Bueno, hoy me he demostrado a mi mismo que no estoy tan cuerdo como imaginaba.
Al llegar a casa de trabajar, me encontraba buscando parking like a sir cuando me he percatado de que el 205 Rallye 1.9 ya no estaba en el hueco que llevaba ocupando cerca de un año. Me ha dado un vuelco el corazón y he salido quemando ruedas, he dado vueltas a todas las manzanas hasta comprobar que ya no estaba en el barrio. He ido derecho al depósito municipal, primero a uno y luego a otro. Iba conduciéndo como un maníaco, pitando gritando e insultando gratuitamente a todo el mundo. De mi boca han salido perlas del estilo: "Quitad de enmedio inutiles de mierda" "Sois todos unos putos ignorantes" "Subnormal, que cojones estás haciendo" "Hijo de p*ta, me cago en tus muertos, quita de mi camino" y similares.
Tras comprobar que no se encontraba en ninguno de los dos depósitos municipales he corrido hacia la casa de la propietaria en la otra punta de la ciudad. He aparcado en una esquina subido al bordillo. He respirado hondo y he bajado del coche con una máscara de amabilidad
que ocultaba mi auténtico rostro
.
He tocado al timbre, he preguntado por ella, y cuando se ha puesto he sido directo. "X, ¿que has hecho con el coche?"
La tia ha alucinado, pero alucinado pepinillos. Imaginad que teneis un coche parado casi un año en la otra punta de la ciudad, lo quitas y a las pocas horas un completo
desconocido vine a tu casa exigiendote explicaciones. La tia al principio estaba entre alucinada y enfadada. Le he explicado la situación, le he explicado porqué sabía donde vivía y nada, me ha confirmado que el coche lo ha guardado a cubierto, y no tiene intenciones de mandarlo al desguace. Me ha tranquilizado diciendo que conserva mi número, y si algún dia piensa venderlo me llamará, pero mientras tanto estará bien guardado.
Al final ya medio riéndose me ha dicho: "Para ser el coche mio, te encuentro un poco preocupado" Yo ya no sabía si reirme o romper a llorar la verdad, estaba convencido de que lo habia tirado al desguace por ignorancia como tantísimas veces ha pasado ya.
Asique nada, ya no voy a enviarle la carta que pensaba enviar esta tarde (casualidades de la vida) y se que el coche está a salvo y cuenta conmigo a la hora de deshacerse de él. Un peso que me quito de encima.
En el camino de vuelta iba conduciendo tranquilamente escuchando Smile y pensando en la primera vez que fuí a su casa a hablar con ella la vergüenza que pasé y lo nervioso que estaba.
P.D: Con la tontería aún no he comido