Venga, para no ser el único aquí que no tiene OC voy a hacerme uno, así a lo cutre, a ver qué sale.
(15 minutos después)
Oh, Celestia, qué cutrez... Em, ¡ya he acabado!
Un poni con trastorno bipolar. Hala, originalidad al poder. Ah, ¿que encima me tengo que inventar una historia para el engendro éste? Veamos... Tiene pelo de fuego, así que se va a llamar... Em... Fire... Fire... Es anónimo porque aún no le he pensado un nombre, ¿qué tal Fire Anon? Nah, ese nombre es tan ridículo y poco original que no se le ocurriría a nadie...
(El Espíritu Santo en forma de Derpy ilumina a Pika)
¡Ya está! ¡Fire Mind!
(Era Derpy, ¿acaso os esperábais algo de calidad?)
Vendría a ser un poni adolescente... Pongamos, 16 años. Y sería inteligente, de ahí lo de "Mind", pero tampoco un Stephen Hawkins, como mucho inteligente de aprobar por los pelos un examen para el que no ha estudiado, solo porque ha atendido en clase. Y sería un poni normal, que no destaca en nada... Tímido, buena persona, digo, poni, sin ninguna afición que le guste especialmente ni ninguna que odie, tendría colegas pero ningún amigo de verdad, sería un poco solitario...
Y bueno, lo que más me gusta del personaje: no tiene Cutie Mark. Podréis decir "Pika, no le has puesto CM porque eres un vago, lo que vas a contar ahora te lo has inventado sobre la marcha". Y así es. Mi personaje vendría a ser algo así como un Cutie Mark Crusader frustrado; de pequeño, habría intentado cada día encontrar su Cutie Mark, una y otra vez, durante años, pero nunca llegó a encontrarla. Perdió la esperanza y dejó de buscarla. Por aquel entonces, cuando los demás niños que ya tenían su CM se reían de él y lo acosaban, al menos tenía unos pocos amigos que tampoco tenían Cutie Mark y se apoyaban mutuamente, pero en cuanto ellos obtuvieron su CM y se volvieron populares, le dieron la espalda e incluso se unieron al bullying, dejándolo solo.
Con los años, algunos de ellos (no todos) maduraron y se dieron cuenta de que no estaba bien meterse con otro poni porque no tuviera su Cutie Mark, así que el acoso disminuyó, pero el daño ya estaba hecho. El poni (que no recuerdo el nombre que le puse, tampoco es que fuera el súmmum de la inspiración) se había quedado tocado. Era demasiado débil como para plantarle cara a nadie, aunque quisiera hacerlo con todas sus ganas, así que desarrolló una segunda personalidad de la que él mismo no es consciente que sería su antítesis; cruel, loco, macabro, con un fuerte deseo de dominar y destruir a la humanidad (¿poni... cidad?) que tanto daño le había causado. Un supervillano en toda regla.
Durante el día, Fire Mind va al instituto, atiende a clase, vaga por ahí pensando en sus cosas, de vez en cuando lee algo... y durante la noche se encierra en el sótano y se pasa horas despierto maquinando planes malvados para causar el máximo daño posible a inocentes mientras su risa malvada resuena por todo el lugar. Aunque, para añadirle un matiz cómico al personaje... digamos que sus planes no triunfan nunca. No se sabría si es porque es muy torpe o porque su "yo" bueno aún sigue consciente de algún modo y los autosabotea, pero siempre acaba siendo él el herido o, en el peor de los casos (o mejor, según se vea) acaba ayudando sin querer a un poni en apuros. Por esto la gente no parece darse cuenta de que es bipolar ni tampoco lo ve como un problema.
¿Y bien? ¿Qué os parece? Sed sinceros, si os parece una p*ta mierda decídmelo sin rodeos.