no se trata solo de eso, el mismo hecho de que estén ahí mismo trastoca todo sentido de la lógica, desafía toda ley!

-Es un milagro…-masculló Sandra, contemplándolas desde la ventana.

-¡Es más que eso! ¡Imaginad las posibilidades, se resolverían muchos de nuestros problemas!-insistió Antonio.

-¿Y qué sugieres? A parte de anunciarlo al mundo y exhibirlas para que todo el mundo las vea…-murmuró su mujer, con sorna.

Todo el mundo la miró como si hubiera dicho una obviedad, mientras que Aquilino y Marta compartían sendas miradas de peligro.

En el establo, Luna abrió los ojos, alarmada; lo había escuchado todo, y ahora debían de correr.

-Hay que irnos…-masculló.

-¿Qué?-inquirió Twilight.

-Que hay que irnos, corremos peligro, vamos, vamos…-la urgió ella, levantándola.

-¡Pero espera! ¿A qué viene todo esto?

-¡Luego te lo explico, debemos volver al nogal, recoger el elemento y marcharnos, vamos, no pierdas tiempo!

Twilight no entendía del todo, pero en ese caso concentró energía en su cuerno y luego pensó en el nogal; se sucedió un destello y las dos ponis se desvanecieron en el aire. En cuanto Antonio salió al corral mientras que sus padres le pedían que no lo hiciese, se quedó atónito en cuanto vio el establo vacío.

A varios pocos kilómetros del pueblo, se sucedió otro destello y tanto Luna como Twilight reaparecieron, pero para su sorpresa, tan solo se encontraron en medio de un boquete bastante grande, como si hubieran arrancado el nogal de cuajo.

-¿¡Qué?! ¿¡Y el nogal?!-masculló Luna.

-No está… ¿¡por qué no está?!

En ese momento oyeron el ruido de un motor justo al lado, se asomaron un poco y vieron al nogal entero, cargado en un camión bastante grande; un gran montón de tierra y raíces sobresalían desde la parte posterior y dos hombres hablaban entre sí, uno de ellos parecía estar contando una serie de papeles verdes.

-Cien, doscientos, trescientos, cuatrocientos y quinientos… bien, está todo, aunque me parece un precio un tanto rebatible para solo transportar un simple árbol…

-Ojito con lo que dice, joven, que este nogal lleva en mi era desde más de diez años… lo quiero entero para la boda de mi nieta en la casa de infantes, Real Sitio de San Ildefonso, no se olvide.

-Sí, ya es la quinta vez que me lo dice… lo tendrán a tiempo-aseguró entonces el otro, subiéndose a la cabina.

De entre la tierra y las raíces, se podía ver un extremo de la tiara del elemento, brillando entre el barro y la suciedad.

-Oh, no…-musitó Luna.

Con mucho cuidado, hizo mano de su magia e intentó sacar la tiara de entre los cascotes y las ramas, pero estaba muy bien sujeto y las raíces apenas la dejaban moverla; en ese momento el camión arrancó y comenzó a moverse, alejando el nogal.

-No… no, no, no….

El hombre, de mediana edad, tardó un buen rato en irse, por lo que las obligó a estar un poco más en el hoyo, lo que dio tiempo de sobra al camión para alejarse lo suficiente como para no ser alcanzado por la magia de Luna. Finalmente, el vehículo se perdió en la lejanía antes de que el hombre pusiera dirección hacia el pueblo.

-¡Maldita sea!-chilló Luna, frustrada.

-¡Se ha llevado el elemento! ¿Qué hacemos?-inquirió Twilight, preocupada.

-¡Seguirle! ¿¡A donde dijo que se dirigía?!

-El otro hombre dijo algo de un real sitio de San Ildefonso…

-¡Pues no perdamos más tiempo, si seguimos el rastro mágico del elemento podremos encontrarlo enseguida!

No perdieron más tiempo y siguieron la estela mágica que había dejado tras de sí la tiara; iban cerca de la carretera, pero no demasiado para evitar ser vistas, las dos iban calladas y Twilight no sabía si preguntar por lo ocurrido.

-¿Qué ha pasado exactamente, Luna? ¿Por qué nos hemos ido así?-inquirió en ese momento ella.

La alicornio tardó un poco en responder, pero finalmente explicó.

-El hijo mayor, Antonio, se le había ocurrido ganar dinero a costa nuestra exhibiéndonos como animales de feria.

Twilight se quedó en shock, incapaz de comprender semejante confesión; con lo amables y considerados que habían sido sus padres con ellas hasta ahora… y ahora las cosas habían dado un vuelco tremendo en tan poco tiempo.

-Pero ¿por qué?-se preguntó entonces.

-Fácil, porque son humanos; recuerdo los cuentos para dormir de mi abuela, criaturas de dos piernas, egoístas y mezquinas, que solo les importan ellos mismos. Jamás debimos confiar en ellos Twilight, te lo avisé, pero tú no me quisiste hacer caso-le dijo Luna, severamente.

-Pero que Antonio quisiera hacer eso no justifica que el resto fuera a hacer lo mismo… seguro que Aquilino y Marta se habrían negado.

-¿¡Y por qué estás tan segura?!

-¡Pues porque confiaba en ellos!

-¿¡Confiar?! ¿¡Y cómo se puede confiar en unas criaturas que solo piensan en el dinero y en sus intereses?! ¡Iban a utilizarnos, Twilight!

La unicornio violeta se quedó callada y no dijo nada más; se apartó de la princesa y ésta apretó el paso, enfadada. En ese momento un coche rojo pasó zumbando por la carretera y eso hizo despertar a Twilight; aun no podía acostumbrarse del todo a semejantes ingenios que podían alcanzar velocidad mareantes. Pero su mayor preocupación ahora era recuperar el elemento de la magia, por lo que dejó la mente en blanco y siguió la estela que el mismo dejaba allí por donde pasaba, a pocos pasos por detrás de Luna.

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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Angelus-Y » 18 Mar 2013, 00:04

Excelente de nuevo, de verdad este me ha encantado, me pregunto como haran ahora para recuperar el elemento, la historia se pone mas curiosa por momentos :zpalomita:
Reiterando de nuevo: Magnifico, espero ansioso tu proximo capitulo de esta serie, es mas me voy a leer mientras otro de tus fanfic :D tomate tu tiempo para seguir con esta maravilla.
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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Sg91 » 18 Mar 2013, 14:35

¡Y aquí viene el siguiente capítulo!


Capítulo 5

La rebelión de los sargentos


El viaje siguiendo la estela del elemento se les tomó unos tres días, ya que de día debían de tener mucho cuidado, más ahora después de haber sido vistas; no sabían si la familia de Aquilino y Marta las estuvieran buscando, o si tenían intención de preguntar por los alrededores. Aunque pensándolo fríamente después eso sonaba demasiado estúpido. Ninguna de las dos se imaginaba a un humano preguntando a otro si había visto a un unicornio acompañado de un alicornio.

Por el día solían hacer un par de paradas para descansar y comer algo y aprovechaban la noche y sus sombras para ir más rápido; cuando las prisas acuciaban, Twilight se subía sobre Luna y ésta alzaba el vuelo, volando sobre las copas de los árboles y siguiendo el camino que trazaba el rastro dorado mágico. No parecía estar demasiado lejos, pero no pudieron evitar que el viaje les llevara algo más de tiempo. Pero cada vez más, Twilight notaba como Luna la hacía el vacío, hablando muy poco con ella y sin prestarla mucha atención.

-Y cuando encontremos el elemento ¿cómo haremos para recuperarlo?-inquirió la unicornio, mientras caminaban por una arboleda.

-No sé, ya veremos… ni siquiera sabemos en qué circunstancia nos encontraremos.

-Pero necesitaríamos un plan de acción por si las cosas se tuercen…

-Como ya te dije, no lo sabremos hasta que lo veamos-insistió la princesa, esquivando una rama.

Twilight quiso replicar, pero se lo pensó mejor y se quedó callada. Cada vez la notaba más lejana y eso la dolía.

Llegaron al Real Sitio de San Ildefonso de madrugada, la estela dorada se perdía por las calles de un pueblo de tamaño medio y envuelto en un silencio abrumador; las farolas alumbraban unas calles desiertas y desde donde estaban se podía ver al fondo un imponente palacio con extensos terrenos.

-Quizás viva aquí la realeza de este lugar… por lo de real sito, y todo eso-supuso Twilight.

-Puede, pero no estamos aquí en busca de relaciones diplomáticas reales-murmuró Luna, cortante.

La estela entraba por una calle del este y serpeaba entre éstas hasta lo que parecía un palacete al otro lado del pueblo y cerca del palacio real.

-¿Cómo hacemos para acercarnos sin que nos vean?

-Esos tejados están poco iluminados… agárrate a mí-indicó entonces Luna.

Como las otras veces, Twilight se aseguró sobre el lomo de Luna y ésta alzó el vuelo por encima del pueblo; fue saltando entonces de tejado en tejado, aprovechando que las farolas no llegaban a iluminar más allá de los pisos superiores hasta llegar al tejado del palacete donde terminaba el rastro. Desde lo alto del tejado se asomaron justo al final de donde se veía la estela y vieron entonces al nogal, de pie y todavía sin replantar; justo al lado, un hombre llevaba a una mujer hasta él con los ojos tapados.

-Todavía no los abras… vas bien-le decía él.

-Ay, que nervios ¿Qué será?-canturreó ella.

Una vez que estuvieron de frente, el hombre le destapó los ojos e indicó.

-Ya puedes abrirlos.

La mujer obedeció y al ver el nogal no pudo evitar soltar una exclamación de asombro y felicidad.

-¡Oh, cariño, gracias, gracias, es un detallazo! ¡Me encantaba este nogal, siempre jugaba cerca de él en la era de mi abuelo, en La Mata!-explicó ella, abrazándole.

-Hablé con él y estuvimos de acuerdo en llevarlo para una ocasión tan especial; lo replantarán mañana, en los jardines del parador, junto a la mesa presidencial-añadió él.

-Gracias, en serio… te quiero…

-Y yo también, mi amor.

Se encontraron en un suave beso y en ese momento, la tiara brilló fugazmente, lo que hizo que la mujer se percatara de su presencia.

-Espera ¿y eso?

-¿El qué?

Se acercó entonces al montón de tierra y raíces y pudo ver mejor la tiara.

-¡Aquí hay algo!

-Espera, déjame a mí…

El chico metió la mano entre las raíces y cogió la tiara, moviéndola un poco hasta que la consiguió sacar.

-Vaya…

-¡Oh, pero que preciosidad, es una tiara de oro! ¡Mira como brilla!-exclamó ella, haciéndole chiribitas los ojos.

-Menuda suerte… ¿Quién enterraría algo así aquí?

-No lo sé, pero tengo entendido que quien lo encuentra se lo queda… la podría lucir en la boda…-sugirió ella, poniéndosela.

-Te ves preciosa, pareces una princesa.

-Y tú mi príncipe… decidido, la llevaré en la boda-anunció ella.

-Tienes que estar de broma…-masculló Luna, ardiendo de rabia.

La pareja entró en el palacete, llevándose consigo la tiara.

-Maldita sea, es un contratiempo tras otro…-musitó la princesa, dándose la vuelta.

-Bueno, dado que se van a casar podemos dejarles que realicen la ceremonia con la tiara, podremos recuperarla por la noche, después de los affaires…-sugirió entonces Twilight, algo colorada por la propuesta.

-¡Sí claro, como si se la hubiésemos dejado así como así! ¿Es que no la has oído? "El que lo encuentra se lo queda" ¡ésta pretende quedárselo con toda la cara, no se lo podemos permitir!-exclamó Luna, indignada.

-Ya, yo no digo que se la quede, pero sólo se van a casar… va a ser un día especial y…-quiso decir ella, pero Luna la cortó.

-¿Estás insinuando que la dejemos hacer sólo porque se va a casar? ¡Por favor Twilight, no seas ingenua, no se trata de ellos sino de nosotros, tenemos que recuperarla como sea si queremos volver!

Fue entonces cuando Twilight se enfadó y la contestó.

-¡Claro, ignoremos algo como una boda! ¿A quién le importa? ¡Tan solo cojamos el elemento y volvamos a un lugar perdido y al que poco merecerá la pena volver!

Luna se quedó estática, incapaz de asimilar lo que Twilight acababa de decir, la cual se dio cuenta de sus palabras.

-No… quiero decir… yo…

Pero Luna la ignoró por completo y echó a volar, llegándola a rozar con un ala en la cara.

-¡Luna, espera, no quería decir eso, lo siento, espera!-la llamó.

Pero la princesa de la noche la volvió a ignorar y voló más allá de los jardines del palacete, ocultándose tras una pequeña arboleda.

-Lo siento…-musitó ella, notando como los ojos se le humedecían.

Quiso ir tras ella, pero no llegó a ver dónde paraba y no pudo teletrasnportarse; tampoco tenía intención y lo que sentía en ese momento la inmovilizaba por completo. Estuvo llorando un buen rato hasta que finalmente el cansancio la venció y se durmió.

A la mañana siguiente, Twilight se encontraba aun dormida en lo alto del tejado, cerca del borde; una voz grave la sacó de su sueño y se asomó un poco, vio que se trataba de una visita guiada, un hombre de mediana edad le explicaba a un grupo de personas la historia del lugar.

-Éste fue la casa de los Infantes, la residencia de los hijos del rey Carlos III, el cual mandó construirla para albergar a sus vástagos, Don Gabriel de Borbón y Sajonia y Don Antonio de Borbón y Sajonia; su estructura interna se divide en tres patios rectangulares con pórticos y arquerías. Actualmente es un parador desde 1984. Ahora pasaremos al palacio, rodeando las antiguas caballerizas reales, se dice que partió desde allí el regimiento de la Guardia Real durante el motín de la Granja, en el cual los generales se rebelaron contra la regente María Cristina de Borbón en pos de la restauración de la antigua constitución de 1812. Síganme, por favor.

Twilight observó alejarse al grupo, mientras meditaba acerca de ese retazo de historia; así que generales rebelados ante su propia reina… le sonaba demasiado en ese momento.

Vio que la arboleda no estaba lejos de allí y se teletransportó al poder verla; estuvo buscando a Luna hasta encontrarla, la cual se encontraba despierta y tumbada, mirando a la nada.

-Luna, yo… quería disculparme por lo de anoche… realmente no quería decir eso. Perdóname, por favor…-la dijo, con la cabeza gacha.

Aun así la princesa se levantó y dijo.

-Vamos a recuperar el elemento y larguémonos de aquí.

Twilight suspiró y tan solo la siguió; bordearon el pueblo hasta llegar a la iglesia, donde la boda ya estaba en marcha. Ocultándose tras el ábside, se asomaron por una vidriera semi abierta y vieron a la novia, vestida de blanco y con la tiara puesta, con una felicidad que no le cabía en la cara.

-¿Y cómo vamos a…?

-Observa-la cortó Luna.

El cuerno de la princesa brilló levemente, en ese justo momento la novia iba a comulgar, el sacerdote le estaba mostrando la hostia sagrada; cuando ella fue a recibirla, Luna movió su cabeza de golpe y la novia se apartó de golpe, haciendo caer la hostia al suelo.

-¡Oh! ¡Lo siento muchísimo, no sé qué ha pasado, lo siento, lo siento!-musitó ella, muerta de vergüenza.

-No pasa nada querida, cosas que pasan, tengo más…-la dijo el sacerdote, cogiendo otra.

-Dita sea…-masculló Luna.

Twilight lo veía todo y, de alguna manera, sentía que lo que estaban haciendo estaba mal, estaban interrumpiendo la ceremonia de alguna u otra manera; Luna repitió el procedimiento, intentando hacer que con el movimiento la tiara se le cayese, pero tan solo hizo que la segunda hostia cayera. En los bancos más cercanos al altar, la gente comenzó a cuchichear.

-¿Estás bien, cariño?-inquirió el novio.

-Si… no, no sé, no sé qué ha sido eso…-musitó ella, turbada.

-Vas a devolvérnosla te guste o no…-masculló Luna, harta.

Fue a dar un tirón aún más fuerte, pero Twilight la empujó y exclamó.

-¡No Luna, para, no lo hagas!

En ese momento se desconcentró y la novia pudo comulgar; el sacerdote bromeó diciendo.

-A la tercera va la vencida…

Afuera, en el ábside, Luna le increpó a Twilight.

-¿¡Por qué me has detenido?!

-¡Porque no es justo Luna, éste es su día y se lo estás interrumpiendo! ¡Yo también quiero recuperarla, pero sigo pensando que es mejor esperar a la noche y marcharnos con ella!

-¿Y para que querrías recuperarla? Total, no merece la pena volver, según tú…-le espetó entonces ella.

Twilight notó como si le hubieran propinado una patada en el estómago, quiso responder, pero Luna se fue de allí, dándola la espalda; si antes la notaba más lejana, ahora podía percibir como algo entre ellas se iba rompiendo cada vez más deprisa. Quiso pararla, pero ya se había ido lejos teletransportándose. Fue entonces cuando vio lo evidente: iba a perder a Luna.

-No… no puedo quedarme sola… si recupero el elemento puede que me vuelva a hablar-pensó entonces.

Pero ahora mismo resultaba imposible, por lo que prefirió ceñirse a su plan original y esperar a la noche para recuperarlo; regresó al tejado del parador y estuvo esperando durante casi todo el día. Una hora después los ahora recién casados y los invitados regresaron y estuvieron comiendo en el jardín del parador, junto al nogal recién trasplantado; en todo momento no le quitaba el ojo de encima al elemento, el cual seguía en la cabeza de la novia y no se lo quitaba ni para ir al baño. Todo el mundo alababa lo bonito que era y lo bien que le quedaba, pero ninguno de los presentes era consciente que lo que llevaba la novia en la cabeza era una valiosísima reliquia mágica de enorme poder. No vio a Luna en lo que quedó de día y para la madrugada estuvo buscando al elemento rastreando su presencia mágica; finalmente lo encontró en una habitación del último piso, en la esquina superior derecha de la cara norte. Realizando un hechizo de levitación a si misma bajó a la terraza, vio que los dos estaban dormidos y la tiara reposaba en un joyero, brillando con luz propia; usando su magia abrió la puerta corredera con sumo cuidado y se acercó un poco a la cómoda. Hizo levitar el elemento y se lo puso en la cabeza.

-Perfecto…-pensó ella.

Regresó tras sus pasos y abandonó la estancia, teletransportándose a la arboleda, donde supuso que Luna estaba.

-¡Luna, he recuperado el elemento, podemos irnos!-exclamó ella.

Pero para su sorpresa, no estaba allí; Twilight la llamó, sin obtener respuesta, y comenzó a preocuparse. Dejó la tiara camuflada entre varias rocas y matorrales y salió en dirección hacia un claro a buscarla; por un momento temió que se había ido para siempre, pero la vio un poco más adelante, contemplando la luna. Fue a ir a su encuentro, pero en ese justo momento aparecieron varios rejoneadores y la rodearon.

-¡Impresionante, dime que estás viendo lo mismo que yo!-exclamó uno de ellos.

-¡Ya lo creo, a la cuadra con ella!

Twilight echó a correr hasta ponerse a su lado, tratando de protegerla; la princesa la miró incrédula, diciéndola con la mirada que huyera. Pero los rejoneadores hicieron mano de sendos lazos y las cogieron por el cuello, inmovilizándolas; Twilight hizo brillar un poco su cuerno, dispuesta a defenderse, pero Luna la paró con una mirada asustada. En ese momento apareció otro jinete e inquirió.

-¿Qué está pasando aquí, qué es todo esto?

-¡No se lo va a creer señor, pero han aparecido estos unicornios!-exclamó uno de los jinetes.

El hombre, con toda la pinta de ser un general importante, de bigote poblado y ojos escrutadores, miró con detenimiento a las ponis y masculló.

-Parece mentira, pero están aquí y ahora; llevadlas a las cuadras, le comentaré la situación al regente real, ahora son competencia de la casa real.

-Pero señor, las hemos encontrado nosotros…

-Sí, pero en terreno real… ya lo habéis oído, andando-le corrigió el hombre.

Los hombres obedecieron a regañadientes y les llevaron hasta las caballerizas reales, a pocos metros del palacio real; metieron a las dos en una cuadra y una vez solas Luna la espetó.

-¿¡Por qué te has metido?! ¡Podrías haber huido tú!

-¿¡Y dejarte sola aquí?! ¡No podía hacer eso!-masculló Twilight.

-¡Tonta, si no te hubieras metido podría haberlos tumbado y borrarles sus recuerdos sin necesidad de llamar demasiado la atención! ¡Pero no, tenías que meterte, como últimamente haces!

-¡Sólo quería ayudarte! ¿¡Así me lo agradeces?!

-¡Si estuviéramos fuera de aquí quizás sí, pero nos han vuelto a capturar y a ver, y encima esos estúpidos humanos creen que ya les pertenecemos! ¡Gracias Twilight, muchas gracias!

La unicornio tembló y sus ojos se anegaron.

-Yo… yo solo había recuperado el elemento…-musitó.

-¡Para lo que sirve ahora con nosotras aquí! ¡Bah!

Las dos se miraron a los ojos, Luna con el rostro crispado y Twilight a punto de llorar; pero eso no amedrentó a la princesa y ésta le dio la espalda bruscamente, tumbándose lejos de ella. La unicornio violeta no pudo más y lloró en silencio, notando como esa frágil línea se rompía un poco más, si todavía no estaba rota.

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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Angelus-Y » 18 Mar 2013, 18:57

Otro gran episodio :) maravilloso desarrollo, estoy metiendome bruscamente en la historia, Muy buen trabajo otra vez :numberone:
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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Sg91 » 18 Mar 2013, 19:04

¡Y seguimos con el capítulo 6!



Capítulo 6

¡Señor, sí, señor!


Los días siguientes fueron un auténtico infierno, al menos para Twilight; Luna no la había vuelto a dirigir la palabra y actuaba como si no estuviera ahí. Ella intentaba por todos los medios que la llegase a hablar, incluso se llegó a disculpar varias veces por todo lo que había pasado, pero ella nunca la perdonó ni una sola vez.

Por otro lado, seguían en las caballerizas reales del palacio de San Ildefonso desde aquella noche y sin saber lo que iba a pasar exactamente con ellas; el capitán de la Guardia Civil avisó al regente del palacio, pero éste no se creyó ni una sola palabra de su informe y el capitán tuvo que insistir hasta que al final vino él mismo en persona.

-¿Todavía sigue con eso, capitán? Ya le dije que las bromas una vez hacen gracia, pero cuando ya lleva siete veces seguidas dejan de tener gracia-le dijo, tajante.

-Pero ya le he dicho que no es ninguna broma… venga conmigo, se encuentran en las caballerizas desde antes de ayer.

Le costó un poco convencerle, pero al final se dirigieron para allá; el mozo de cuadra se encontraba limpiando los exteriores, pero cuando vio al capitán se cuadró y se quedó muy quieto.

-Chico, saca a los unicornios para que los vea el señor regente, que estén presentables-le indicó.

-¡Sí, señor!

El chaval, no mayor de veintidós años, se puso en movimiento y en menos de cinco minutos tanto Luna como Twilight estaban cepilladas y limpitas, listas para ser presentadas.

-Muy bien, ha venido el capitán con el regente del palacio, al parecer quiere veros… vamos a ir despacio ¿vale?-las dijo el chico.

Desde que llegaron, habían estado bajo su cuidado intensivo y éste siempre las hablaba, como con todos los caballos que él trataba; con Twilight no tuvo problemas y siempre se dejaba mimar, pero con Luna era otro cantar. Sacó primero a la unicornio violeta y Luna fue la siguiente, un poco rezagada; en cuanto salieron del establo, al regente se le cayó la mandíbula al verlas.

-¿Ve como no bromeaba?

-Pero… pero… esto es imposible…-masculló el regente, ajustándose sus gafas, para comprobar si eran de verdad.

-Sí, eso mismo pensé yo la noche en la que mis hombres las encontraron cerca de los jardines… sé que las colindancias también entran dentro de las dependencias reales y por eso decidí traerlas aquí. ¿Cómo lo ve?-inquirió el capitán.

-¿Y cómo quiere que lo vea, capitán? ¡Esto es fantástico en todos los sentidos!

-Lo sé, pero lo que quiero decir es…

-Le he entendido perfectamente… madre mía, ¿de verdad? o sea ¿de verdad?

-Compruébelo usted mismo.

El regente se atrevió y acarició a Twilight, terminándose de convencer; fue a intentarlo con Luna, pero ésta se apartó y el mozo intentó calmarla.

-¡Ya está, ya está! Perdone señor, es muy nerviosa, aun no confía en los humanos-se disculpó éste.

-Ya… bueno, no hay nada relativo a las criaturas fantásticas en las clausulas, así que… técnicamente pertenecen a la familia real al haber aparecido en las dependencias… -murmuró el gerente, dubitativo.

-¿Protocolo estándar?-obvió entonces el capitán.

-Sí, claro… excúseme capitán, necesito realizar los informes… y una ducha fría…

El regente se marchó a toda prisa y el capitán estuvo observando a las ponis.

-Un buen trabajo, muchacho… sus pelajes brillan.

-Gracias señor, un buen baño con champú especial y un posterior cepillado hace maravillas.

-Sí...

Se acercó a Twilight y le acarició la crin.

-Éste es el manso ¿no?

-Sí, apenas tengo problemas con él… es el alado el que es más nervioso.

Aun así el capitán lo intentó, pero tan solo obtuvo un zarandeo por parte de Luna.

-Ya, ya, tranquila, no pasa nada…-la calmó el mozo.

-Bien, sigue así chico, cuida bien de ellas.

-Claro señor.

El capitán se retiró y el mozo las devolvió a la cuadra; durante toda la semana llevaron un ritmo de vida bastante activo, todas las mañanas salían a correr supervisados por el chico montado sobre uno de los mejores caballos del establo, a la vuelta descansaban bebiendo agua del abrevadero y luego baño y cepillado para quitar el polvo del camino. Por la tarde se quedaban por los alrededores, esparciéndose por los extensos terrenos del palacio y así hasta la noche, donde volvían al establo, cenaban y a dormir. Twilight llevaba bien el nuevo ritmo, pero Luna se resistía prácticamente a todo y le ponía las cosas difíciles al chaval que tanto esmero ponía en su bienestar.

-Sé que no te gusta la situación, pero… nos están cuidando tan bien como lo hicieron en su día Aquilino y Marta-comentó una vez Twilight.

-No hace falta que me lo estés recordando constantemente ¿sabes?-contestó Luna.

-No se trata de eso…

-Claro, se trata de lo que a ti te parece…

-¡No iba a decir eso!

-¿Cómo que no? ¿Y qué otra cosa ibas a decir? Total, mi punto de vista no es válido.

-¡Yo nunca he sugerido tal cosa!-exclamó Twilight, indignada.

-Claro, excúsate ahora, siempre les pones de referencia… si tanto te gustan y tan pocas ganas tienes de volver a Ecuestria, quédate tú con ellos y yo me vuelvo por donde he venido-la espetó la princesa.

-¡Argh! ¿¡Por qué eres tan… tan…?! ¡Antes no eras así, Luna, no entiendo a qué viene todo esto! ¡Echo de menos a Ecuestria tanto como tú!

-Hay veces que pienso si valió la pena rescatarte-soltó entonces ella.

Twilight abrió mucho los ojos, sintiendo como si la hubieran atravesado el corazón con un puñal.

-¿Cómo… cómo puedes decir…?-musitó, antes de echar a llorar.

Esa noche no compartieron establo.

Mientras tanto, en uno de los bares que había en el pueblo, los dos rejoneadores a cargo de la Guardia Civil se encontraban tomando una copa.

-Sigo pensando que esos unicornios deberían ser nuestros… los encontramos nosotros, maldita sea, no es justo-masculló uno de ellos.

-Desde luego… je, para la casa real, como si no tuvieran bastante ya, si mis impuestos pagan sus facturas-recordó el otro, dando un trago a un vaso de whisky.

-Di algo que no sepa… ¿sabes qué? A tomar por culo-anunció el otro, apurando su vaso de un solo trago.

Su compañero le miró y tras el lingotazo anunció.

-Vamos a hacernos con esos unicornios y a forrarnos exponiéndolos al mundo… seremos asquerosamente ricos.

-No sé si es que el whisky se te ha subido demasiado deprisa o es que estás lo suficientemente sobrio, pero demonios, tienes toda la razón, nos volveremos multimillonarios y por mí la casa real, la familia real y la madre que parió a los borbones se pueden ir a tomar por el culo.

-Ahí te quería yo ver… pero antes, debemos de prepararnos bien, y conozco yo de un señor ladrón que quizás nos pueda ayudar a coger esos unicornios.

-Cuenta, cuenta, dime por esa boquita…

Los dos se rieron como tontos y pidieron otra copa por su futuro éxito.

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Re: My Little Pony: Friendship was Magic [Adventure] [Humans

Notapor Angelus-Y » 18 Mar 2013, 20:18

Tengo que decir que me emociona muchisimo como va todo, antes de que se me olvide, comentarte que cada una de los dialogos de este fanfic siempre son de lo mas soberbio, incluso me ha llegado hacer gracia la forma en la que hablaban entre sí los soldados del capitán en el bar, cada detalle está como digo muy pulido y cuidado y de verdad, leer esto es para mi una relajacion y un placer para mi, lo digo en serio, lo estas llevando mas que fenomenal, ademas es que leo un libro cualquiera y leo esto y es que se nota que lo haces de maravilla. SIGUE ASI :) :numberone:
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