El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sg91 » 14 Ago 2013, 15:49

Capítulo 7

Casi desaparecida


Spoiler:
El final de jornada llegó estridentemente, con los timbres del instituto resonando a la vez; los alumnos salieron en tropel y todos se dirigieron hacia las salidas, sin perder nada de tiempo. Rarity y las demás salieron de clase visiblemente preocupadas.

-No ha llamado en todo el día… ¿estará bien?-se preguntó Rarity, mirando su móvil.

-No debimos ser tan malos con ella, quizás no quiere volver a vernos nunca más…-masculló Fluttershy, con los ojos vidriosos.

-No, a ver, no nos pongamos en lo peor, igual está en casa… iremos a ver-sugirió Applejack entonces.

-Sí, será mejor…-asintió Pinkie Pie.

En cuanto pasaron por el hall, la directora Celestia las alcanzó al poco de salir de su despacho.

-Ah, chicas, aquí estáis… necesito hablar urgentemente con Sunset ¿la habéis visto?

-No, no ha venido en todo el día, precisamente íbamos a su casa para ir a verla…-reveló Rarity.

-¿De veras? Se trata de un asunto delicado, necesito hablar con ella… si la llegáis a ver avisadme, por favor, os dejo mi número de móvil por si las moscas.

Rarity apuntó el número de Celestia en su agenda y luego partieron en dirección a la casa de Sunset directamente; a paso ligero les tomó menos tiempo del esperado y una vez allí, llamaron al timbre. Esperaron un buen rato, Rarity llamó más de una vez, pero nadie abrió la puerta.

-Qué raro… ¿no está?-se preguntó ella, en voz alta.

-¿Y si se ha ido porque se ha enfadado con nosotras y no quiere ser más nuestra amiga debido a nuestra fría actitud para con ella el otro día?-inquirió Pinkie de un sola sentada, dibujando una triste mirada.

-No creo… aunque aun así es un poco raro…-murmuró Applejack.

-Quizás haya… salido-supuso Fluttershy.

-Pero podría haber avisado… a no ser que aun estuviera enfadada con nosotras por lo de antes…-pensó Rainbow en voz alta.

Aun así, ninguna de esas suposiciones satisfizo a Rarity, la cual anunció.

-No, esto es muy raro… tenemos que entrar, vamos a ver si podemos hacerlo por detrás.

El grupo rodeó la pequeña casa rápidamente y comprobaron la puerta de la cocina, pero también estaba cerrada; Applejack echó un rápido vistazo a la puerta acristalada del salón, lo que la permitió verlo.

-¡Mirad, uno de esos cristales está roto!

El roto era lo suficientemente grande como para poder colar el brazo por él y abrir la puerta desde dentro, cosa que hizo Applejack enseguida; las cinco entraron en la casa y llamaron a Sunset a la vez, sin obtener respuesta. Mientras las demás buscaron a la chica por la pequeña casa, Rarity echó un vistazo en su habitación, encontrando el lugar bastante recogido y sin tocar; la mochila de Sunset yacía a los pies de la cama, los cuadernos con sus apuntes se encontraban en la mesa del escritorio y su armario lucia entero y sin tocar. La modista frunció el ceño, cada vez más extrañada. Regresó al salón, donde las demás se encontraban cavilando sobre el paradero de su amiga.

-¿Y si se ha ido de verdad? habría tenido tiempo de coger el autobús de la mañana, o incluso un avión…-masculló Pinkie, cada vez más triste.

-No, sus cosas siguen en su sitio y su armario intacto, por lo que no ha podido irse a ningún sitio, y menos aún con las manos vacías. Y no parece haber pasado por casa antes, ni siquiera la cama estaba deshecha-explicó ella.

-Pero si no se ha pasado por aquí en las últimas horas… ¿dónde está?-inquirió en ese momento Applejack.

Todas se miraron, cada vez más preocupadas; Rarity intentó llamarla, pero mayor fue su sorpresa al escuchar a la operadora anunciar.

-El número al que llama no se encuentra disponible en este momento. Por favor, inténtelo más tarde.

-Qué raro… esto es muy raro, no es normal…-masculló Rarity, muy nerviosa.

-Normalmente ese mensaje salta cuando el receptor se encuentra fuera de línea…-recordó Rainbow.

-Quizás no tenga cobertura… o se la ha acabado la batería, normalmente las baterías de los android sólo suelen durar un día-supuso Applejack.

-Lo sé, pero aun así…

En ese momento, oyeron a la cerradura de la puerta principal abrirse y todas reaccionaron enseguida; Pinkie saltó de golpe, esperando a encontrar a Sunset en cuanto la puerta se abrió.

-¡Lo sentimos, Sunset, no queríamos hacerte daño, perdónanos por favor!-exclamó.

Pero justo después, una figura alta y desgarbada apareció en el umbral, con un bate de beisbol en las manos; Pinkie se quedó helada, viendo como la figura cargaba contra ella.

-¡Pinkie!-exclamó Rainbow, moviéndose como una gacela.

Antes de que el bate bajara hacia ella, la chica interpuso su brazo y se mantuvo firme ante el golpe; acto seguido, lo cogió con fuerza y lo tiró al suelo, antes de coger del brazo al atacante y haciéndole una llave de judo que lo dejó inmovilizado.

-¡Argh, maldita sea, suéltame niñata!-masculló una voz grave.

-¿¡Quién es usted y a qué ha venido?! ¡Conteste!

-¡Soy Philip Morris, el dueño de esta casa, suéltame ahora mismo o llamo a la policía!

-¡Rainbow, suéltale, le estás haciendo daño!-exclamó Rarity.

La chica obedeció y Rarity habló justo después.

-Sentimos la intromisión, señor Morris, pero estamos buscando a nuestra amiga Sunset Shimmer ¿sabe usted dónde está?

-¡No, no ha aparecido en todo el día, ya que siempre vigilo la casa! ¡Por eso estoy aquí, antes os vi desaparecer por detrás y supuse que habías entrado! ¿Sabéis que esto es allanamiento de morada? ¡Podría llamar ahora mismo a la policía para que os retuviera en el calabozo durante unas preciosas horas!-les espetó Morris, enfadado.

-Ya le he dicho que lo sentimos, pero entiéndanos, estamos muy preocupadas por Sunset, no la hemos visto en todo el día…

-¡Aun así eso no justifica que entréis así sin más! ¡Largaos ahora mismo antes de que me lo piense mejor, vamos!

No pudieron hacer nada más y se fueron de allí, bajo la atenta y molesta mirada del señor Morris; Rarity volvió a llamar a Sunset, obteniendo los mismos resultados. Hicieron un rápido tanteo de los lugares que solía frecuentar, peguntando en el videoclub, la cafetería de los Cake o en el cine, pero nadie la había visto en todo el día. Para las siete de la tarde todas se encontraban lo suficientemente preocupadas como para pasar al estado de pánico por su amiga; Fluttershy ya estaba llorando sentada en un banco, Rainbow no dejaba de dar vueltas, muerta de los nervios, y Pinkie se encontraba apartada de las demás, con el pelo alisado.

-¿Qué podemos hacer? No aparece por ningún lado ¿y si la han secuestrado? Ay, Dios, no…-masculló Applejack, igual de angustiada que las demás.

Rarity había intentado tantas veces llamarla, con los mismos resultados; incluso ella no pudo evitar soltar unas pocas lágrimas.

-Lo siento tanto, Sunset… no debimos pelearnos contigo…

En ese momento sólo vio una posibilidad, por lo que marcó el número de la directora Celestia; esperó un poco y lo cogió enseguida.

-¿Sí?

-¿Directora Celestia? Soy Rarity…

-Ah, Rarity… ¿habéis localizado ya a Sunset?

-No, de hecho no aparece, no estaba en casa, hemos ido a otros lugares, pero tampoco ha aparecido… creo que ha desaparecido…-anunció ella, con voz llorosa.

Celestia se quedó en silencio durante unos ínfimos segundos antes de volver a hablar.

-¿Dónde estáis?

-En la plaza, al lado del ayuntamiento… no sabemos qué hacer…

-No os mováis de allí, ahora voy-dijo Celestia, antes de colgar.

Esperaron a la directora, la cual se presentó rápidamente después de cinco minutos; salió de su coche toda azorada y se acercó a Rarity.

-Cuéntame todos los detalles-la pidió.

Pero en ese momento, al verla, Fluttershy se levantó y se echó sobre ella, llorando como una magdalena.

-¡Directora, por favor, encuentre a Sunset, se lo ruego!-masculló.

Celestia la consoló sólo como una madre lo haría.

-Tranquila, mi pequeña niña, la encontraremos, pero primero tenéis que mantener la calma, todas.

Su tranquila mirada y porte maternal consiguió calmar a la tímida chica, la cual asintió en silencio; el resto consiguió sobreponerse un poco.

-Vale, eso es, muy bien, con tranquilidad. Ahora contadme todo lo que ha pasado.

Rarity la resumió toda la búsqueda rápidamente, mientras Celestia escuchaba; una vez que terminó, ella se quedó en silencio durante unos breves instantes antes hablar.

-Tal y como lo dices, todo apunta a que Sunset ha desaparecido… por nuestra cuenta no haríamos nada, así lo que vamos a hacer es ir a la comisaria y reportar su desaparición. ¿De acuerdo? La policía sabrá cómo actuar.

Celestia las metió a todas en su coche y se acercaron a la comisaria, a pocas manzanas de donde se encontraban; antes de entrar, Celestia se dirigió a las demás.

-Dejadme hablar a mí, si algún agente os pide que les expliquéis algo, hacedlo.

Todas asintieron a la vez, sin decir nada más; entraron en el recinto, siendo atendidos enseguida por un agente.

-Vengo a reportar una desaparición, soy la directora Celestia del instituto Canterlot y una de mis alumnas ha desaparecido.

-Muy bien ¿cómo se llama la alumna?

-Sunset Shimmer.

-¿Edad?

-Dieciocho años.

El policía estuvo tecleando rápidamente en el ordenador, mirando la base de datos, y tras eso murmuró.

-Aquí, Sunset Shimmer, dieciocho años, estudiante de transferencia en el instituto Canterlot… la ficha me dice que se encuentra empadronada en Kansas.

Todos se quedaron un tanto extrañados por la revelación, ya que sabían perfectamente de donde venía Sunset.

-¿Cómo?

-Así es, había venido aproximadamente dos años al pueblo, con los papeles de emancipación arreglados y una cuenta joven agregada al banco del pueblo. Hija de Sunshine Green y Dusk Noir, vivía en Kansas antes de venirse aquí a Pine Creek…

Los datos dejaron a las presentes aún más confusas si caben, lo que el policía notó.

-¿Hay algo mal en toda esta información?

-Eh… no, en realidad no, es solo que no sabíamos que era de Kansas…-murmuró Rarity rápidamente, saliendo del paso.

-Ya… bueno, cuéntenme lo que ha pasado.

Entre las cinco, relataron al policía toda la jornada y la posterior búsqueda infructuosa de su amiga, mientras que el agente tomaba nota.

-¿Cuándo fue la última vez que la vieron?

-El viernes después de clase… nos enfadamos con ella antes, por lo que no llegamos a hablar en todo el fin de semana-añadió Rarity, algo dolida.

-Ya veo… ¿han intentado llamarla?

-Un montón de veces, pero la operadora saltaba todo el rato anunciando que la línea estaba cerrada.

El policía no dijo nada, tan solo asintió con la cabeza sin dejar de teclear en el ordenador; una vez que terminó de rellenar la ficha, anunció.

-Vale, necesitaría una foto de la desaparecida para empezar a lanzar copias…

-Yo se la facilitaré, puedo mandarle la foto de su expediente académico-murmuró Celestia.

-Vale, pues esto ya está, a partir de aquí nos encargamos nosotros, pero si creen poder saber algo más que nos pueda ayudar, no lo duden y vengan a contárnoslo. Y le agradecería que me mandara cuanto antes esa foto, señorita Celestia.

-Sí, en cuanto llegue a casa.

Tras las formalidades previas, se despidieron del policía y salieron de la comisaria con los ánimos por los suelos y muy preocupadas por Sunset; Celestia era la única que conservaba la calma.

-Muy bien, seguro que la policía la encuentra enseguida. Ahora volved todas a casa, os mantendré informadas de lo que surja.

-¿¡Cómo puede estar tan tranquila!? ¡No sabemos dónde está nuestra amiga, y hasta que la policía se mueva, seguro que pasa un buen tiempo!-masculló Rainbow, muy azorada.

-¡Es verdad, nosotras podemos buscarla también!-exclamó Pinkie.

-Comprendo vuestra aflicción, chicas, pero la policía tiene muchos más recursos que todos nosotros, tan solo podemos confiar en ellos y esperar.

Celestia se despidió de ellas y se fue de allí en su coche rápidamente; las cinco amigas la vieron irse, y en cuanto se quedaron solas, Rainbow exclamó.

-¡Pues yo no me pienso quedar de brazos cruzados! ¡Me da igual lo que diga Celestia, buscaré a Sunset por mi cuenta!

-Pero Rainbow, si ni siquiera sabíamos por dónde empezar antes…-murmuró Applejack.

-¡No puede ser tan complicado! ¡Buscaré por todos los lados hasta encontrarla, ya lo veréis, seguro que la encuentro antes que la policía!

No hubo manera de convencerla de lo contrario y acabó yéndose de allí, desoyendo a las demás; Rarity se fue a casa y el resto también, decidiendo hacer caso a la directora. Durante el camino no pudo quitarse la mueca de preocupación e su cara, y en cuanto pasó al lado de la cafetería se encontró de frente con Flash.

-Hola, Rarity… ¿y esa cara tan larga?

La chica le miro por un momento, no muy segura de si decírselo, pero al final anunció.

-Flash, vengo de la comisaria… me temo que Sunset… ha desaparecido.

El chico se quedó de una pieza, sin poderse creer lo que había oído.

-¿¡Qué?!

-No vino a clase en todo el día, pensamos que se había quedado en casa, pero allí no estaba cuando fuimos, y tampoco aparecía por ningún otro lado. La directora Celestia nos ayudó a reportar la desaparición a la policía.

Pero el chico apenas escuchaba, su cerebro iba por otros derroteros, haciendo sus propias suposiciones; sin decir nada más, echó a correr, dejando plantada a Rarity.

-¡Flash, espera! ¿¡A dónde vas?!

Pero para entonces, el chico ya estaba lejos.

Mientras tanto, en el instituto, los últimos alumnos iban saliendo mientras que el conserje esperaba con el manojo de llaves en su mano.

-Venga, que he de cerrar…-decía, con gesto cansado.

El último de los alumnos en salir fue Shine, el cual se quedó un poco rezagado del resto; esperó a que el conserje cerrara por dentro y, una vez solo, se dirigió hacia la estatua del corcel. En cuanto posó la mano en el pedestal, descubrió con sorpresa que se notaba duro y frio.

-No puede ser… debería estar abierto…-pensó en lo más hondo de su ser.

Trató por todos los medios de no entrar en pánico, pensando en la posibilidad de reabrirlo de nuevo si se traía la dinamo, aunque bastantes problemas tuvo antes para conseguirla y sacarla del almacén sin ser visto. En eso estaba, cuando de golpe y porrazo notó como alguien le cogía de la camiseta y se encontró con Flash matándolo con la mirada.

-¿¡Dónde está?! ¡Dime dónde está!

-¿El qué, qué dices?

-¡No te hagas el tonto conmigo, tío! ¿¡Dónde está Sunset, que has hecho con ella!? ¡Dímelo ahora mismo!

-¡No sé de qué me hablas, yo tampoco sé dónde está!

-¡Mentira! ¡Sé que algo ocultas, pretendes hacer algo, no sé el qué, pero seguro que tiene que ver con Sunset!

En ese momento, Shine se puso a la defensiva y se zafó de él, dándole un empujón.

-¡No me toques, imbécil, no sé de qué me hablas cuando te me diriges así en plan perturbado!

-¿¡Qué?!

-¡Mira, que te entre en la cabeza tío, Sunset y yo estamos juntos! ¿¡Vale?! ¡Y si tanto te jode, no haber cortado con ella antes!

-¡No me vengas con esas, sabes de lo que te hablo! ¡Como Sunset no aparezca en menos de veinticuatro horas, aquí van a haber más que palabras!-aseguró Flash, más cabreado que nunca.

-¿¡Oh, sí?! ¡Qué miedo me das, capullo, aquí te espero entonces!

Los dos chicos no apartaron la vista el uno del otro, enfrentándose con la mirada; Shine se ajustó su camisa y antes de irse, le dijo.

-La próxima vez que me abordes así, no seré tan condescendiente contigo.

Flash le observó irse hasta que le perdió de vista tras la esquina del instituto; sintiéndose más impotente que nunca, descargó toda su frustración pateando el pedestal de la estatua. Pero fue en ese mismo instante en el que se acordó del portal y quiso comprobar una cosa por sí mismo; ignorando las cintas, alzó la mano y tocó la superficie del mismo, pero tan solo se sintió fría y dura. No pudo evitar dejar escapar un suspiro nostálgico, recordando tanto a Twilight como a Sunset; de alguna manera se había hecho a la idea de que no volvería a verla en un largo periodo de tiempo. Pero Sunset era otra historia. No podía comprender que hubiera desaparecido así sin más, la idea se le antojaba extraña y ridícula. Hasta la idea más loca y absurda, le pareció sensata y plausible, comprobándolo por sí mismo poco después.

No quiso abandonar la estatua, pero tampoco iba a encontrar a Sunset así, por lo que decidió irse y se fue a por su coche; una luna menguante decoraba lo alto del cielo en cuanto dejó el parking.









Sunset no oía nada salvo sonidos apagados y voces lejanas resonando en su cabeza; trató de abrir los ojos y le pareció ver unas figuras borrosas acompañadas de una voz que ella conocía bien.

-¡Está despertando!

En cuanto pudo enfocar bien, pudo ver que se trataba de Twilight y sus amigas, las cuales se encontraban congregadas ante una cama de la enfermería del palacio.

-¡Oh, Sunset, sentimos lo que ha pasado! ¡La princesa nos llamó con urgencia ayer de madrugada y vinimos todo lo rápido que pudimos!-exclamó la princesa.

Fue entonces cuando la unicornio recordó los acontecimientos previos y se levantó de un bote.

-El espejo… ¡el espejo!-exclamó, echando a correr.

-¡Sunset, espera!-la llamó Twilight.

Sin prestar atención a nada más, ni siquiera a sus patas vendadas, corrió sin parar hasta llegar a la sala donde se guardaba el espejo, el cual se encontraba allí, junto con la princesa Celestia, Luna y Cadance.

-¡No! ¡No, no, no!-masculló ella, acercándose a lo que quedaba de él.

-Sunset, espera…-murmuró Celestia.

Aun así, la aludida se acercó al montón de trozos de cristal que ahora era el espejo; la tabla de madera que lo sostenía había sido reparada, junto con las ornamentaciones. Se quedó mirando durante un buen rato al montón, mientras que las demás se personaban en el lugar, tras la estela de Sunset. En un momento dado, ella se dio la vuelta y se dirigió a Celestia.

-¡Princesa, por favor, tiene que hacer algo, intente repararlo!

-Me temo que no es tan sencillo, Sunset…

-¡Pero algo podrá hacer, lo que sea! ¡Por favor, se lo pido por favor, inténtelo!-masculló ella, al borde de las lágrimas.

La alicornio blanca la miró por un momento, rumiando posibilidades, y luego suspiró; al punto, su cuerno brilló en un aura dorada y todos los trozos de cristal comenzaron a levitar. Uno por uno, comenzaron a colocarse sobre el tablón de madera, resolviendo mágicamente un puzzle de más de cien piezas por lo menos. Una vez que estuvieron todos en su sitio, el aura dorada que los envolvía a todos se intensificó y las grietas entre los trozos se soldaron, formando de nuevo el espejo. Sunset esbozó una gran sonrisa al verlo entero, pero ésta se desvaneció al poco tiempo en cuanto vio que las grietas volvían a ser visibles; en menos de cinco segundos, los trozos de cristal volvieron a caer al suelo tintineando y formando de nuevo el montón. Sunset se sintió hundida por momentos.

-Me temo que no es posible repararlo, al menos mediante métodos convencionales. Supongo que ya lo sabrás, pero la magia de ese espejo databa de tiempos muy antiguos, cercanos a los de Starswirl el Barbudo-explicó Celestia, sin perder la calma.

-Pero, pero… ¿cómo voy a volver ahora? Este es el único modo posible de acceder allí…-inquirió Sunset, desesperada.

-Ahora mismo no tenemos muchas opciones… aunque una cosa es clara, esto no ha sido un accidente. Alguien ha empujado el espejo. Y tenemos que descubrir quien ha sido-añadió Celestia, seriamente.

-Pero ¿quién querría hacer una cosa semejante?-se preguntó Twilight, en voz alta.

-Esa es una pregunta de lo más interesante, Twilight… quien quiera que haya hecho esto, sabia de qué trataba el asunto. Y por la misma regla de tres, también conocía tanto a Sunset como lo que había detrás del espejo. Es por eso que debemos de tomar este asunto de la forma más prudente posible. Pero lo primero es lo primero, debemos de investigar quien ha podido cometer semejante atrocidad. Twilight, quiero que estés al mando de las pesquisas, elabora una lista de sospechosos e interroga a quien creas necesario para descubrir al culpable.

-¡Sí princesa, no la defraudaré!

-Sabía que podía contar contigo. El resto podéis ayudarla. En cuanto a ti, Sunset, será mejor que descanses, el golpe ha sido muy duro y necesitas estar lucida-añadió Celestia, dirigiéndose a ella.

-¡Pero princesa, yo también quiero ayudar, no quiero quedarme de patas cruzadas!

-Lo sé, pero ahora lo último que necesitas es ponerte en tensión… descansa al menos un día y luego podrás unirte a ellas.

La mirada de la alicornio blanca fue tal que Sunset no quiso discutirlo más y se quedó callada, sin decir nada más. Las demás la acompañaron de vuelta a la enfermería.

-No te preocupes, Sunset, nosotras nos ocuparemos hoy, tu solo descansa-la dijo Twilight.

-Sí, no tienes por qué preocuparte por nada, dulzura, encontraremos al que haya hecho esto-aseguró Applejack.

-¡Sí! ¡Lamentará haber roto el espejo y lamentará haberte dejado tirada aquí!-añadió Pinkie, molesta.

-Gracias por venir, chicas… solo espero volver enseguida, no quiero abandonar a mis amigas. Ojalá haya otra forma de regresar…-murmuró ella, preocupada.

-Tranquila, no pienses en eso, trataré de descubrir alguna otra forma por si no conseguimos arreglar el espejo.

Estuvieron con ella un rato más y luego se despidieron, dejándola tumbada en la cama; Sunset se dio la vuelta y lanzó una mirada llena de incertidumbre a través de la ventana. ¿Y si no conseguía volver? ¿Y si sus amigas al otro lado se olvidan de ella? ¿La estarían buscando? Eran tantas preguntas que ni siquiera sabía su respuesta. No pudo evitar soltar algunas lágrimas, muerta de preocupación.

-Chicas… lo siento tanto. En buen momento nos peleamos…

A pesar de que eran las nueve de la mañana, Sunset llegó a dormirse un poco, pensando en un futuro incierto y poco definido. Mientras tanto, la tierra a ambos lados del espejo seguía girando.

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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sg91 » 25 Ago 2013, 18:27

Capítulo 8

Elemental


Debido a que éste es el capítulo más largo hasta la fecha y por ello sobrepasa los 60000 caracteres, no puedo ponerlo aquí, por lo que os dejo el enlace a fanfiction.net. Lo siento.

http://www.fanfiction.net/s/9452880/9/El-sol-se-pone-ahora

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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Angelus-Y » 27 Ago 2013, 13:45

Hola aqui posteo que debo decir dos cosas: voy a seguir leyendo esto ahora mismo, que siento curiosidad, perdoname que no haya leido esto antes, he leido otros pero claro como estoy por orden ahora y demas pues quiero ahora leerme este porque sino no los leo nunca y estoy seguro de que es un gran fanfic que trata entre otras cosas de Sunset Shimmer, un personaje que me gusto mucho y deseo poder leer esto cuanto antes, ya que no hay prisa pero bueno...mejor antes que nunca, y perdonad por poner este mensaje que no se si sera como spam o lo que sea, por ello editare los capitulos en este post o en otro en caso de que ya comenten que tengo muchisimas ganas de leermelo.


P.D: 60000 caracteres.... eso se zampa en dos minutos :ppmad:
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sg91 » 27 Ago 2013, 18:24

Angelus-Y escribió en 27 Ago 2013, 13:45:Hola aqui posteo que debo decir dos cosas: voy a seguir leyendo esto ahora mismo, que siento curiosidad, perdoname que no haya leido esto antes, he leido otros pero claro como estoy por orden ahora y demas pues quiero ahora leerme este porque sino no los leo nunca y estoy seguro de que es un gran fanfic que trata entre otras cosas de Sunset Shimmer, un personaje que me gusto mucho y deseo poder leer esto cuanto antes, ya que no hay prisa pero bueno...mejor antes que nunca, y perdonad por poner este mensaje que no se si sera como spam o lo que sea, por ello editare los capitulos en este post o en otro en caso de que ya comenten que tengo muchisimas ganas de leermelo.


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Tranquilo, no te apures, no hay prisa ;)

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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Angelus-Y » 27 Ago 2013, 22:15

Bien, primer capitulo leido, no os preocupeis sera este el que vaya editando conforme vaya leyendolos.

El capitulo 1 en concreto me ha gustado bastante, ¿que digo? me ha encantado muchisimo y tratas una tematica atrevida y adecuada: Lo que supuestamente podria haber pasad en un futuro con Sunset Shimmer según veo, la cual dado su fracaso en la pelicula, se nota el cambio de actitud: arrepentida, eso me gusta mucho como lo has reflejado y la insistencia que esta presenta en todo el capitulo respecto a lo que hizo, lo que le cuesta levantar cabeza que dado a la gravedad de sus actos pues esta plasmado perfectamente, ahi te doy muchos puntos.

Cada una de las 5 chicas (Mane5) estaban muy bien reflejadas como siempre veo en tus fanfics, demostrando su sentimiento que se nota el esfuerzo que presentas para poder sacar a relucir, ¡no? eso que queremos muchos de mostrar y no contar, y veo que en el primero lo has hecho muy bien. Rarity ha sido la mejor cuadrada porasi decirlo, aunque me ha sorprendido al decir una palabrota, algo tipico quizas de una adolescente de su edad pero sin embargo algo que no esperarias de la Rarity al menos poni que conocemos, pero no por ello desencaja, podria haberse escapado en ese momento, asi que nada negativo en el tema. Rainbow Dash tambien la he visto bastante acorde a la serie y a la pelicula, mas a la pelicula creo yo y Applejack sin duda era facil de distinguir, entre otras cosas por sus coletillas, eso le añades la fluidez tan excepcional que le has otorgado al capitulo y queda fantastico y ademas se nota que has rematado el "dijo" jaja como muchas veces te he visto que lo odias a muerte. Celestia tambien ha estado magnifica y acorde a lo que uno puede esperarse de ella, si le ve el punto positivo...pero ya dijo que se nota que la protagonista es Sunset y es a quien realmente nos abres la puerta a sus sentimientos y demas, muy bueno honestamente y no me esperaba menos. Buen vocabulario como muchos, comodo de leer. Es magnifico y espero poder seguir leyendolo con tranquilidad. Un saludo :)

Edit: El capitulo 2 me ha gustado y ha sido comodisimo de leer, la verdad, con montones de cosas, sorpresas y sobre todo enganche, me encanta como lo vas llevando y me resulta la mar de facil imaginarmelo y me gustaria que hasta hicieran una serie de esto, porque la trama es muy buena y ademas tiene unas situaciones muy cotidinas y familiares de lo mas adecuado. Sigue asi ;) proseguire con el resto.
P.D: le estoy cogiendo cariño a Sunset...la pobre... :(

Edit2: Capitulo 3 leido ^^ como hasta entonces, comodisimo y usas una fluidez que es de lo mejor Sg, Sunset shimmer...me encanta como la vas poniendo, asi como las situaciones que presentas, muy imaginativo y bien desarrollado, no he visto ningun fallo aparente y que sepas que es de los que mas me esta gustando de los tuyos :) vy a leer el siguiente impaciente. Excelente.

Edit final: Ya me he leido todos ^^ magnifico sin lugar a dudas: Una narrativa y dialogos nada redundantes y muy fluidos, los personajes muy bien puestos y los sentimientos y el mostrar, va mejorando muchisimo y se nota, yo lo veo al menos mejor y mas placentero. La trama me tiene en un HYPE que ni te imaginas, la verdad...porque hay una cantidad de nuevos elementos que puffff, me dejan en una intriga que me ahoga xD, ademas el estilo detectivesco de los ultimos muy logrados y te sumergen de lleno, la verdad, jaja. Sunset Shimmer me esta gustando muchisimo en este fic y le estoy cogiendo cariño y todo :)

Por favor, estare expectante del siguiente episodio ^^ que me esta encantando de lo lindo y me he echado muy buenos ratos llevaderos y magnificos :D2 Un saludo. Yo lo recomiendo enormemente.
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sg91 » 10 Sep 2013, 21:35

Capítulo 9

Bajo vigilancia


Spoiler:
A partir de ese momento, el inspector Donelly notó cómo sus pesquisas se estancaban de forma sistemática; tenía toda la información posible contrastada, tanto desde el punto de vista de las amigas de la desparecida como de los estudiantes del centro. Hasta ahora el único sospechoso que tenía era Shine Streak, el novio, pero apenas tenia pruebas que corroboraran su versión. Diablos, si lo único que tenia era una acusación particular infundada del anterior novio de la desaparecida. Era más que evidente el por qué de dicho estancamiento.

-Donelly, recibí ese informe justo ayer…

La grave voz del comisario le sacó del estado transitorio en el que se encontraba y le hizo reaccionar.

-Ah, oh, comisario…

-¿Qué haces, Donelly?

-Pues, esto… pensar en el caso… sé lo que me va a decir, comisario…-murmuró él.

-Entonces ¿por qué tengo que molestarme en levantarme de la silla, Donelly?

Los dos se sostuvieron la mirada por breves segundos y el inspector trató de distraerse con otra cosa que no fuera él.

-Sé que es el primer caso de desaparición, pero por eso mismo necesito que hagas esto… la alcaldesa me ha llamado esta misma mañana para enterarse de cómo iba la cosa, y se esperaba que estuviera resuelto. Y sabes cómo odio decepcionar a la gente…

-Lo sé, señor, lo sé, pero el problema es que no tengo nada más a lo que atenerme. Lo tengo prácticamente todo, los hechos están ahí, y mi sospechoso también, pero no sé cómo hacerle salir. Sólo necesito un poco más de tiempo.

-¿Qué tienes pensado?

-Tengo una patrulla que me ayuda a vigilarle, empecé justo ayer, pensé que si le poníamos vigilancia acabaríamos descubriendo algo. Es mi único indicio, señor… además, dentro de dos días los chavales empezarán los exámenes, por lo que es complicado vigilarle-explicó Donelly.

El comisario le miró de arriba abajo, sopesando la situación.

-¿Estás seguro de que el muchacho es la clave? no me gustaría enterarme de que hemos estado dando palos de ciego…

-Segurísimo, le digo yo, comisario, que ése sabe dónde está la chica.

-Está bien… mientras la encontremos lo más pronto posible…

-Haré todo lo que esté en mi mano para traerla de una pieza, palabra.

El comisario asintió con la cabeza, sin decir nada más, y abandonó el despacho; una vez solo, Donelly se permitió el lujo de soltar un largo bufido. Su carrera policial había llegado a un punto de inflexión, eso estaba más que claro. Y más le valía hacerlo bien si quería salir airoso y continuar añadiendo más cosas en la casilla de observaciones. Por ahora tan solo le quedaba la vigilancia; y para eso era necesario esperar.

Sin embargo, otros no llevaban del todo bien el simple hecho de esperar; de todas las cinco del grupo, Rainbow Dash era la que más nerviosa estaba a cada minuto que pasaba. No podía estarse quieta, se había pateado casi todo el pueblo en busca de Sunset, con nulos resultados. Ya no sabía ni qué hacer.

-En serio, chicas, es demencial, no la encuentro por ninguna parte…-masculló la chica, mordiendo el capuchón del boli.

Esa tarde se encontraban estudiando en casa de Fluttershy, pero ella apenas había hecho gran cosa.

-Rainbow, entendemos que estés preocupada por ella, nosotras también lo estamos… pero en serio, tienes que concentrarte, pasado mañana empiezan los exámenes. Y el primero es historia…-la recordó Rarity, preocupada por ella.

-Lo sé, pero es que no me puedo concentrar… no así…

Tiró el boli sobre el libro y se cubrió la cara con las manos, dejando escapar un suspiro entrecortado; las demás intercambiaron entre ellas varias miradas agitadas y Rarity se reincorporó.

-Ven, querida, necesitas relajarte…

Se sentó tras ella y comenzó a darla un suave masaje; en circunstancias normales, Rainbow se hubiera negado o apartado e golpe, pero en esos delicados momentos se dejó hacer.

-Ya sabes que la policía la está buscando… no deberías preocuparte, querida…

-Lo sé, pero mira a ese inspector, metiendo las zarpas más de la cuenta. Estoy segura de que sabe más de lo que nos ha contado…-murmuró ella, moviendo un poco los hombros.

-Bueno, pero él solo hace su trabajo…

-¿Entonces por qué no le contamos lo que realmente pasó? Verá, inspector, resulta que Sunset es en realidad un poni venido de un mundo paralelo donde todos son ponis de colores pastel y viven felices-masculló Rainbow, con voz de falsete.

-Bueno, dicho así…-murmuró Applejack.

-Pues por eso mismo. Además, estoy empezando a pensar en lo que me dijo Flash…

-¿Qué te dijo?

La chica les contó las suposiciones de Flash, reaccionando de seguido.

-¿Shine? Pero cómo va a tener nada que ver si es su novio…-recordó Applejack, extrañada.

-Claro… además, parece un buen chico…-asintió Fluttershy.

-Ya, pero aun así… sé que suena un tanto descabellado, pero dudo que Flash lo diga por decir…-murmuró Rainbow, entrecerrando los ojos.

-¿Lo dices por que quizás él sepa algo más? ¡Oh! ¿Y si resulta que no es lo que parece y ha encerrado a Sunset en un lugar oscuro y húmedo? ¿Y si la ha hecho desaparecer? ¿Y si, y si…?

Pinkie hubiera querido continuar, pero cuatro miradas llenas de reproche la obligaron a parar.

-Perdón…-murmuró ella, quedándose callada.

-En cualquier caso, que Shine haya tenido algo que ver en la desaparición de Sunset es del todo absurdo. Yo no me preocuparía tanto y le dejaría hacer a la policía. Además, tenemos un temario de historia que mirar, y no se va a empollar solo-añadió Applejack, alzando el libro de texto.

Las demás asintieron con la cabeza, sin decir nada más, y volviendo a sus apuntes; el resto de la tarde se pasó enseguida y a eso de las nueve y media, todas se fueron a sus casas excepto Fluttershy, la cual las acompañó hasta la puerta.

-Pues nos vemos mañana en clase-murmuró ella, en voz baja.

-Mismamente-asintió Applejack, divertida.

-Gracias por dejarnos parar en tu casa, Flutters-añadió Pinkie.

-No hay de qué… estudiad mucho.

-Procuraremos…

Cada una tomó un camino distinto para volver a su casa, aunque Rainbow iba más absorta que en otras ocasiones; la teoría de Flash, por muy descabellada que fuera, aun seguía rondándola la cabeza. Quizás antes no la hubiera prestado demasiada atención, pero después de haberse estado mirando los fundamentos y cláusulas de la declaración de independencia, cualquier cosa era aún mejor. Y fue entonces cuando comenzó a rumiar la situación.

-Lo cierto es que la actitud de Shine ha sido un poco extraña… Sunset ya lleva dos días desaparecida y él apenas se ve nervioso o afectado. Hoy le he visto hablando con unos chicos de la clase del B y parecía igual que siempre…

De hecho seguía sin asistir a las clases desde que había llegado, alguna que otra vez se había pasado por alguna, pero sólo para hablar con el profesor pertinente; normalmente los estudiantes de intercambio están obligados a asistir a clase, pero aun así nadie parecía decirle nada. Era como si tuviera total impunidad. Y eso le permitía cierta libertad que, en manos de cualquier otro, hubiera sido oro puro.

-Puede que Flash esté en lo cierto, aunque… no hay pruebas.

Alzó la vista y vio que había llegado al cruce donde normalmente ella giraba a la izquierda para llegar a casa; pero en vez de eso, se quedó quieta, dirigiendo la mirada hacia delante. Un poco más adelante comenzaba la urbanización donde Sunset vivía. Y, al final de la misma, se encontraba la mansión de Shine. Rainbow entrecerró los ojos, pensando en posibilidades. Finalmente se quitó la mochila, la ocultó tras un banco, y justo después echó a caminar con paso ligero con su destino bien claro.

Le llevó un cuarto de hora atravesar toda la urbanización de cabo a rabo, pero finalmente tuvo a la vista la mansión de Shine; no se molestó en guardarse sus comentarios en cuanto la vio.

-Joder, menuda choza…

La mansión no era ningún palacio presidencial, ni mucho menos, pero la fachada blanca de estilo victoriano rezumaba lujo por los cuatro costados; una serie de columnas cinceladas sostenían un total de tres pisos, con ornamentaciones coronando las ventanas. Un tejado a dos aguas remataba todo el conjunto y, como bien se esperaba, una alta verja cortaba el paso; en cada esquina de la misma había una cámara de vigilancia vigilando todo el interior, rodeó el terreno varias veces en busca de algún ángulo muerto por el que tuviera alguna oportunidad de no ser vista. La esquina superior izquierda era la que más oscura se encontraba, en el otro extremo de un no muy grande jardín, pero igualmente ostentoso. La piscina y el jardín de setos daban fe de ello.

Rainbow se acercó a la esquina y posó sus manos sobre los barrotes; alzó la mirada y tuvo a la vista dos cámaras de seguridad que enfocaban a ambos lados de ésta. Los barrotes eran totalmente lisos, pero sabia que eso no era ningún problema, al menos para ella. Se agarró con fuerza a ellos, flexionó sus piernas y acto seguido saltó. A partir de ahí sincronizó todos sus músculos de cintura para abajo y se las apañó para ir subiendo por los barrotes, apoyándose sobre ellos de forma conjunta. Una vez que llegó a lo más alto se agarró como pudo al borde y observó la parte inferior de las cámaras; varios cables se encontraban conectados a éstas, pero ella estaba buscando uno en concreto. Una clavija de color amarillo se encontraba conectada a cada cámara, y había el suficiente cable.

-Estupendo… a ver…

Flexionando las piernas, se asió con fuerza a los barrotes para no caer. Tenía que ser muy rápida si no quería que la descubrieran antes de tiempo; asió las dos clavijas a la vez, pero no tiró de ellas.

-Uno… dos… ¡tres!

Al punto, retiró las clavijas para luego cruzarlas y volverlas a encajar; las cámaras temblaron levemente, Rainbow esperaba que no se hubiera notado demasiado. Si el guardia era el típico vago que miraba videos de YouTube en vez de las pantallas de seguridad, no tenía por qué preocuparse. Una vez que cambió las clavijas flexionó de nuevo las piernas a la vez que se impulsaba hacia arriba. Tuvo que hacer malabares para no golpear las cámaras mientras daba la vuelta, al mismo tiempo que trataba que no la llegaran a enfocar; aunque hubiese cambiado las cámaras, corría el riesgo de ser vista igualmente, aunque como maniobra evasiva venía bien. Se las ingenió para agarrarse de nuevo a los barrotes con las piernas y bajó por ellos como lo haría el más experimentado bombero.

-Vale, ya estoy dentro…

Antes de ponerse en movimiento, comprobó que las cámaras no se habían movido; frente a ella se encontraba el jardín de setos, lo que podía aprovechar perfectamente para paliar los metros hasta la piscina. Contó hasta tres de nuevo y echó a correr hacia los primeros setos, ocultándose tras ellos. Tras éstos pudo volver a enderezarse de nuevo, el laberinto no era muy grande, por lo que no fue complicado llegar al otro lado. La piscina quedaba justo delante, desde donde estaba pudo ver varias cámaras situadas en las dos esquinas de la casa que enfocaban hacia la parte superior de la piscina; no parecía haber ningún ángulo muerto, y salir de frente sería una pillada segura.

-Maldita sea…

Buscó otra salida del laberinto de setos y encontró otra salida en el lado este; había una única cámara que enfocaba desde el otro lado de la verja, pero había otro par en la esquina de la casa que daba a ese lado.

-Lo tienen todo muy bien cubierto… salga por donde salga, me verán.

Volvió hacia atrás, pensando en un plan alternativo que ni siquiera contempló desde el principio; pasó al lado de la salida norte del laberinto, pero en ese momento oyó unas voces que le llamaron la atención.

-¿Cómo lo llevas en el nuevo instituto?

-Bien, tengo unas ganas tremendas de hacer los exámenes y salir pitando… por favor, papá, dime que no nos vamos a quedar mucho tiempo.

Rainbow se acercó sin hacer ruido a uno de los bordes y se asomó para ver de quien se trataba; Shine se encontraba hablando con un hombre de mediana edad, muy parecido a él físicamente.

-He venido aquí por cuestiones de trabajo, ya lo sabes… pero el repentino apagón de hace poco ha hecho dudar a la proveedora estatal, por lo que tendremos que quedarnos más tiempo.

-Pues vaya…

Shine miró hacia otro lado, mientras que su padre clavaba la vista en su nuca; vestía con un impoluto traje grisáceo que contrastaba con una corbata marrón clara. Se sacó un habano de una pequeña funda y se lo fumó con mucha parsimonia.

-Shine, eres un libro abierto, como tu madre… ¿creías que no me iba a dar cuenta? Desde el primer momento supe que la bobina tuvo algo que ver. No conozco a ningún otro dispositivo que consuma tanta corriente en tan poco tiempo, y ya me notificaron desde el almacén que el prototipo había estado ausente durante unas pocas horas…

Su hijo se dio la vuelta y le sostuvo la mirada severamente.

-Esa bobina no es ningún juguete, Shine. ¿Qué hiciste con ella?

El chico no respondió inmediatamente, aunque se tomó su tiempo.

-Nada en especial…

-Shine, sabes perfectamente que odio que me mientas. ¿Qué hiciste con ella? ¿Por qué la usaste?

-Ya te lo he dicho, nada en especial…

-¡No te lo crees ni tú! ¡Contesta a tu padre!-exclamó éste, alzando la voz.

Los dos se sostuvieron la mirada durante unos efímeros segundos antes de que el chico se decidiese a hablar.

-Está bien… tan solo se la quería enseñar a un nuevo promotor, le prometí que se la llevaría para verla y le hice una demostración; quiso ver el alcance de la misma y me insistió en llevarla al máximo de su potencial, de ahí el apagón.

-¿Y el promotor ese se puso en contacto contigo en vez de conmigo?-inquirió su padre, sin fiarse de él.

-En realidad fue su hijo, un compañero mío del instituto, por eso mismo.

Se quedaron en silencio de nuevo, sin cruzarse la palabra; Rainbow entrecerró los ojos, pensando en algo evidente. Esa era la excusa más pobre y barata que había oído en toda su vida. Y, al parecer, su padre opinaba igual, ya que le miró con el ceño fruncido y un auspicie de duda en su alargada cara. Aun así, por alguna razón se lo dejó pasar.

-Está bien, pero que sea la última vez que coges un prototipo tan caro como ese sin pedirme antes permiso.

-Sí, sí…

El hombre se fue de allí sin decir nada más, quedándose Shine junto a la iluminada piscina; en cuanto se dio la vuelta, Rainbow reaccionó y volvió a ocultase de nuevo para o ser vista. Pero en ese mismo momento, el chico habló en voz alta.

-¿Sabes que es delito entrar en propiedades ajenas, Dash?

La chica multicolor dejó escapar un respingo y salió de su escondite con mucha parsimonia.

-Muy bien, vale, me has pillado… si quieres llamar a la policía, de acuerdo. Aunque me pica la curiosidad ¿cómo lo has sabido?

-Bueno, es lo que tiene cuando tu jefe de seguridad se dedica a comer rosquillas y ver la Super Bowl en vez de vigilar el sistema de seguridad, cual policía seboso… cuando eso ocurre, suelo pasarme de vez en cuando yo y echo un vistazo. No eres tan buena como crees, Dash-murmuró el chico, como si la reprendiera.

-Bueno, una tiene sus prioridades… y supongo que tu también, aunque no las aparentes…

-¿Qué quieres decir?

-Quiero decir que eres el novio de Sunset, por ejemplo… ¿no estás preocupado por ella? Lleva dos días desaparecida, por si no te habías dado cuenta…-le recordó ella, cruzándose de brazos

-Vaya, me esperaba un poco más de sutileza por tu parte, Dash…

-Y yo me esperaba un poco más de reacción por tu parte, Streak. Mira, ya sé que eres un chico rico y todo eso, pero a mi no me terminan de convencer algunas cosas. ¿Un promotor a través de un alumno? Por favor, digo yo que tu padre es lo suficientemente listo… y tu también.

A eso, Shine tan solo sonrió socarronamente.

-Piensa en lo que quieras, en realidad no me importa ¿Por qué crees que yo tengo algo que ver con lo que ha pasado? Claro que estoy preocupado por Sunset, como bien dices, es mi novia…

-Pues tienes una peculiar manera de demostrarlo… sobre todo queriendo irte pitando en cuanto acaben los exámenes-añadió Rainbow, esbozando una sagaz sonrisita.

-No se te escapa una, Dash… aunque, una vez más, vuelves a errar por querer ir tan rápido. Me gustaría irme de vacaciones a Miami y había pensado en llevarme a Sunset conmigo.

-¿Ah, sí?-inquirió ella, alzando una ceja.

-Claro; palmeras, sol, playa, verano, ya sabes…

-Hasta ahí llego, genio.

Rainbow analizó concienzudamente al chico, sin perder de vista en ningún momento ningún solo detalle; debía de admitir que se le daba bien ocultar sus sentimientos, su cara de póker permanente era difícil de derribar y esa media sonrisita dibujada en su cara la ponía más nerviosa de lo normal. Casi nunca se dejaba influenciar por un chico, pero él conseguía lo que hasta ahora para ella era un privilegio reservado para unos pocos, entre ellos al vice capitán del equipo nacional de maniobras aéreas de los Wonderbolts, Soarin.

-No deberías sacar conclusiones precipitadas, Dash… ni entrar en plan ninja en casas ajenas-añadió él.

-Pensé que serviría para confundir…

-Sí, fue una maniobra muy bien pensada, pero por muchos malabares que hagas, al final se te acaba viendo… quizás no estés tan en forma como creías…

-Y quizás no deberías hablar tanto, bocazas-le espetó ella, enfadada.

En cambio, Shine sonrió abiertamente, como si se vanagloriara de haber hecho cabrear a Rainbow Dash.

-Bueno, ceo que no hace falta que sigamos con esta conversación… ahora mismo el patán que tenemos por jefe de seguridad no está, puedo acompañarte hasta la puerta sin que nadie te vea…

-Sé caminar yo sola, gracias…

Aun así, Shine la siguió de cerca mientras atravesaban todo el jardín hasta la puerta principal; el chico abrió la verja para que pudiera salir.

-Bueno Dash, ha sido un pacer tenerte aquí, pero para la próxima vez usa la puerta, eso de saltar verjas no está muy bien visto.

-Lo tendré en cuenta, gracias.

Sin mirarle siquiera, se fue de allí pisando fuerte y a paso ligero; ahora comprendía un poco mejor las sospechas de Flash, aunque el intento se había quedado en nada. Siguió andando un poco más, pero en ese momento oyó un motor cerca de ella y se dio la vuelta.

-Tienes suerte de que no nos hayan llamado… ¿acaso quieres meterte en problemas, chiquilla?

-Buenas noches a usted también, inspector-soltó ella, sin ganas de hablar con él.

-No es por nada, pero te vi saltando la verja ¿en que estabas pensando?-inquirió Donelly, ceñudo.

-No son sus asuntos, déjeme tranquila…

En ese momento, el inspector frenó en seco y salió del coche.

-Mira, entiendo que quieras encontrar a tu amiga, pero no puedes entrar y salir de casas ajenas así sin más. Además, lo que has hecho ha sido arriesgado, le has alertado, ahora sabrá que le estamos vigilando y no podré acercarme lo suficiente a él como para…

-¿Sabe que es el responsable del apagón de la semana pasada?-soltó entonces ella, cortándolo de golpe.

Donelly entrecerró los ojos, con un deje inseguro, pero al final indicó.

-Sube.

Rainbow se sentó en el asiento del copiloto y el inspector arrancó de nuevo, poniéndose en movimiento.

-A ver ¿Qué es eso del apagón?

-Pude descubrir que lo había provocado él, le oí explicar a su padre que había hecho funcionar una bobina en una demostración extraoficial, por así decirlo. Me sonó a excusa barata, y estoy segura de que a usted también.

-Hombre, bobinas hay, pero que yo sepa una sola de esas no basta para…

-También decían que era un prototipo, por lo que me es de suponer que debe ser algo nuevo y revolucionario… ya sabe, cosa de millonarios…

El inspector se quedó callado, rumiando rápidamente la nueva información.

-Pero el que tenga una bobina no significa nada, ni está relacionado con la desaparición de Sunset. Además, lo del apagón ya está solucionado, así que…

-¿Y no piensa indagar nada? ¡Es una posible pista!-exclamó Rainbow.

-Es un simple detalle, y tampoco voy a detenerle por poseer una bobina…

-¿Cómo que no? ¿Y qué hay de la excusa? ¡Estoy segura de que tal demostración no existió!

-Vale ¿tienes pruebas que lo corroboren?

Rainbow trató de hablar, pero se contuvo y dejó escapar un gemido frustrado.

-¿Lo ves? Un simple detalle, nada más. Mira, tengo tantas ganas de encontrar a Sunset como tú, pero no puedo tirar de cualquier pista así sin más. Está claro que Shine nos oculta algo, por lo que lo único que podemos hacer ahora es esperar y seguir vigilándole. Puede que, con el tiempo, se acabe revelando él solito.

La chica quiso protestar, pero se guardó sus comentarios y se quedó callada; en cuanto llegaron a la plaza, Donelly paró al lado del ayuntamiento para que ella bajase.

-Por esta vez haré la vista gorda a semejante allanamiento de morada, por lo que no te metas en más líos. Y estudia, que no te queda nada…

-Sí, sí…

Rainbow se bajó del coche y el inspector le dedicó un saludo antes de irse; una vez que se alejó, refunfuñó por lo bajo.

-Un simple detalle… huevonazo… y encima eso, estudia, estudia… como si fuera mi padre.

Cruzó la calle hasta llegar al banco donde había dejado su mochila, la cual seguía allí, esperándola; se la puso a la espalda con un solo movimiento del brazo y echó a caminar en dirección hacia su casa, con más dudas que nunca.







Esa mañana hubo un gran revuelo en el palacio del Imperio de Cristal, al menos para el resto de las cinco ponis; se levantaron de buena mañana para dar los buenos días a Sunset, pero mayor fue su sorpresa cuando descubrieron que la enfermería estaba vacía. Por un momento se pusieron en lo peor y comenzaron a buscar desesperadas a la unicornio anaranjada, dando gritos y soltando voces por todo el palacio. Rarity optó por ir a avisar a Twilight, dirigiéndose hasta su habitación y aporreando la puerta reiteradamente.

-¡Twilight, Twilight, despierta, Sunset no está en la enfermería, ha desaparecido, tenemos que…!

En ese preciso momento la puerta se abrió, saliendo la princesa al pasillo.

-Tranquilidad… Sunset está aquí, ha pasado la noche conmigo-reveló ella.

-Ah… ¿y eso por qué?

Twilight reunió a todas en la sala de juntas y las explicó lo que había pasado la noche anterior, quedándose todas mudas de la impresión.

-Pero… pero eso es horrible… ¿Quién pudo hacer algo semejante?-masculló Fluttershy, horripilada.

-No lo sé, pero tengo mis sospechas… ¿recordáis a esa poni que llegué a interrogar, Starshine Shield?

Todas asintieron con la cabeza, sin decir nada.

-Necesito que la vigiléis por mi ¿de acuerdo? Tengo pensado viajar hoy a Canterlot para hacer algunas averiguaciones en la biblioteca, pero antes… Spike, prepara todo para redactar un edicto-anunció la alicornio lavanda a su asistente.

-¿Edicto? Que yo sepa no habías hecho ninguno antes…-murmuró el dragón, pensativo.

-Por eso mismo… venga, que es para hoy…

-Ey, dame un respiro, que llegué aquí de madrugada… la princesa Celestia me requiere mucho de un tiempo a esta parte…

Mientras el dragón se ausentaba por un momento, estuvieron esperándole sin moverse de allí; en un momento dado, Rainbow inquirió.

-Twilight ¿Qué es un edicto?

-Es un documento que decreta disposiciones reales. Normalmente se usan para anunciar normas o privilegios especiales dependientes de la corona-explicó ella, con calma.

-Entonces… ¿vas anunciar algo?-obvió Rarity.

-Sí…

La alicornio morada miró de reojo a Sunset, la cual se encontraba muy callada y distante. Al poco rato, Spike reapareció llevando consigo un montón de materiales, entre ellos un trozo de pergamino, tinta, una pluma, un soporte inclinado, un sello real, un trozo de cera roja, un pequeño cuenco con agua y una esponja; lo preparó todo en menos de cinco minutos y una vez que estuvo listo, indicó.

-Cuando quieras.

Twilight se aclaró la garganta y comenzó a dictar.

-Por la presente yo, Twilight Sparkle, princesa de la amistad de Ecuestria, por Real Decreto 23/132 de la Cámara Alta y como privilegio real, tomo como protegida y discípula a la unicornio Sunset Shimmer, la cual estará bajo mi alero y protección siempre que ella se encuentre aquí en Ecuestria...

La noticia cayó sobre ellas sorpresivamente, sobre todo para Sunset, la cual miró atónita a su nueva maestra mientras ésta seguía dictando.

-… y deberá reportarme sus progresos acerca de la amistad durante el tiempo que dure su estancia en el reino. A efectos prácticos, ésta real disposición se hará efectiva siempre que la aludida se encuentre presente…

-Se encuentre presen… ah, mierda, rayón, espera, espera…-masculló Spike.

Rápidamente cogió la esponja, la mojó en el pequeño cuenco, la escurrió bien y borró la errata suavemente con ella; el agua se secó enseguida y pudo seguir escribiendo, mojando previamente la pluma en el tintero.

-… y se ajusta a la normativa establecida. En el Imperio de Cristal a 20 de julio de 1040. Deja un espacio para las firmas y el sello.

Spike remató el documento estampando un sello con forma de la marca de belleza de Twilight, poniendo un poco de cera líquida y haciendo presión con un cuño.

-Listo, solo faltan las firmas para que se haga efectivo-añadió el dragón.

La princesa fue la primera en poner la suya, luego se dirigió a Sunset, la cual conservaba aún la mirada de incredulidad en su rostro.

-¿Qué pasa? ¿No estás de acuerdo con esto?-inquirió Twilight, extrañada.

-¿Eh? No, no es eso, es que… ¿por qué?

-Bueno, yo creo que es evidente ¿no? además, siempre quise tener un alumno como la princesa Celestia. Siendo mi protegida incrementaremos tu seguridad, y en caso de que alguien vuelva a atacarte, las consecuencias serán… severas.

Ninguna de las presentes quiso saber cuán severas serian tales consecuencias, aunque se lo imaginaron; Sunset pareció dudar por un momento, pero finalmente sonrió y cogió con su magia la pluma que le ofrecía la princesa. En cuanto la rúbrica quedó fijada en el pergamino, éste fue enrollado por la princesa, atándolo con un cordel de colores fríos y entregándoselo a Spike.

-Ya sabes qué hacer con él…

-Claro-asintió él.

-Y que preparen un carruaje hacia Canterlot, quiero irme en cinco minutos.

-¿Y qué quieres hacer exactamente?-inquirió Fluttershy.

-Quiero buscar información acerca del espejo, es otro punto que quería indagar. Debe de haber alguna forma de repararlo, la princesa Celestia comentó que su magia era de tiempos de Starswirl el Barbudo, por lo que quizás pueda encontrar algo en su sección de la biblioteca. Sunset, me gustaría que vinieras conmigo, podemos buscar las dos juntas.

-Ah, está bien…

-Vale… ahora escuchadme atentamente, os he citado aquí y a esta hora porque dentro de cinco minutos el servicio se va a poner en movimiento, quiero que me vigiléis de cerca a Starshine Shield, pero sin que os vea o note vuestra presencia. Esa poni no es trigo limpio, de eso estoy segura, si hace algo raro o se comporta de forma extraña, avisad inmediatamente a la Guardia Real, si os preguntan decís que tenéis potestad por mi parte.

Al poco rato, Spike reapareció junto con alguien más.

-Twilight, la carroza ya está lista…

-Si me sigue, alteza…-murmuró un pegaso familiar.

-Flash, ya sabes que no hace falta que seas tan…

-Ahora mismo estoy de servicio, alteza, y como guardia personal suyo es mi deber mantener las formas y hacer valer el protocolo-añadió él, con toda su profesionalidad.

Twilight no dijo nada, aunque no pudo evitar sonrojarse más de la cuenta; sus amigas lo vieron y la chincharon un poco soltando ligeros silbiditos. La princesa rodó los ojos, sin hacerlas mucho caso, mientras seguía a Flash. Todos salieron afuera, donde la carroza real la esperaba junto con tres guardias pegasos. Flash ocupó el puesto faltante lo más cerca posible de la carlinga, donde Sunset y Twilight se encontraban.

-Buen viaje, queridas.

-Espero que encontréis algo que ayude a Sunset a volver…

-Nosotras vigilaremos a esa mala poni.

-Gracias chicas, ya sabéis, a la mínima avisad a los guardias-las recordó ella.

-¡Oído, cocina!-exclamó Rainbow.

La carroza comenzó a rodar y, a los pocos metros, los pegasos alzaron el vuelo junto con ella. Las demás siguieron despidiéndolas desde el suelo hasta que ésta se perdió en la lejanía.

El viaje en carroza no llevaría mucho tiempo, pero atravesar media Ecuestria desde el norte siempre era todo un reto; los soldados pegasos de la Guardia Real eran fuertes y resistentes, incluso con una carroza como aquella eran capaces de tirar sin mucho esfuerzo. Flash estaba al mando y llevaba la voz cantante en los momentos tensos, ya que alguna que otra ventolera repentina podía hacer volcar la carroza entera. Aun así ellos se mantenían firmes en todo momento, sin flaquear. Sunset nunca había ido en carroza antes, por lo que contemplaba las vistas aéreas que Ecuestria la ofrecía.

-Vaya, menuda altura… ¿estaremos bien?

-Tranquila, los viajes en carroza son seguros… yo los he hecho muchas veces-la tranquilizó Twilight.

-Despreocúpese, señorita, lo tenemos todo bajo control-comentó Flash, sin apenas pestañear.

-No hace falta que seas tan formal, Flash… recuerda que nos llegamos a conocer hace tiempo…-murmuró Sunset.

-Sí, pero aun así un Guardia Real debe de respetar las formas en todo momento.

La unicornio sonrió, divertida, y vio que su nueva mentora también esbozaba una ligera sonrisita; la picó en el hombro y alzó las cejas, señalando a Flash. La princesa soltó un respingo y murmuró por lo bajo.

-¿Tú también?

-No lo digo por nada en concreto…

Las dos se sostuvieron la mirada por un momento hasta que, al final, dejaron escapar una risita.

-Por cierto, acerca de los reportes de la amistad que comentaste… ¿Cuándo te los tendría que entregar?

-Cuando los tengas listos… aún no sabemos cuánto tiempo vas a estar aquí, así que tómatelo con calma…

-Sobre eso… ¿crees que podremos encontrar algo en la biblioteca de Canterlot?

-Sí… allí acabaron todos los documentos pertenecientes a Starswirl el Barbudo después de que muriera, estoy segura de que habrá algo acerca de ese espejo.

Estuvieron durante todo el viaje hablando de todo un poco, sobre todo del otro lado del espejo; Twilight recordó hasta con nostalgia algunos de los momentos más divertidos que llegó a tener estando con las demás, así como cuando tuvo que lidiar con sus nuevas manos y caminar sobre dos piernas.

-Madre mía, aún recuerdo esa sensación tan mareante ¿te pasó a ti también cuando llegaste por primera vez?

-Bueno, sí, la verdad es que sí… fue toda una sorpresa, no me esperaba nada de eso, estaba hecha un manojo de nervios…

Cuando menos se lo esperaron, se encontraron justo en medio del patio de armas del palacio de Canterlot.

-Hemos llegado, alteza-anunció Flash.

Princesa y pupila se apearon de la carroza, siendo seguidas de cerca por Flash. Entraron en el palacio por una de las puertas laterales y se dirigieron directamente hacia la biblioteca; mientras el pegaso se quedaba afuera de guardia, la unicornio y alicornio se pusieron a buscar algo que las llevara hasta el espejo.

-Tú busca en la sección de magia antigua, yo miraré en artefactos mágicos-sugirió Twilight.

-Vale.

Sunset sólo se había pasado un par de veces por el ala de Starswirl el Barbudo, una en busca de documentación para un hechizo de conversión de nivel ocho y otra con la intención de hacer un trabajo sobre su vida; y es que las dos coincidían en lo mismo, así como toda una generación entera de magos; Starswirl el Barbudo marcó un antes y un después en la magia escuestriana. Y no era para menos, por supuesto. Con más de quinientos hechizos en su haber, entre ellos el hechizo amniomórfico, se ganó y con creces todos los reconocimientos de toda una generación. Quizás fuera por eso por lo que a las dos le gustara tanto.

-Resulta curioso que después de él nadie más consiguiera crear magia nueva...-comentaba Twilight, desde el otro lado de la estantería.

-¿No fue por eso por lo que te convertiste en princesa? tu creaste magia nueva basada en la amistad...

-Sí, lo sé, pero me llama la atención igualmente. Sé que como Starswirl no ha existido ningún otro, pero estoy segura de que antes de que me coronaran había magos mucho más prácticos y experimentados capaces de hacer algo diferente...

-Pero no tendrían el potencial suficiente... o simplemente, no eran tú-murmuró Sunset, guiñándola un ojo desde el otro lado de esa balda.

-¿Eso es jabón?-inquirió Twilight, alzando una ceja con gesto dudoso.

-No necesariamente...

Las dos se miraron por un momento antes de soltar una sonora carcajada.

-Ay... será mejor que nos centremos...

-Sí...

Sunset siguió pasillo abajo, buscando algo que tuviera que ver con magia arcana y estuviera relacionado con portales interdimensionales; aunque en realidad no sabía bien lo que estaba buscando exactamente, lo que hacia que la búsqueda resultara algo mas aburrida y tediosa. Si hubiera algún punto de referencia tendría algo a lo que atenerse para acotar la búsqueda...

-Podría ser cualquiera... voy a intentar una cosa-pensó ella.

En ese momento concentró magia en su cuerno y una débil luz anaranjada se extendió hacia todas las direcciones; acariciando los lomos de los libros, fue saltando de estantería en estantería cual ratón de biblioteca, parándose de vez en cuando en algunos tomos. La estela anaranjada se extendió, adentrándose aún más en esa ala de la biblioteca. Sunset la siguió sin pensar, dejando atrás a Twilight, la cual se encontraba leyendo tres libros a la vez.

El ala de Starswirl el Barbudo tendría, a lo sumo, una extensión equivalente a cuatro salas de fiestas dispuestas fila a fila y con un pequeño almacén subterráneo; se encontraba exento a la biblioteca y era de las salas más alejadas y restringidas de la misma. Sólo podían entrar los socios acreditados, con previo permiso, y las princesas; siendo ella la reciente estudiante de la princesa Twilight, no tuvo ningún problema en hacerlo.

La estela naranja la guió hasta el otro lado de la gran estancia, dando la vuelta en una esquina que llevaba a una apartada puerta que se encontraba entreabierta; colgada de la misma, había un cartel en el que se podía leer sólo personal autorizado, pero el efecto mágico de su hechizo cruzaba el oscuro umbral. No estuvo del todo segura de si seguir, pero finalmente aparcó sus dudas a un lado y cruzó la puerta. Unas oscuras escaleras bajaban hasta un pequeño cuarto, escasamente iluminado y lleno de papeles, archivadores, rollos, y otros documentos con pinta de tener siglos de antigüedad. La estela naranja revoloteó sobre una estantería en específico y, tras eso, se desvaneció.

-Genial, gracias por ser tan específico...

Dicha estantería se encontraba llena de documentos doblados y apelotonados, incluso la balda que la sostenía se encontraba levemente inclinada. Sunset trató de coger los documentos que más arriba se encontraban y luego ir bajando, pero sacarlos era complicado, y temía romper algo.

-Mierda... vamos, desliza...-masculló, haciendo un poco de fuerza.

Una serie de papeles se encontraban tan arrebujados que apenas se movían de su sitio; hizo un poco más de fuerza, pero en ese momento la pila tembló ligeramente y una voz resonó por la sala.

-Hola, Sunset.

El susto que se dio fue de impresión, cayéndose hacia atrás; los papeles se balancearon y cayeron sobre ella, sepultándola tras un mar de tinta y celulosa. Lanzó un gritito asustado, sin poder evitar que el conocimiento la engullera. Se reincorporó de golpe y vio una figura blanca familiar tras el dintel de la puerta.

-¡Princesa Celestia! ¡Oh, lo siento mucho, no era mi intención, ahora mismo lo recojo todo!

-Tranquila, Sunset, no pasa nada, después de todo este sitio necesita un expurgo...

Aun así, la unicornio hizo levitar algunos papeles atados con cordeles, tratando de poner un poco de orden; Celestia hizo brillar su cuerno, y la gran mayoría de papeles salieron volando.

-Éste es un pequeño cuarto de mantenimiento que no se usaba desde hacia mucho, se decidió reconvertirlo y usarlo como depósito para esta ala en especial. Aunque la mayoría de la colección se encuentra en la sala central, ni el depósito más grande del mundo podría albergar todo lo que llegó a escribir Starswirl el Barbudo-comentó la alicornio blanca.

-Usted llegó a conocerle ¿verdad?-inquirió ella, mientras recogía un poco.

Un buen montón de rollos y documentos se posó sobre una pequeña mesita y Celestia asintió levemente con la cabeza.

-Sí... un gran mago... un talentoso unicornio. Pero a pesar de todo lo que logró alcanzar, nunca llegó a realizarse como poni. Siempre se recluía en su casa, negándose a salir ni ver a nadie. Yo era una de los pocos ponis que conseguía pasar esa barrera, pero aun así eso no bastaba. Se encerraba en su mundo, donde nadie más tenía cabida, y allí permanecía.

Sunset terminó de apilar el resto de papeles, dejándolos junto al otro montón.

-No éramos tan diferentes entonces...

-Eran otros tiempos... y en cuanto a eso, puede que en realidad no fuera tan distinto. Tú misma me has demostrado que la amistad puede calar hondo en cualquier parte.

Sunset se quedó callada, sopesando sus palabras; Celestia la observó atentamente antes de hablar.

-¿Buscabas algo en concreto?

-Sí, bueno, Twilight y yo hemos venido para tratar de encontrar algo que hable sobre el espejo…

La alicornio blanca alzó la cabeza, sumiéndose por un momento en sus propios pensamientos. No tardó nada en responderla.

-Bueno, creo que te debo una explicación, Sunset…

La aludida la miró extrañada, sin entender sus palabras; Celestia la indicó que se sentara y, en cuanto se puso cómoda, comenzó a hablar.

-El espejo fue construido aquí, en Canterlot, como regalo de cumpleaños para mi madre; aunque fue un artesano quien lo fundió, Starswirl fue el que proveyó los materiales para poder realizarlo. Trajo vidrio de las montañas de cristal y un nuevo elemento químico que encontró en tierras lejanas, al que llamó mercurio. Antes se usaba plata, pero con el mercurio de Starswirl se conseguía una mayor reflexión de la luz, lo que hacia que las cosas que se reflejaban en él se vieran más nítidas. Nunca me dijo exactamente de donde trajo el mercurio, pero siempre sospeché que había algo raro en ese nuevo material. Starswirl tendía a hacer muchos experimentos, y a veces le gustaba mezclar la magia con la química…

-Alquimia…-murmuró Sunset.

Celestia asintió levemente y continuó.

-Para el cumpleaños de mi madre, el espejo ya estaba terminado. Ella invitó a Starswirl a la fiesta, pero se excusó diciendo que esa noche había una conjunción estelar que no conocía bien y quería estudiar.

Pausó un momento su historia y sacó un rollo de entre los tantos que allí había; en éste había un dibujo hecho al carboncillo y rematado con tinta, en el cual se podía ver la luna coronada por tres estrellas sobre su parte superior.

-Ah, esto es…

-La llamó la conjunción triestelunar, dadas las condiciones de la misma. La había estado observando durante dos noches seguidas, viendo que éstas se movían sobre la luna y de forma concéntrica, pero en realidad era la luna la que se movía. Según sus notas, la conjunción triestelunar desapareció a la noche siguiente, sin volverla a ver nunca más…

-… hasta dos años y medio después-obvió Sunset, mirando el dibujo.

Celestia sonrió, con el orgullo reflejado en su cara, y continuó.

-Dos años y medio después, la conjunción reapareció sobre la luna, para sorpresa de Starswirl. Y esa no fue la única sorpresa. Esa misma noche, mi madre desapareció misteriosamente de su cuarto. Toda la Guardia Real se puso en movimiento enseguida para encontrarla, pero la búsqueda fue en vano. Luna y yo estábamos angustiadísimas, y Ecuestria se llenó de temor por su querida reina. Fueron tres días larguísimos, en los que pensábamos que no volveríamos a ver a nuestra madre. La noche del tercer día, la reina reapareció. Nos contó que había estado en otro mundo donde había seres que se erguían sobre dos patas y hablaban y socializaban como nosotros. Incluso ella se convirtió en uno de esos seres. Y todo después de atravesar el espejo.

Celestia hizo una breve pausa, recordando quizás los mismos acontecimientos.

-Starswirl quiso estudiar el suceso, pero la conjunción ya se había ido, y el cristal del espejo volvía a ser material de nuevo. Nuestra madre, asombrada por lo que vio allí, comenzó a crear nuevos productos y servicios basándose en lo que vio al otro lado del espejo. Sorprendentemente, éstos nos sirvieron para hacernos la vida un poco más fácil; las ruedas nos ayudaron a transportar tanto objetos como ponis, los dirigibles y globos ayudaron tanto a los unicornios como a los ponis de tierra a surcar los cielos, el tren nos unió un poco más… fue toda una revolución, tanto industrial como cultural, acercándonos un poco más a ese extraño y misterioso mundo que sólo nuestra madre llegó a ver. Cada dos años y medio ella se adentraba en él, teniendo prohibido a los demás el acompañarla o el atravesar el espejo. Sólo ella podía viajar al otro lado. Y así fue durante varios años más… hasta que ella abdicó en nosotras dos y se retiró a descansar en una tierra muy, muy lejana. Me dejó a mí el espejo y la tarea de adentrarme en él cada dos años y medio. Pero… para entonces yo ya había descuidado a mi hermana menor, y Discord era la mayor preocupación de todas. Nightmare Moon lo agravó un poco más, siendo imposible para mí el poder atravesarlo durante el tiempo especificado. Sólo lo hice una vez, hace ya mucho tiempo… Y si te soy sincera, no me gustó lo que vi.

Celestia se quedó en silencio, con los ojos cerrados; Sunset no se molestó en preguntarla qué vio exactamente, ya que se lo imaginaba. La historia de ese lugar ya le era tan conocida como la historia de Ecuestria misma.

-Eventualmente, me fui olvidando del espejo… hice que lo movieran a la galería inferior, justo al lado de la entrada principal de la biblioteca. En realidad nunca supe cómo abordar la cuestión, ni cómo poder estudiarlo apropiadamente… para entonces, el espejo ya era una de mis asignaturas pendientes, por así decirlo. Por lo que decidí hacer algo especial con él. Pensé en ti para que hicieras una investigación profunda sobre él y su magia y como prueba intermedia para evaluarte y que pasaras al siguiente nivel de tus estudios. Aunque… para entonces ya había cometido mi segundo gran error.

La princesa enmudeció, mirando al suelo con aprensión; Sunset se quedó bastante asombrada, no se esperaba una revelación así.

-Entonces… quería asignarme el espejo desde el principio…

-Así es… pero para entonces tú ya te habías fijado en él de una forma totalmente diferente. Y yo no hice nada para tratar de enmendar mi error.

Una lágrima corrió por la mejilla de la princesa, sin siquiera evitarlo; Sunset abrazó a su antigua mentora, tratando de confortarla. El calor del amor de Sunset alivió a la princesa, la cual la sonrió como una madre lo haría.

-Entonces… ¿no sabe cómo poder arreglarlo?

Las orejas de Celestia cayeron hacia abajo, mirando a su antigua estudiante con pesar.

-Me temo que no, Sunset… es algo que escapa a mi comprensión. Si lo supiera, te lo diría.

La unicornio comprendió su impotencia, por lo que no dijo nada, quedándose bastante pensativa.

-Aunque hice unas pocas pruebas y te puedo decir que reacciona ante la magia…-añadió Celestia.

-¿Cómo reacciona?

-Se amolda… y la superficie cambia ligeramente de color. Pero nada más.

Las dos regresaron a la sala de lectura, donde Twilight se encontraba dando vueltas buscando a Sunset; ésta puso al corriente a su maestra, la cual se quedó algo desilusionada por la revelación.

-¿De verdad no podemos hacer nada? ¿Ni siquiera buscar una alternativa?

-Ojalá pudiera hacer algo, Twilight… pero me temo que no es posible-murmuró Celestia.

Estuvieron hablando un rato más hasta que Celestia se retiró.

-He de atender asuntos de estado, por lo que dejaremos la conversación para otro día. Seguid investigando quien ha sido el causante de esta situación, si llegáis a saber algo ponedme sobre aviso.

-Descuide, princesa.

La aludida echó una última mirada a Sunset y antes de irse, habló.

-Siempre he pensado que todos nosotros nacemos para hacer grandes cosas… estoy segura de que descubrirás la tuya algún día, Sunset. No dejes de buscar.

Y tras esas palabras, se retiró rápidamente, desapareciendo al otro lado de la esquina; Twilight miró inquisitivamente a su alumna, la cual se encogió de hombros enseguida.

-A mí no me mires, no sé a que se refería…

-Bueno, es muy propio de ella dejar cuestiones en el aire… ya sabes cómo es…-murmuró Twilight, echando a andar hacia la salida.

Como nada más las retenía allí, optaron por regresar al imperio de Cristal, abordando de nuevo la carroza y echando a volar hacia el norte.

Mientras tanto, en el palacio de Cristal, las demás mantenían vigilada con mucho ahínco a Starshine Shield, la cual entró a trabajar a las nueve en punto de la mañana; en ningún momento las cinco ponis la perdieron de vista, realizó sus tareas de siempre con mucha celeridad, como si quisiera acabar cuanto antes. Entre las cinco, procuraban no perderse ningún detalle, montando una serie de guardias para ello; Fluttershy apenas se hacia notar, por lo que era perfecta para tenerla vigilada de cerca. Entre Rarity, Applejack y Rainbow se iban turnando cada cierto tiempo, para así tenerla siempre a la vista. Como Pinkie era la que más llamaba la atención en todos los sentidos, procuraban no dejarla demasiado cerca de la sospechosa, sirviendo como elemento secundario por si las cosas se torcían. Salvo por las prisas, la poni no parecía estar maquinando nada raro.

-No noto nada extraño en ella… ¿creéis que realmente tiene que ver algo con todo esto?-inquirió Applejack, extrañada.

-Hombre, se negó a contestar a algunas de las preguntas de Twilight, incluso se le puso chula. Creo que es evidente que algo oculta-argumentó Rarity.

-Sea lo que sea, no debemos perderla de vista… Twilight confía en nosotras-añadió Rainbow.

En ese momento se encontraban reunidas en una esquina cerca de la sala donde se encontraba limpiando; según los turnos que habían establecido, la tocaba quedarse a Rainbow, mientras que Fluttershy vigilaba un poco más de cerca desde el otro lado del pasillo. El resto se fueron por el lado contrario, donde Pinkie se encontraba dando saltitos, como siempre.

-Vale, ya hemos hecho el cambio. Pinkie, estate alerta por si se la ocurre moverse lejos de aquí-indicó Rarity.

-¡Oki, doki, loki!-asintió ella, sonriendo abiertamente.

Rarity y Applejack se retiraron, dejando a la poni rosada sola; apenas pasaron unos pocos minutos, cuando se oyó una puerta abrirse abruptamente, lo que la puso en alerta. Miró hacia el fondo del pasillo y vio que Rainbow alzaba el vuelo, avisándola mediante señas que se escondiera. Para Pinkie eso no era nada complejo, por lo que se ocultó tras las sombras rápidamente sin darse cuenta, siquiera. Una sombra pasó justo a su lado y la vio dirigirse hacia el pasillo inferior.

-Nadie escapa de la vigilante mirada de Pinkie Pie-masculló ésta, poniéndose seria.

Antes de ir tras ella, echó un vistazo al otro lado del pasillo y vio que Rainbow no estaba; por un momento pensó en ir a buscarla, pero si lo haría perdería la pista de la sospechosa, por lo que prefirió seguirla. Tomó unas pequeñas escaleras de servicio que bajaban al piso inferior, acabando en uno de los pasillos de la cuarta planta; las cortinas de las ventanas se encontraban echadas, por lo que el pasillo se encontraba en penumbra.

-¡Oh, problemas! ¡Visión nocturna!-musitó entonces, sacando unas gafas de visión nocturna de la nada.

Avanzó rápidamente por el pasillo al ver que la sospechosa no estaba hasta alcanzar la siguiente esquina; las puertas cercanas al pasillo se encontraban todas cerradas y no parecía haber señales de que se hubiera ocultado en ninguna, por lo que siguió avanzando. Llegó enseguida al otro extremo de la cuarta planta, pero la sospechosa no aparecía.

-Oh, no…

Desde el acceso principal, regresó por un momento al piso superior, encontrándose de morros con Rainbow Dash.

-¡Ah, Rainbow! ¿Has visto a la mala malísima poni que estamos vigilando?

-¿¡Pinkie?! ¡Se supone que deberías estar cubriendo el otro pasillo!-exclamó la pegaso multicolor.

-¡Claro tontita, pero vi que la poni mala se movía y tuve que seguirla, bajó al piso de abajo por el lado de mi pasillo!

-¿¡Qué?! ¡Nada de eso, salió directamente del salón donde estaba y continuó todo recto hasta las escaleras, yo la vi y la seguí!

-¡No, no, pasó a mi lado y bajó por las escaleras de servicio, yo la seguí!

-¿Pero que dices?

En ese momento oyeron un ligero gritito contenido y vieron a Fluttershy, la cual se veía un tanto exhausta.

-Lo siento, se me ha escapado… la vi salir de la sala y se dirigió hacia donde yo estaba, para luego bajar al piso de abajo por las escaleras principales, la perdí enseguida…

-¿Pero cómo que abajo, si en ningún momento se dirigió a las escaleras?-inquirió Rainbow, hastiada.

-¿Y entonces que hacías bajando por ellas, Dashie?

En ese momento la pegaso cian dio una cabezada, sin poder evitar que se la subieran los colores.

-Está bien, porque la perdí por el camino ¿contenta?

-Pero si cada una vio una cosa distinta… ¿dónde está ella?-inquirió en ese momento Fluttershy.

Fue entonces cuando se dieron cuenta de la situación, pero para entonces ya era demasiado tarde.

-Mierda…-masculló Rainbow, llevándose un casco a la cara.




En la sala del espejo, los restos del mismo yacían junto a éste, en un buen montón; desde lo sucedido, la puerta se había cerrado con un hechizo de seguridad en la cerradura que impedía entrar a todo aquel que no hubiera realizado ese hechizo sobre ésta. A pesar de eso, un aura verdosa rodeó la cerradura desde el otro lado y, de golpe y porrazo, ésta reventó; una sombra irrumpió de golpe en la lóbrega estancia, pero el montón de cristales brillaban por si solos en la oscuridad, por lo que no tuvo problemas en localizarlos. Se acercó a ellos y, sin perder más tiempo, acercó un brillante cuerno a los mismos; al punto, un aura verdosa envolvió a los cristales, los cuales brillaron intensamente por unos breves segundos. El brillo desapareció tan pronto como apareció, y la figura se alejó de ellos rápidamente; cruzó la puerta como una exhalación, abandonando el lugar. Una satisfactoria sonrisa se asomó de entre los pliegos de la capucha que cubría su rostro.

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Angelus-Y » 11 Sep 2013, 13:44

Dios...tengo un HYPE que no me deja vivir :D

Este episodio ha sido fantastico...simplemente Fantastico, alucinante, y con todos los ingredientes de una buena lectura. Ha habido momentos cotidianos y de intriga de lo mas logrados. Voy a poner en spoiler las cosas concretas para no fastidiar a nadie por si acaso:

Spoiler:
Madre MIA :D2 me ha encantado sobre todo los momentos de Twilight y Sunset, cuando ha dicho que sea su discipula me ha recordado a estas imagenes que vi en Deviantart: http://www.deviantart.com/art/your-fait ... -357830310 (no la pongo entera porque no me deja, no se por que no me sale, pero ahi queda el enlace) y mira que me meto pero es que me he emocionado, jaja. Luego la intriga del episodio, por amor de Celestia... ha sido un continuo palpito nervioso en mi corazón y me ha gustado mucho tambien como explicas la tecnologia y semejanzas del mundo humano con el de los ponis, es decir: la tecnologia, los utensilios y esas cosas, muy bueno y original si señor.

Luego no quiero parecer bruto pero Ojala un dragon se coma a Starshine Shield y Shine Streak, bien trituraditos, por favor :D me ponen de los nervios ambos, igual luego no son lo que parecen, pero ahora mismo me hacen hervir la sangre xD.

Te juro que las conversaciones entre todas han sido casi perfectas, me he adentrado como nunca y puffff....que ganas de ver lo que pasa, por no mencionar lo del encapuchado, que por lo de brillo verdoso, ya no se que no es posible pero me recordaba a Chrysalis xDD que ya se que no sera ella pero lo del brillo verdoso me suena mucho de ella siempre en todos sitios, por lo que ¿QUIEN DEMONIOS ES EL ENCAPUCHADO? jaja.


Luego, ya digo, como siempre has mantenido, un buen ritmo, tranquilo, placentero, superfluido, con detalles exquisitos y sabiendo mantener el misterio e intriga, ME ENCANTA!!!! LO MAS ABSOLUTO :) Espero el siguiente EPISODIO!! :D2 tomate el tiempo que necesites, que esta saliendo sin duda un inmenso fanfiction.
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sg91 » 17 Sep 2013, 23:15

Capítulo 10

Tras la línea enemiga


Spoiler:
Los dos últimos días que las separaban de los exámenes terminaron mucho antes de lo que esperaron; casi sin darse cuenta, se encontraron con que el primer examen, el de historia, sería mañana a las nueve de la mañana. Todas habían estudiado, pero el hecho de que se cumplían cuatro días exactos desde la desaparición de Sunset, las hacia ponerse más nerviosas de lo habitual. La policía no se había pronunciado desde entonces, y ellas se encontraban más preocupadas que nunca. A pesar de eso, tuvieron que aparcar sus nervios para poder prepararse como era debido.

El día siguiente amaneció con pesadez, como si alguien estuviera alzando el sol con una polea; el extenso temario de historia seguía borboteando en sus cabezas, dejándolas bastante mareadas. Apenas habían desayunado.

-Más nos vale que nos salga bien… ya sé que la directora dijo que no pasaría nada, pero no me fio de Fillyway-masculló Rainbow, mientras entraban en el vestíbulo.

-Y haces bien, querida… estoy segura de que irá a pillar de alguna manera u otra-asintió Rarity.

Todo el mundo andaba cabizbajo y ausente, pensando cada uno en sus propias cosas y repasando mentalmente el temario; la voz de la directora Celestia resonó por todo el instituto gracias al sistema de megafonía.

-Buenos días a todos, como bien ya sabéis hoy comienzan los exámenes, por lo que haré un rápido recordatorio. Los alumnos de primero y segundo de Bachillerato comienzan hoy a las nueve con Historia y siguen esta tarde a las tres con Lengua. El alumnado de ESO comienza la jornada con Matemáticas y sigue luego con Ciencias Naturales. Mucha suerte a todos y que tengáis un buen día.

Las cinco amigas se dirigieron directamente hacia clase y se sentaron en sus respectivos sitios; los pupitres habían sido separados para realizar los exámenes, ya que al menos en Bachillerato, éstos se encontraban unidos formando filas de hasta cinco o seis integrantes. Se hacía así debido a que en asignaturas como Historia o Filosofía se cogían apuntes a velocidad record, por lo que de esta forma, si alguien no había cogido algún detalle, el resto le podían ayudar a retomar el hilo rápidamente. Pero ésta vez, todas se encontraban separadas.

-Mucha suerte a todas-murmuró Applejack.

-Sí, la vamos a necesitar-asintió Rainbow.

Fluttershy no dijo nada, y Pinkie estaba demasiado ocupada para responder, tratando de hacer una suerte de mecano son sus bolis; en ese momento el señor Fillyway entró en clase y todo el mundo enmudeció. Manteniendo una cara de palo extrema y sin apenas mirar a sus alumnos, Fillyway sacó un generoso taco de hojas, junto con otro algo más pequeño.

-Muy bien, voy a repartir los exámenes, como ya sabéis son cinco preguntas, a dos puntos cada una. Se valorará la redacción y la forma de respuesta, así como el orden de las preguntas. Ahora no quiero oír ni a una mosca, al primero que hable le suspendo automáticamente.

Cuando se trataba de suspensos fulminantes, Fillyway era todo un experto, cosa que sabían bien los presentes, por lo que el silencio fue densísimo. Primero repartió dos hojas en las que escribir el examen y luego la hoja misma del examen; las entregó dadas la vuelta, con indicaciones de no tocarlas hasta que él lo dijera. En cuanto regresó a su mesa, dio la señal.

-Podéis empezar, tenéis hasta las once.

Rarity dio la vuelta a la hoja del examen y leyó primero todas las preguntas en orden.

1.-El descubrimiento de América, teorías y generalidades.

2.-El motín del té.

3.- Enumere y explique brevemente las tres primeras partes de la Declaración de Independencia.

4.- Presidencia de Thomas Jefferson.

5.-Guerra de Secesión. Causas y consecuencias.


La chica respiró hondamente y quitó el capuchón del boli; lanzó una rápida y fugaz mirada a las demás, Fluttershy ya había empezado y Rainbow se estaba tomando su tiempo leyendo bien las preguntas. Applejack se estaba preparando y Pinkie comenzó a escribir alegremente.

-Vale, vamos allá.

La primera pregunta era sencilla, habló primero de Cristóbal Colón y de todo lo que se conocía acerca de él y su indudable descubrimiento; luego se enfocó en los pueblos de Europa del norte, como el de los vikingos, de los cuales se argumenta que muchos años antes llegaron a descubrir las zonas más septentrionales de América del Norte, mucho antes de que Cristóbal Colón saliera del puerto de Palos en España.

La segunda pregunta era, quizás, la más sencilla de todas; el motín del té en Boston el 16 de diciembre de 1773 fue el suceso desencadenante de la guerra de independencia de los Estados Unidos. Los colonos, hartos de que los británicos les impusieran tributos que ni siquiera habían sido aprobados por el Parlamento, decidieron realizar un boicot al té proveniente de China, propiedad de la Compañía de las Indias Orientales. Mediante la ley del té, el gobierno británico se eximía de pagar los aranceles que les imponía en Gran Bretaña para así sólo pagar los de las colonias, que eran mucho más baratos, lo que les permitía vender el té por un menor precio. Los contrabandistas colonos, liderados por Samuel Adams, tomaron el puerto por la fuerza y, disfrazados de indios Mohawk, abordaron el barco que traía el té, el HMS Dartmouth, y echaron un cargamento de 45 toneladas de té por la borda, por un valor de 10000 libras. Las reacciones no se hicieron esperar, e incluso el propio Benjamin Franklin se ofreció a pagar el té perdido de su bolsillo. Tanto el motín como su reacción sirvieron para apoyar a los revolucionarios de las trece colonias, quienes tuvieron éxito en la guerra de independencia.

La tercera pregunta era un poco más específica y requería de saberse bien la estructura de la declaración; Rarity supuso que los detalles en esta pregunta serian bastante cruciales, pero el problema era que sólo se lo había mirado por encima. Aun así puso todo lo que sabía, sin saltarse ni una coma. La declaración contaba con un total de cinco partes, pero sólo las tres primeras eran la introducción, el preámbulo y la acusación a Jorge III; en la primera, se afirma que la gente tiene la habilidad de asumir la independencia política según la Ley Natural. Admite que el motivo de independencia tiene que ser razonable, y por eso, tiene que ser explicado. En el preámbulo se resume la filosofía general de gobierno que justifica una revolución cuando el gobierno hace daño a los derechos naturales; se reconoce el derecho a la vida, a la libertad y a la felicidad, los derechos humanos más fundamentales. Y por último, en la acusación a Jorge III se elabora una lista de las repetidas injurias y usurpaciones, tales como la reprobación de las providencias para la repartición de distritos de los pueblos, la obstrucción a la administración de la justicia oponiéndose a las leyes naturales para consolidar la autoridad de los tribunales o el atentado a la libertad civil de los ciudadanos, manteniendo tropas armadas en tiempos de paz.

La cuarta pregunta era la más larga de todas; Thomas Jefferson fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, su mandato duró entre 1801 y 1809, tiempo en el que realizó numerosos actos, entre los que destacan la derogación de impuestos federales, la derogación de la Ley Judicial de 1801 o la guerra de Trípoli. También llegó a comprar el estado de Louisiana a Francia, aunque fue interpelado sobre la constitucionalidad de la misma al no añadir una nueva enmienda a la constitución, pero al final la compra fue ratificada por el Senado bajo la forma de tratado. Financió la expedición de Lewis y Clark, poco después de la compra de Louisiana. Aunque también realizó varias acciones controversiales, como la absolución del ex vicepresidente Aaron Burr, acusado de traición; el acta de Embargo de 1807 le puso en muy mal lugar, en 1803 convirtió en ley un proyecto para que los negros fueran excluidos de trabajar en el correo y en 1807 firmó un proyecto de ley contra la importación ilegal de esclavos en Estados Unidos.

La quinta y última pregunta era una de las más largas y arduas, puesto que hubo multitud de factores que provocaron la escisión entre el norte y el sur del país; la esclavitud fue, sobre todo, el factor desencadenante, partiendo de ésta todo lo demás. Tanto la Unión como los estados Confederados estaban en continuo conflicto debido a la esclavitud, ya que los confederados querían seguir poseyendo el derecho a tener esclavos, pero esa ya era una idea antigua y desfasada, que no tenía cabida en los nuevos estados de la Unión. La política abolicionista de Abraham Lincoln contribuyó a la expansión de sus ideas hacia el oeste, lo que le ayudó a ser elegido presidente; para entonces, la secesión ya se había dado, y el ataque confederado a la guarnición de Fort Sumter el 12 de abril de 1861 puso la puntilla, siendo el primer acto de guerra. La consecuencia más inmediata fue la abolición de la esclavitud mediante la Proclamación de la Emancipación, dejando libres a más de cuatro millones de esclavos; también hubo un importante índice de mortandad, con 1030000 bajas en total. Como colofón, el 14 de abril de 1865 Lincoln fue asesinado por el actor John Wilkes Booth.

-Bof, por fin…-masculló Rarity, estirando los dedos y moviendo la muñeca.

Había sido un examen largo en el que había tenido que escribir bastante, por lo que agradeció el parar, ya que tenía la muñeca agarrotada; miró su reloj por primera vez y vio que quedaban diez minutos, los suficientes para repasarlo todo. En cuanto dieron las once Fillyway avisó de seguido, para entonces casi todos habían terminado.

-Muy bien, se acabó el tiempo, dejad de escribir.

Los que habían terminado tan solo siguieron quietecitos, pero los más apurados trataron por todos los medios de estirar un poco más sus exámenes.

-¡He dicho que dejéis de escribir! ¡Al que siga escribiendo le suspendo automáticamente!-masculló entonces Fillyway.

El grito sirvió para asustar a los rezagados, los cuales soltaron los bolis, levantando incluso las manos hacia arriba, como los jugadores de fútbol europeo cada vez que cometen una posible falta.

Fillyway les fulminó con la mirada y, tras eso, indicó.

-Pasad los exámenes hacia delante.

Ni cortos ni perezosos, los de las últimas filas comenzaron a pasar sus exámenes al compañero de delante; Rarity recibió un buen taco de hojas, al que sumó las suyas, pasándoselo luego a su compañero de delante. Una vez que Fillyway tuvo los exámenes en su poder, les dio carpetazo a todos, saliendo en tromba hacia el recreo.

-¿Qué tal? Me ha salido bastante decente…-comentó Rarity.

-No ha estado mal, aunque la presidencia de Jefferson me ha salido muy regular…-murmuró Rainbow.

-No me esperaba que fuera a preguntar algo tan sencillo como el motín del té… ha estado bien, seguro que aprobamos-asintió Applejack, convencida.

-No ha sido difícil…-comentó Fluttershy por lo bajo.

-¡Uno menos, genial, estamos un poco más cerca de acabar! ¿Habéis visto? ¿Cómo lleváis lengua, a ver?-inquirió Pinkie, botando.

Una vez en el patio, las cinco se retiraron a su sitio de siempre, donde siguieron hablando.

-Bueno, ahí va… la sintaxis vale cuatro puntos, por lo que me he enfocado en ella-explicó Rarity.

-La formación léxica es un rollazo de narices… creo que no la voy a hacer…-anunció Rainbow, con gesto cansado.

-¿Por qué no? al menos inténtalo, no es tan complicado…-la animó Applejack.

-No sé, casi prefiero la morfología flexiva, al menos sé diferenciar los prefijos de los sufijos…

-Pero si no lo intentas…

-¡Al menos tenemos un punto regalado con el resumen del texto!-recordó Pinkie.

-Eso es cierto, y las definiciones de vocabulario también-añadió Fluttershy.

Como era jornada de exámenes y las clases técnicamente ya habían acabado, tenían cuatro horas para descansar y prepararse para el siguiente examen, pudiendo comer de por medio antes de que empezara a las tres; los más apurados repasaban como si no hubiera un mañana, mientras que los que mejor lo llevaban se relajaban un poco más. Rarity era de las que pensaba que repasar poco antes del examen era del todo desaconsejable, y hasta contraproducente; si realmente se había estudiado, entonces no debería haber ningún problema. Lo único que se conseguía con esta maniobra era liarse aún más y enmarañar conceptos que, en caso de haber estudiado, ya están del todo sabidos. O al menos así lo veía ella.

Estuvieron repasando por encima un poco más la estructura del examen y, tras eso, se dirigieron a la cafetería para comer algo y no tener que parar a la hora de comer. Por el camino, se encontraron con Shine, el cual se encontraba hablando con otro chico de otra clase; Rainbow le miró fijamente, como si tratara de escudriñarle concienzudamente. Shine no dejó de hablar con el chico en ningún momento, pero tampoco se le escapó la mirada que le echaba ella; por un momento giró la cabeza y los dos se encontraron en un muy breve lapso de tiempo. Por un momento, Rainbow juró que le había lanzado un sonrisita mordaz, algo que la molestó sobremanera. Trató de fijarse en otra cosa y miró por la ventana más cercana; desde ella se podía ver parte del patio y una de las esquinas del edificio principal que conformaba el instituto. Pero por un momento, creyó haber visto un imposible. La esquina se difuminó en el aire, dejando a la vista por unos ínfimos segundos lo que aprecia la torre de un palacio; tenía un tejadillo ovalado, de color dorado con trazos blancos, con una punta rematada por la forma de un sol eclipsado.

-¿¡Pero qué demonios?!-se dijo a sí misma, por lo bajo.

Se acercó a la ventana para comprobar si había visto lo que había visto, pero en cuanto llegó a asomarse, la esquina seguía igual que siempre.

-Rainbow ¿vienes o qué? ¿Qué haces?-inquirió Rarity, acercándose a ella.

-Me pareció haber visto… no importa, vamos para allá.

Las dos se separaron de la ventana, Rainbow miró hacia atrás por un momento y vio que tano Shine como el otro chico ya no estaban.

-¿Qué habrá sido eso? Juraría que lo había visto…

Con las dudas aun persistiéndola, se alejaron de la ventana, mientras Rainbow trataba de pensar en otra cosa. Afuera, todo parecía normal.








La seguridad se había doblado en todo el palacio de Cristal después de lo que pasó el otro día; se reparó la cerradura a la sala del espejo y pusieron a un par de guardias vigilando la puerta las veinticuatro horas del día. Trataron de localizar por todos los medios a Starshine Shield, pero ésta se había desvanecido en el aire después de que se diera a la fuga ayer por la tarde. Twilight rastreó la habitación donde se encontraba la última vez y pudo percibir los restos mágicos de un hechizo de duplicación; teniendo en cuenta los testimonios de las demás, no hubo falta ser ningún experto para darse cuenta de lo que había hecho. Se replicó a sí misma para despistar a las demás y poder salir así de allí sin ser vista; luego subió al piso superior, reventó la cerradura e hizo algo con los trozos del espejo, pero a Twilight le fue imposible desvelar qué fue exactamente. El rastro de magia acababa allí y los trozos no la dijeron nada, por mucho que lo intentó. Era como un callejón sin salida.

-Ahora que se ha desvelado ella solita podemos ir a por ella, pero la cuestión ahora es… ¿dónde está?-se preguntó la princesa, dando vueltas por su habitación.

-No creo que haya ido muy lejos… ¿o sí?-inquirió Applejack.

-¿Crees que haya podido huir, Twilight?-murmuró Rarity.

Twilight se tomó su tiempo antes de contestar a la pregunta; lo trozos del espejo no habían sido movidos ni nada parecido, ni siquiera parecía haber tocado nada más.

-No creo, si hubiera querido huir sin más ya lo habría hecho… algo quiere hacer con los restos del espejo, lo más probable es que se haya escondido. Pero sigo sin comprender lo que pretende…

-¿Y Sunset? No la he visto…-murmuró Pinkie.

-Está en su cuarto, no ha querido salir en toda la mañana.

-Oh, cielos ¿está bien?-inquirió Fluttershy.

-Sí, simplemente no ha querido salir, eso es todo. Ya vendrá.

Mientras tanto, Sunset se encontraba hacinada en su habitación, donde pasaba las últimas horas de la mañana; un aura mágica verdosa sostenía en el aire el cartílago de una pluma, mientras que con una pequeña navaja afilaba la punta. Una vez que la punta obtuvo forma de bisel, encendió una arenilla de color negruzco, en la que calentó la punta. En cuanto la punta estuvo a punto, la mojó en un tintero y comenzó a escribir en un pergamino.

Querida princesa Twilight Sparkle, la escribo el que es mi primer reporte sobre la magia de la amistad, como bien me pediste; he de admitir que nunca antes hubiera pensado en que estaría así, escribiendo un reporte sobre algo que nunca antes me había importado. Recalco esto porque es ahora cuando más me doy cuenta de lo tonta que he sido, y lo irónica que es la vida también. Pero si no hubiera sido por ti y las amigas que me dejaste, me hubiera sido imposible llegar a escribirla esto...

Inmediatamente después, cogió el pergamino con su magia, lo estrujó y lo lanzó de nuevo al suelo, junto con el resto; había estado así toda la mañana, ni siquiera había desayunado. Quería escribir el reporte sobre la amistad que le mandó Twilight, pero por alguna razón no conseguía escribir nada en el pergamino; llevaba gastadas más de doce hojas y había biselado más de cinco plumas, pero ni por esas.

-Maldita sea ¿por qué no consigo escribir nada? Sé lo que es la amistad, ahora más que nunca. Entonces ¿por qué no puedo expresarlo?

Podía parecer una tontería, pero para ella no lo era; se suponía que ahora sí sabía lo que significaba la amistad, pero aun así no era capaz de expresarlo por escrito. O quizás todavía no sabía qué era la amistad del todo. Quizás debía de profundiza aún más antes de escribir nada, pero aun así sentía que la fallaban las fuerzas. Por ahora sabía que volver al otro lado era imposible, tenía a sus amigas de Ecuestria, pero ella sentía que a quien debía lo que era ahora era a las del otro lado del espejo.

Aun así lo volvió a intentar y mojó de nuevo la pluma, no quería malgastar más de lo necesario; por un momento dejó la mente en blanco antes de comenzar a escribir, pero tan sólo se fijó en un punto en concreto del pergamino. Una pequeña gota de tinta resbaló de la punta de la pluma y cayó en el pergamino en blanco. Al poco rato, dos gotas de agua cayeron al lado y Sunset se sorbió.

-No puedo… no soy capaz…

Dejó caer la pluma y se echó sobre su cama, sin entender por qué se sentía así en esos momentos. Hundió la cara en la almohada, tratando de ahogar sus sentimientos. En ese momento, alguien llamó a la puerta y ella reaccionó.

-¿Sí, quién es?-inquirió ella, limpiándose la cara.

-Sunset, soy yo ¿estás bien? ¿Necesitas algo?-inquirió la voz de Twilight al otro lado.

-Ah… no, tranquila, estoy bien…

-¿Segura? No has salido en toda la mañana… las demás quieren verte, están preocupadas.

-Sí, vale, ahora salgo, espera.

Rápidamente recogió todos los pergaminos del suelo y los tiró a la basura; guardó la tinta y la pluma y se aseguró de que no se notara que había llorado. Una vez que estuvo lista, salió afuera, donde Twilight la esperaba.

-Ya estoy aquí…

-Por fin te veo… ¿segura que estás bien?

-Sí, claro, es solo que… no me apetecía salir, eso es todo.

-Bueno… vamos a ver a las demás, andaban inquietas por ti.

Salieron de allí y comenzaron a andar hacia el piso inferior; hacia un día espléndido y el cielo estaba despejado, un sol brillante alumbraba el imperio, haciéndolo brillar un poco más. Desde donde estaban se podía ver al fondo las montañas de Cristal, las cuales escondían a Ecuestria justo detrás de ellas; por un momento echó un rápido vistazo hacia el horizonte y le pareció ver algo que sobresalía sobre uno de los picos más altos de la extensa cordillera.

-¿Qué es eso?

Se acercó un momento a la ventana, entornando los ojos; por un momento creyó ver mal, pero tras parpadear varias veces de seguido lo pudo comprobar. Había una antena de telecomunicaciones en lo más alto de las montañas de Cristal. No pudo evitar opinar en voz alta.

-¿Pero qué demonios?

-¿Qué pasa?-inquirió Twilight.

Sunset se dio la vuelta por un momento y la miró, con la estupefacción grabada en su rostro.

-Me… me ha parecido ver algo que no…

-¿El qué, qué has visto?

-Allí, en el pico más alto de las montañas…

Sunset se volvió de nuevo, sólo para comprobar que en lo alto del pico no había nada.

-¿Hablas del pico del Águila? ¿Qué pasa con él? Yo no veo nada…

-Pero, pero… me pareció ver…

-¿El qué, qué viste?

Por un momento, Sunset quiso responder, pero al final se quedó callada; quizás tan solo fuera su imaginación.

-No, nada… vamos para allá, no quiero que las demás se preocupen más por mí.

Twilight la observó ponerse en marcha, un tanto extrañada por su repentina actitud; pero al final no le dio más importancia y fue tras ella, sin antes echar un rápido vistazo al pico del Águila. Su cumbre seguía tan vacía como siempre había estado.









En cuanto terminaron de comer, las horas pasaron lo suficientemente rápido como para adelantar el examen una hora antes; aun así tenían que estar allí puntuales, por lo que igualmente no perdieron más tiempo y regresaron a su clase, donde muchos de sus demás compañeros esperaban también.

-Bueno, pues con este termina la jornada… ¿Qué tenemos para mañana?-inquirió Applejack.

-Geografía y Español-respondió Rarity.

-Bueno, Español seguro que no es muy complicado… geografía ya es otra historia-murmuró Rainbow, rodando los ojos.

-Aun así no debemos confiarnos, tenemos que centrarnos en el de ahora…-comentó Fluttershy, en voz muy bajita.

Al poco rato llegó la profesora de lengua, la señora Sanders, una mujer fondona, entrada en años, con una disciplina de hierro y un genio mordedor.

-Muy bien, quiero a todos en silencio a la voz de ya, el examen comienza en menos de cinco minutos-anunció, con voz queda.

El resto de alumnos ocuparon sus asientos y un silencio sepulcral se extendió por toda el aula.

-Así me gusta… ya sabéis cómo es el examen, por lo que no hace falta que os diga nada. Tenéis hasta las cinco para hacerlo, las preguntas en orden, con buena letra y nada de faltas de ortografía, ya sabéis que a la tercera que pille estáis suspensos con un cuatro, y me da igual que el examen esté inmaculado.

Comenzó a repartir un par de hojas en blanco y luego entregó la hoja del examen; al contrario que Fillyway, ella lo entregó boca arriba, por lo que Rarity pudo leerlo todo en cuanto la hoja se posó en su pupitre.

1. Análisis y caracterización sintáctica de las siguientes oraciones. Sitúe los signos de puntuación en las posiciones adecuadas en relación con la sintaxis y con las reglas ortográficas correspondientes. Enuncie dichas reglas. (4 puntos)

a. Encontró a sus amigos muy agitados porque la noticia los había sorprendido muchísimo.

b. Aunque lo diga el periódico no lo creo.

2. Análisis y caracterización morfológica de las palabras en negrita de las oraciones anteriores. (1)

3. Explique los procesos de formación léxica de: antiaéreo, librero, cortaúñas, enamorar. (1)

4. Defina con precisión los términos lingüísticos: Lexicología, Fonema. (1)

5. Lea comprensivamente el siguiente texto. Subraye las ideas fundamentales. Redacte un resumen de cinco a diez líneas de extensión. (1,5)


En un principio, la actividad instrumental del hombre fue muy elemental y funcionó al servicio de fines biológicos muy elementales –alimentación, defensa, alojamiento-, pero se diferenció de la de los simios más cercanos en que éstos, capaces, por supuesto, de arrojar piedras, de utilizar un palo como bastón o de convertir una rama en instrumento para robar miel de una colmena, jamás llegaron a trascender los límites de esta actividad instrumental de primer orden. Como ha mostrado no hace mucho Jrustov, un simio es totalmente incapaz de construir instrumentos valiéndose de otros instrumentos, es incapaz de acceder a una actividad instrumental de segundo orden, hazaña que, sin embargo, realizó el primer pitecántropo que astilló una piedra con otra para conseguir artificialmente una potenciación rudimentaria de su mano.

En un principio, no obstante, esta actividad instrumental de segundo orden se hallaba, al parecer, al servicio de fines biológicos muy elementales, semejantes a los perseguidos instintivamente por otras especies; los primeros homínidos se movieron probablemente en una precultura o cuasicultura: la cultura arcaica del Homo habilis, en el Paleolítico inferior, es posible que presentara todavía tales características. El paso siguiente, probablemente unido al desarrollo del lenguaje, consistió en ampliar los fines biológicos, de pura supervivencia, con valores religiosos y artísticos totalmente desconocidos en el mundo animal: el ser humano comenzó a enterrar a sus muertos de acuerdo con normas inventadas por él mismo, empezó a construir adornos para su cuerpo y a decorar sus cuevas con pinturas y símbolos. La humanización había comenzado.

6. Comente brevemente las ideas principales del texto y saque sus propias conclusiones (1)

7. Diga brevemente qué es la demolingüística (0,50)


Manteniendo el orden de las preguntas, Rarity comenzó con el análisis sintáctico.

La señora Sanders era muy metódica, y les había enseñado un sistema para la realización del análisis sintáctico que debían de seguir a rajatabla. Lo primero de todo era localizar los verbos, en la primera frase éstos eran encontró y había sorprendido, siendo éste último una perífrasis verbal preciosa. Tras eso, se procedía a localizar el nexo, en este caso era porque; una vez que el nexo está localizado, es fácil diferenciar la oración subordinada de la principal, encerrándola entre corchetes. Toda la frase en su conjunto es un predicado verbal con un sintagma verbal, lo que había que dejar indicado también, así como el sujeto omitido de tercera persona del singular. Antes de enfocarse en la subordinada, Rarity se centró en la oración principal, la cual constaba del verbo, un complemento directo (a sus amigos) y un complemento circunstancial de modo (muy agitados); en cuanto a la subordinada, se trataba de una adverbial causal real, compuesta por un sujeto (la noticia) y un predicado verbal (los había sorprendido muchísimo), siendo los un complemento directo y muchísimos un complemento circunstancial de modo. En cuanto a la segunda frase, los verbos existentes eran diga y creo, siendo el nexo aunque, señalando la subordinada hasta periódico; el resto era la oración principal, siendo separada de la subordinada por una coma. La subordinada era una adverbial concesiva, compuesta por un sujeto (el periódico) y un predicado (lo diga). Teniendo en cuenta éste sencillo método, el análisis sintáctico no era tan complicado, incluso se simplificaba.

-Caramba, qué fáciles son, me esperaba algo más rebuscado…-pensó Rarity, puliendo la última frase.

En la segunda pregunta tuvo más problemas de los que pensó, a pesar de que se había repasado bien los apuntes de morfología; con los verbos no tuvo mucho problema puesto que eran sencillos de identificar, pero algunas palabras como aunque o porque se la cruzaron bastante. Aun así apuntó todo lo que se sabía y dejó las palabras que más dudaba a medio hacer, para no arriesgarse demasiado.

Con la formación léxica tuvo más suerte, aparte de que las palabras eran fáciles; tanto antiaéreo como librero eran dos palabras derivadas, siendo anti- un prefijo y –ero un sufijo derivativo masculino singular. Cortaúñas era la más fácil de todas, siendo una palabra compuesta por un verbo y un nombre, siendo la s un sufijo derivativo plural. Y enamorar era el mayor ejemplo por excelencia de parasíntesis, siendo en- el prefijo y –ar el sufijo.

Con las definiciones trató de ser todo lo precisa que pudo, partiendo sobre todo de los ejemplos que ya tenía de los ejercicios anteriores; la clave era poner la información suficiente, pero no pasarse demasiado.

En cuanto al texto, fue de lo más fácil del examen; primero hizo una primera lectura, seguida por una segunda para asegurarse de haber comprendido bien el texto. Luego subrayó las ideas principales, una por cada párrafo. Tras eso, partiendo de las ideas principales, redactó unas pocas líneas en las que se resumía de manera breve y sencilla el contenido del texto. Fácil, rápido y eficaz, un punto regalado.

En la antepenúltima pregunta, rizó un poco más el rizo, enfocándolo ésta vez desde un punto de vista subjetivo.

Y por último definió por segunda vez, asegurándose de ser todo lo específica que la señora Sanders quería que fuera.

-Terminé-murmuró por lo bajo Rarity, dejando descansar la muñeca.

Miró su reloj, vio que apenas quedaba unos pocos minutos, por lo que aprovechó para repasarlo todo. En cuanto dieron las cinco, la señora Sanders indicó.

-Dejad de escribir ya.

Ésta vez más gente ya había terminado y la mayoría de sus compañeros no pusieron reticencias; se recogieron de la misma forma que la última vez y, una vez que todos estuvieron entregados, todo el mundo se levantó casi a la vez, evacuando la clase en menos de cinco segundos.

-¿Qué tal os ha salido? Salvo la morfología, yo bastante bien-comenzó a hablar Rarity.

-¿Qué era la segunda? Me he estado devanando los sesos y no me salía…-masculló Rainbow.

-Una adverbial concesiva.

-¿Concesiva? ¡Pensaba que era consecutiva!

-No Rainbow, el aunque estaba clarísimo…

-¡Pues sería para ti! ¡Mierda!

-Tranquila Rainbow, igual te cuenta algo…

Aun así, la chica de pelo multicolor no se quedó a gusto y comenzó a despotricar contra la señora Sanders; el resto se quedaron en silencio, aguantando su verborrea. Fluttershy prefirió quedarse callada, como siempre, mientras repasaba mentalmente lo bien que le había salido a ella; miró hacia otro lado, viendo que pasaban al lado de un baño de chicas.

-Eh… esperad un momento, voy al baño…-murmuró ella, a media voz.

Apenas la llegaron a escuchar, pero ella aprovechó el inciso para entrar un momento a mojarse la cara y beber un trago de agua; abrió la puerta esperando encontrarse con el baño vacío, pero nada más hacerlo se quedó en el sitio, sin entender nada de lo que estaba viendo. Los baños del instituto destacaban por ser pequeños y bastante sosos, aunque los de las chicas eran un poco más limpios; éste era casi tan grande como una galería, los suelos se encontraban recubiertos por un mármol brillante y los lavabos consistían en una serie de palanganas con jarras de agua a su lado, sin grifos. Una serie de toallas pulcramente dobladas se encontraban puestas sobre unas pequeñas mesitas, junto con pastillas de jabón y otros productos de limpieza. Los espejos la ayudaron a contemplar su cara de estupefacción. La luz entraba a raudales por un alto ventanal, por el que se podía ver terrenos y terrenos que se extendían más allá de una preciosa tierra.

-¡Fluttershy!

La voz que la llamaba la sonaba familiar, giró la cabeza y vio a Applejack acercándose a ella.

-¡Fluttershy, dulzura, aquí estás, pensábamos que te habías ido! ¿Qué haces?

-Ah, yo… sólo quería…

-¿Ir al baño? ¿Y por qué no entrabas?

-Es que, yo…

Volvió a mirar al interior y se encontró con el baño que antes se esperaba encontrar, soso, deprimente y típicamente de instituto.

-Yo… he visto… que…

-Dulzura ¿te encuentras bien? Estás blanca…-observó Applejack.

Fluttershy sacudió rápidamente su cabeza y finalmente se calmó.

-No, nada, no pasa nada, vámonos ya.

-Pero… ¿no querías ir al baño?

-En realidad no, vámonos por favor.

La chica rubia echó un rápido vistazo al baño por si había algo raro, pero no se veía nada anormal. Lo dejó estar rápidamente y fue tras Fluttershy, la cual caminaba más deprisa de lo habitual.








La búsqueda de Starshine Shield se había estado dando durante casi todo el día, y para el desconcierto de la Guardia Real y Twilight, no aparecía por ningún lado; se registró todo el imperio de arriba abajo, empezando por su propia casa, pero aun así los esfuerzos fueron en vano. Nada de lo que intentaban surtía efecto, era como si se la hubiera tragado la tierra.

-¿Ha habido suerte?-inquirió Applejack, en cuanto se reunieron de nuevo bajo el palacio de cristal.

-Nada de nada… -negó Rarity.

-¡He peinado todo el perímetro colindante al ártico y no hay señales de vida cerca!-anunció Rainbow, llegando como una centella.

-¡No he visto a nadie que le haya visto!-añadió Pinkie, presentándose dando saltitos.

Se quedaron justo al lado del corazón de cristal, el cual daba vueltas sobre sí mismo de forma permanente desde que fue recuperado; al cabo de poco rato, Twilight se presentó también acompañada de sus guardias.

-¿Qué tal, habéis averiguado algo?

-Nada, lo sentimos, Twi…

-Maldita sea… no se puede desaparecer así sin más…-masculló la princesa, molesta.

-Por cierto ¿y Sunset?-inquirió Pinkie en ese momento, observadora.

-Se ha ido a su habitación, se encontraba mal, Flash la ha escoltado-reveló ella.

-Oh ¿Qué la ocurre?-inquirió Fluttershy, preocupada.

-Me dijo que se encontraba mareada… en cuanto esté mejor volverá, luego iremos a verla, antes quiero pasarme por su casa otra vez.

-Pero alteza, la hemos registrado de arriba abajo-murmuró uno de los guardias.

-Lo sé, pero quiero echar un vistazo yo también.

Se dirigieron para allá todos juntos y la dejaron hacer a la alicornio lavanda; su casa consistía en un pequeño espacio, en el cual apenas había mobiliario y demasiadas cosas a la vista. El armario apenas había sido tocado y no vio ningún indicio de que hubiese huido o pasado por allí previamente.

-Qué raro… no puede haber huido, está más que claro. ¿Pero dónde puede estar escondida?

Se dirigió a la cocina, en la que apenas podían caber más de tres ponis juntos; una pequeña mesa remataba el conjunto, y el suelo bajo ella era de un color más claro que el resto. Twilight entrecerró los ojos, con expresión austera, y luego dio una rápida coz al suelo; al punto, una trampilla cayó hacia abajo, revelando un hueco secreto.

-¿Seguro que se realizó un exhaustivo registro?-inquirió, ceñuda.

-Lo sentimos, alteza, no entiendo cómo se nos pudo pasar…-masculló el guardia, azorado.

Twilight no dijo nada más y se adentró ella misma en el interior del hueco secreto; encendió su cuerno y una luz brillante alumbró un pequeño sótano, que para su sorpresa se encontraba vacío excepto por una carpeta encima de una mesa. La abrió y vio una serie de pergaminos doblados por la mitad, cogió el primero y lo desdobló; en éste se podía leer.

Tic, tac, tic, tac...

-¿Qué demonios?-masculló ella, molesta.

Cogió el siguiente y siguió leyendo.

Se acaba el tiempo, alteza… ¿Qué va a hacer?

Tratando de ignorar una incipiente sensación de cabreo, Twilight siguió leyendo.

Apuesto a que ahora estará buscándome como loca… y yo me estaré riendo de usted en la cara.

Pensó en otra cosa para no tratar de caer en su juego.

Aunque la verdadera cuestión no es ¿dónde estoy yo? Sino… ¿Qué va a pasar? Estoy segura de que la encantaría saberlo…

Respiró calmadamente, como bien la enseñó Cadance.

Pero no sabe lo que pienso hacer… y tampoco sabe quién soy en realidad, lo que es toda una ventaja para mí.

Inspirar, espirar…

No hace falta que se esfuerce, alteza, después de todo el tiempo se agota… y yo obtendré lo que quiero.

La vena de la frente de Twilight comenzó a marcarse peligrosamente.

Ah, y no se sulfure tanto, por favor, no quiero que se estrese más de la cuenta, es malo para el pelaje.

Resopló con fuerza, sin poder evitarlo.

Si quiere un consejo antes de mi victoria, salga de este triste lugar y vaya disfrutar de la magnífica puesta de sol que el imperio la ofrece… será la última.

Fue entonces cuando abrió mucho los ojos, alarmándose de seguido y pensando en una sola cosa.

-Sunset…

Salió precipitadamente de allí, ante la extraña mirada de sus guardias hasta llegar hasta sus amigas.

-¡Twilight!

-¿Qué pasa dulzura, a que viene esa cara?

Sin dar tiempo a nada más, las envolvió a todas en una burbuja y, al segundo siguiente, desaparecieron de allí, para volver a aparecer en el pasillo del quinto piso, donde se encontraba sus habitaciones, entre ellas la de Sunset.

-¡Twilight! ¿Qué demonios pasa?

-¡No hay tiempo! ¡Sunset, tenemos que llegar hasta ella!

Corrió como alma que lleva al diablo hasta llegar a las puertas de la habitación de Sunset; las abrió de golpe con su magia, al tiempo que entraba en ella precipitadamente.

-¡Sunset, dime que estás bien!

Pero lo que vio la dejó sin habla; una chica de ojos azules y pelo color fuego se encontraba tumbada en la cama, y desnuda de cintura para arriba. En cuanto las vio entrar, Sunset lanzó un grito y se cubrió con las sábanas.

-¡Twilight!-masculló, roja de vergüenza.

-¿¡Sunset?! ¿Qué… por qué estás… cómo…?

-¡No lo sé, en cuanto desperté me encontré así!

Las demás la miraban estupefactas, no muy seguras de qué estaban viendo exactamente; la mente de Twilight trabajaba a toda velocidad, tratando de comprender por qué Sunset había recuperado su forma humana estando en Ecuestria. En ese momento, apareció frente a ella un rollo de pergamino similar a los que le solía enviar a la princesa Celestia; lo desplegó y leyó lo que ponía.

Se acabó el tiempo.

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Angelus-Y » 25 Sep 2013, 19:37

Me acabo de leer el ultimo capitulo, siento la tardanza, jeje. Como siempre muy bien escrito, muchisima fluidez por lo que comodisimo, la trama esta revelando puntos muy interesantes y mucho, me he quedado estupefacto al final de este capitulo y ya empezaba a sospechar cuando revelaste esos momentos de espejismo e ilusion que Rainbow Dash y Fluttershy humana vieron, bastante interesante y estoy la mar de intrigado la verdad.

Spoiler:
Les tengo unas ganas a Starshine y al otro...vamos impresionantes, incluso me da la inmensa sensacion de que podrian estar relacionados fuertemente, no se por que...


Las partes de las Mane 6 humanas ha estado muy bien con el tema, en algun momento se te hace nostalgico para algun que otro como yo, jaja. Y como ya he resaltado una riquisima lectura para el apetito, con gran vocabulario y grandes expectaciones que le estoy viendo, :) siento no ser mas efusivo al escribir pero de verdad que estoy en autentico HYPE :D2

Espero la siguiente parte con gran impaciencia Sg91, le doy mis dieces ^^
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sg91 » 30 Sep 2013, 16:15

Capítulo 11

Caos de proporciones interdimensionales



Spoiler:
-¡Twilight! ¿Qué está pasando, por qué vuelvo a ser humana aquí y ahora?

La aludida quiso responder a esa pregunta, pero enseguida se dio cuenta de que no podía por mucho que lo intentara; no comprendía lo que estaba pasando, y menos aún sabía cómo actuar.

-¿Eres tú de verdad, Sunset?-inquirió Applejack, anonadada.

-Sí, soy yo…

-Entonces así es como son los humanos…-obvió Fluttershy, en voz baja.

-¿Para qué te tapas?-inquirió en ese momento Rainbow.

-¿Porque estoy desnuda quizás?

-Toma, yo también lo estoy y no me quejo…

-¡Pero esto es diferente, Rainbow! ¡Necesito ropa!

Rainbow quiso hablar, pero Rarity la paró.

-Tranquilas, entiendo lo que dices, querida, déjamelo a mí, te confeccionaré algo bonito.

-Te lo agradecería, Rarity…

-Aunque primero necesitaría tomar varias notas, así como las medidas…-anunció entonces ésta.

La cara de Sunset se tornó roja de nuevo, reticente a apartar las sábanas así como así; Pinkie husmeaba por el suelo, como si estuviera buscando algo, hasta colarse debajo de la cama. Salió de allí llevando consigo unas ropas en su grupa.

-¡Ey, mirad lo que he encontrado!

-¡Ah, pero si es mi ropa!-observó Sunset.

Twilight seguía impactada, tratando de encajar unas piezas que apenas tenían forma; sostuvo el pergamino que la llegó mágicamente con su magia, con la nota de Starshine Shield escrita en él. ¿A qué se podía referir?

-Esto… me tengo que vestir, si no os importa…-murmuró Sunset

-Oh, claro que no, te esperamos fuera, querida.

Rarity sacó de allí a todas, respetando la intimidad de su amiga.

-¿Por qué la dará tanto reparo? Nosotras vamos desnudas siempre y no nos avergonzamos…-comentó Rainbow, con el ceño fruncido.

-Porque los humanos van siempre vestidos, no son como nosotros, que solo nos vestimos en ocasiones especiales, ellos necesitan taparse-reveló Twilight, hablando por primera vez.

-¿Y eso por qué?

-No lo sé, la verdad es que yo tampoco lo entendía cuando estuve allí, pero al final me acabé acostumbrando.

Al cabo de unos pocos minutos, Sunset salió de su habitación completamente vestida; llevaba puesta su camiseta de color violeta, con su marca de belleza impresa en ella, una falda anaranjada y un chaleco de cuero negro con accesorios metálicos plateados en la parte del cuello. Calzaba unas largas botas negras con las puntas rosadas.

-Vale, esto ya es otra cosa… aunque es raro…

Bajó la vista y vio que todas, excepto Twilight, la miraban bastante sorprendidas.

-¿Qué pasa?

-Oh, no es nada, es que… eres muy alta-reveló Fluttershy, cortada.

Ciertamente su altura era bastante considerable, casi tan alta como la princesa Celestia; las demás tan sólo la llegaban hasta la cintura.

-Sí, bueno, vosotras sois ponis, normal que sea alta…

-¿A qué te referías antes con que algo era raro, Sunset?-inquirió en ese momento Twilight.

-Oh, al detalle de la ropa, me ha resultado raro que apareciera así sin más bajo la cama…

A eso, la alicornio frunció el ceño, ciertamente extrañada. En ese momento llegaron unos cuantos guardias, los cuales se dirigieron a Twilight.

-¡Alteza, tenemos problemas!

-¿Qué ocurre?

-¡Se están sucediendo extrañas perturbaciones por todo el imperio, no sabemos que puede ser, tiene que ver esto!

Todas se miraron entre sí, extrañadas, y se dirigieron al salón del trono para observar mejor las extrañas anomalías; el cielo brillaba intermitentemente, con destellos plateados, mientras que algunos edificios se deformaban y cambiaban de aspecto, mostrando formas extrañas y desconocidas para los ponis. La princesa Cadance estaba con ellas, observando impotente el fenómeno.

-No sé lo que es… ¿alguna idea, Twilight?-inquirió ella, algo asustada.

-Odio tener que admitirlo, pero… no tengo ni idea de lo que está pasando-anunció ella, igual de incapaz.

Sunset frunció el ceño, pensativa, acordándose entonces de algo.

-El espejo…

Sin previo aviso echó a correr, dejando atrás a las demás.

-¡Sunset, espera!

Su inesperada transformación había cogido por sorpresa tanto a ella como a los demás, por lo que muchos guardias y ponis del servicio se quedaban atónitos al verla correr sobre sus dos piernas por todo el palacio; dejó de piedra a los dos guardias que custodiaban la puerta a la sala del espejo.

-¿Quién… que es usted?-inquirió uno de ellos.

-Soy Sunset Shimmer, la alumna de la princesa Twilight Sparkle, dejadme pasar, necesito comprobar una cosa.

-Pero… si no eres un poni ¿Qué eres?

-¡Eso ahora no importa, tenéis que dejarme pasar!-insistió ella.

-¡Dice la verdad, ella es mi alumna, dejadla pasar!-ordenó Twilight, apareciendo en ese momento.

La abrieron la puerta rápidamente y se dirigió hacia los trozos del espejo, los cuales se encontraban brillando débilmente en un aura plateada.

-Lo que me suponía…-murmuró Sunset por lo bajo.

-Sé que le hizo algo a los trozos, pero no supe identificar el qué. ¿Tienes alguna idea?

-Puede… está claro que tiene que ver con los dos mundos, llegué a estudiar un poco de magia interdimensional, aun así no estoy del todo segura. No comprendo del todo lo que pretende en realidad, pero…

-¿Qué sugieres?

Sunset se quedó callada, rumiando posibilidades, hasta que finalmente anunció.

-Puede que esté intentando fusionar los dos mundos.

-¿¡Qué?! ¡Pero eso no es posible, no pueden existir dos mundos en uno, es física elemental de partículas!-exclamó Twilight, alarmada.

-Lo sé, no estoy segura de cuánto tiempo dispondremos hasta que al final los dos mundos se encuentren por completo. Lo que está claro es que ya han comenzado a rozarse, de ahí las perturbaciones espacio-temporales… y mi transformación.

-Pero ¿Por qué a ti?

Sunset entrecerró los ojos, sopesando ese detalle; ciertamente no sabía con certeza por qué sólo la había pasado a ella, pero el mismo detalle le contaba muchas cosas también.

-No estoy del todo segura, pero de lo que tenemos que asegurarnos es de si el proceso ya ha empezado al otro lado. Puede que tengamos una oportunidad…

Nada más decirlo, el espacio en toda la habitación parpadeó débilmente, dejando a la vista un salón-comedor en una casa cualquiera, decorada con un estilo muy recargado; la perturbación se dobló como lo haría una hoja de papel y, tras eso, se desvaneció.

-Me parece bien, pero será mejor que vayamos a hacer lo que vayamos a hacer, lo hagamos enseguida-comentó Twilight.

-Sí…-asintió Sunset, preocupada.








Pine Creek amaneció extrañamente nublado, sorprendiendo a todos, incluso al hombre del tiempo, ya que había anunciado cielos despejados durante toda esa semana. Densos nubarrones grisáceos se arremolinaban sobre el pueblo, amenazando con lluvia, pero sin llegar a descargar ni una sola gota. A pesar del inusitado mal tiempo, los exámenes se dieron con normalidad, siendo el de Geografía el primero de la jornada; al contrario de lo que todos se esperaban, la señora Hills no llegó a ponerlo nada complicado. Los principales sistemas montañosos, así como los ríos y lagos más importantes o la orografía de Alaska fueron algunos de los puntos del temario que llegó a preguntar. Nada serio, en realidad.

En ese justo momento se encontraban realizando la parte oral del examen de Español, la parte escrita ya se había terminado hace pocos minutos; todos iban en parejas, el examen consistía en una conversación entre los dos alumnos, aplicando todo lo que habían aprendido. El señor González se encontraba allí, junto con un examinador más, mientras iban grabando todas las conversaciones para evaluarlas después. También solía participar de vez en cuando en la prueba, haciendo alguna que otra pregunta o asistiendo un poco por si alguien se atoraba demasiado. Rarity hacia pareja con Fluttershy, mientras que Applejack iba con Rainbow; Pinkie tenía pensado en ir con Sunset, pero debido a su desaparición se tuvo que buscar a otra persona, yendo al final con Flash. Rarity y Fluttershy se encontraban realizando la prueba, hablaban de todo un poco, e incluso de lo primero que se les venía a la cabeza, en ese sentido González no las exigía nada.

-Y cuéntame ¿Qué es lo más raro que te ha pasado últimamente?-inquirió Rarity, pronunciando con cuidado.

-¿Raro en qué sentido?-inquirió la chica, a media voz.

Rarity quiso responder, pero en ese momento en señor González habló.

-Fluttershy ¿te importaría hablar un poco más alto, por favor? Es para asegurar que la grabadora lo capta todo.

-Ah, está bien… pues… no sé…-murmuró ella, elevando un poco el tono.

-Recuerda que no hace falta que seas tan rigurosa-comentó González.

-Oh, bueno… el otro día, al entrar al baño, me pareció ver otro completamente distinto, como si fuera del siglo pasado. Había palanganas en vez de lavabos, jarras con agua, toallas y pastillas de jabón en vez de dispensadores. El suelo era de mármol, las paredes también y todo brillaba mucho.

Todo el mundo se quedó en silencio, sopesando lo que la chica acababa de decir; Rarity miró a su amiga extrañada, sin saber muy bien a que venía todo eso. El señor González se rio tontamente.

-Caramba, que imaginación más volada tienes.

-Sí, bueno, supongo que me lo debí de imaginar…

-Bueno, es un detalle interesante, me gusta, me gusta…

El examinador que acompañaba a González era el que manejaba la grabadora, que en realidad era un lector de CD con grabadora incorporada, y con un micrófono de calidad enchufado. Fue a parar esa parte para que quedara grabada, pero en vez de llegar a pulsar el botón, cogió una manivela de madera.

-¿¡Pero qué diablos?!

En un visto y no visto, donde estaba la grabadora había ahora un fonógrafo bastante grande, el cual se encontraba funcionando y emitiendo una canción que nadie antes había llegado a escuchar, o al menos desde el punto de vista de la letra.

Oh, las yeguas solo quieren divertirse

Oh, las yeguas solo quieren…

Eso es lo que de verdad quieren

Un poco de diversión

Cuando la jornada se acaba

Las yeguas solo quieren divertirse

Oh, las yeguas solo quieren divertirse


Nadie dijo nada, simplemente estuvieron mirando al objeto con la boca abierta y sin entender nada de lo que estaba pasando; y es que no era para menos. Un fonógrafo del año de la castaña aparecido de la nada se encontraba en pleno examen oral de español, emitiendo una versión extraña del tema Las chicas solo quieren divertirse de Cindy Lauper. Si eso no era raro, nada más lo seria.

Rarity abrió la boca para hablar, pero en cuanto todos parpadearon, el fonógrafo desapareció, estando en su lugar la grabadora, que seguía grabando. El examinador la paró de golpe y González tomó la palabra.

-Eh… bien, esto… me parece que estamos todos un poco cansados, creo que con esto es más que suficiente… bien hecho, chicas… necesito un café…

González y el examinador salieron fuera, llevándose consigo la grabadora y anunciando al resto que se tomaban un corto descanso. Rainbow y Applejack estaban allí, al igual que Pinkie y Flash, ya que eran los siguientes.

-¿Qué ha pasado, dulzura?

-Sí, el señor González salió blanco como la leche…-añadió Rainbow.

Rarity quiso hablar, pero no le salió nada. Fluttershy también lo intentó, pero no pudo hablar.

-¿Estáis bien?-inquirió Flash, extrañado.

En ese momento, Pinkie se levantó de golpe y soltó.

-¿Acaso no habréis experimentado un suceso extraño en el que la grabadora se cambió repentinamente por un fonógrafo antiguo, del cual se podía oír una versión poni de la canción Las chicas solo quieren divertirse de Cindy Lauper?

Todo el mundo se quedó mudo, mirando a la chica con un deje de desdén. Applejack decidió tomar la palabra.

-Pinkie, dudo mucho que eso sea…

-¿¡Cómo lo has sabido?!-masculló Rarity, entonces.

-Una corazonada-añadió la chica, sonriendo abiertamente.

-Espera, espera ¿va en serio?-inquirió Flash, incrédulo.

-¡Muy en serio! Estábamos grabando cuando, de repente, la grabadora desapareció, apareciendo en su lugar el fonógrafo, justo como ha dicho Pinkie.

-¡Yay, me encanta tener razón!

-Pero entonces… lo que me dijiste antes en el examen era cierto-observó Rarity, dirigiéndose a Fluttershy.

-Sí… por un momento vi ese baño propio del siglo pasado.

-Pues ahora que lo comentáis… yo también vi algo ayer-anunció Rainbow.

-¿Ah, si? ¿El qué?

-Vi una torre propia de un palacio ocupando una de las esquinas del edificio principal, apareció y desapareció en un suspiro.

-Eh, vale chicas, un momento, tiempo muerto-pidió Flash, algo desubicado.

-¿Tú no has visto nada, Flash?-inquirió Rarity.

-No, de hecho no es por llevaros la contraria ni nada, pero me parece todo muy raro…

-¡Pero nosotras lo vimos! Pregúntaselo a González y su ayudante, te dirán lo mismo.

En ese momento Rainbow abrió mucho los ojos y comentó.

-El disco… claro, el disco, si decís que realmente la grabadora desapareció y se cambió por ese fonógrafo, entonces ha debido de grabar algo más aparte de vuestra conversación.

-¡Pues claro! Sería la prueba perfecta, incluso podría respaldar lo que vieron Fluttershy y Rainbow. ¡Vamos, tenemos que hacernos con ese disco!-azuzó ella, cogiendo del brazo a la chica de pelo multicolor.

Todos se dirigieron a la sala de profesores, donde González y el examinador se encontraban; la grabadora estaba apoyada en una mesa, mientras que los dos profesores estaban en el otro extremo de la sala, junto a la máquina de café. Eran los únicos allí.

-Entonces… ¿no hemos visto nada?

-Claro que no, es el sueño… ya verás cómo después de este café veremos las cosas con otra perspectiva.

Rainbow fue la que se coló en la sala sin que ninguno de los dos se percatara; con un absoluto sigilo, se acercó hasta la grabadora y retiró el disco de la bandeja. Una vez con el disco en su poder, regresó de nuevo hasta el pasillo, donde los demás la esperaban.

-¿Lo tienes?

-Pues claro, aquí está.

Usando el portátil de Pinkie pudieron oír el contenido del disco; los veinte primeros minutos constaban de todos los demás exámenes orales, parte que pasaron rápidamente hasta llegar al de Fluttershy y Rarity.

-Oh, bueno… el otro día, al entrar al baño, me pareció ver otro completamente distinto, como si fuera del siglo pasado…

-Ah, esa es mi parte-murmuró la chica de pelo rosado, al oírse.

Esperaron un poco más a que terminara la conversación entre ella y González, pero de repente se hizo el silencio y no se oyó nada durante unos pocos segundos que parecieron una eternidad; justo después comenzaron a oírse cosas.

-¿Y el fonógrafo, dónde está el fonógrafo?

-No lo sé, no lo… ¡ah! ¿¡Qué es eso, qué es eso?!

-¡En el nombre de Ecuestria! ¿Qué es esa cosa?

-¡No lo sé, no sé qué es!

-Parece peligroso, no os acerquéis…

-¡Ha aparecido de repente, debe ser cosa de magia!

-¡Pues unicornios en la familia no hay, por lo que tú me dirás!

-¡Espera, espera, mira eso!


Justo entonces comenzaron a oírse ruidos raros, como de estática, hasta que al final todo enmudeció. El portátil dejó de leer el disco, lo que indicaba que se había acabado la grabación. Todos se miraron entre sí, confirmando lo evidente.

-Ecuestria, magia, unicornios… no hay duda, es la tierra que hay al otro lado de la estatua, de donde viene Sunset-murmuró Rarity.

-Vale, pero… no entiendo cómo ni por qué está pasando esto… si Sunset ha desaparecido ¿cómo es que Ecuestria está mezclándose con nuestro mundo?-inquirió en ese momento Flash.

-Ni idea, pero está claro que algo tiene que ver… tengo que devolver esto, ahora vuelvo-avisó Rainbow, sacando el disco.

Borraron previamente la pista que fue grabada en Ecuestria para no dejar pruebas de lo sucedido antes de que la chica lo llevara de vuelta.

Rainbow abrió con cuidado la puerta para no hacer ruido y se coló dentro de la sala de profesores; en cuanto puso un pie en ella, se encontró con una situación completamente diferente a la que ella se esperaba encontrar. Ante ella se abría lo que parecía una peluquería, en la cual una serie de ponis y yeguas se encontraban acicalándose y cortándose las crines; no eran muchas, pero eran las suficientes como para darse cuenta de su sorpresiva presencia. Nadie dijo nada, ni siquiera ella, devolviéndolas una mirada igual de atónita que las del resto. Antes de que se desatara la histeria colectiva, Rainbow cerró de golpe la puerta, volviendo al mundo real.

-¿Rainbow? ¿Qué haces?-inquirió Rarity.

La chica no respondió, sino que volvió a abrir la puerta, dando ésta vez a la sala de profesores; en ese justo momento lo hizo de forma resultona, lo que alertó tanto a González como a su ayudante, los cuales se encontraban ante la grabadora.

-¿Rainbow Dash? ¿Qué haces con el disco?-inquirió González.

Ésta no dijo nada, tan solo se lo tendió, cogiéndolo, y luego cerró la puerta tras de sí, con una cara muy seria. Los demás estaban al otro lado, mirándola preocupados.

-¿Qué ocurre Rainbow, qué has visto?

-Chicas… es oficial, Ecuestria se está mezclando con nuestro mundo-anunció ella, con una seriedad no muy propia de ella.

Todos se miraron entre sí, un tanto asustadas y sin saber bien qué hacer; mientras tanto, afuera, el cielo se nublaba un poco más.







La princesa Celestia tenía motivos para estar nerviosa; un extraño fenómeno se extendía por toda Ecuestria, haciendo brillar el cielo intermitentemente y provocando alteraciones en el espacio-tiempo, superponiéndose escenas de otro mundo sobre el suyo. Nunca antes había visto nada parecido y la situación la sobrepasaba. Con toda seguridad, en el imperio de Cristal también estaba sucediendo lo mismo, y puede que también más allá de las fronteras del mundo conocido. Su instinto la dijo inmediatamente que esto era cosa del espejo, no había otra explicación posible. Por otro lado comenzó a temer tanto por Twilight como por Sunset, sin ni siquiera poder saber al instante cual era la situación allí.

-Es una pena que mamá no aprendiera un método más eficaz e inmediato de comunicación estando allí…-pensó ella, contrariada.

Apenas había salido de su despacho, dando vueltas todo el rato y pensando en una posible solución a corto plazo; pero a pesar de los esfuerzos, era algo con lo que nunca había lidiado y no sabía con certeza como proceder.

-Aquí encerrada no hago nada, lo consultaré con Luna.

Se dirigió hacia la puerta al trote y al abrió de golpe usando su magia; en cuanto puso un casco en el pasillo, paró de golpe.

-¿¡Pero que…?!

El pasillo en el que se encontraba no tenía nada que ver al que ella ya conocía, siendo mucho más bajito que de costumbre; las paredes eran de piedra caliza, oscura y muy fea. Las antorchas que normalmente lo alumbraban por la noche habían sido reemplazadas por unas extrañas luces brillantes que colgaban del techo, el cual era blanco. A sus lados se extendían una serie de taquillas de metal, el pasillo lucia desierto y sin nadie a la vista. Celestia se dio la vuelta por un momento, contemplando para su horror que las puertas originales que daban a su despacho ya no estaban; en su lugar había una pequeña y muy bajita puerta con una cristalera en el centro. La abrió para comprobar lo que había detrás y se encontró con lo que parecía un aula de escuela, totalmente vacía.

-Creo que ya sé dónde estoy…-pensó ella, entrecerrando los ojos.

Se apartó un poco y cerró la puerta con su magia, asegurándose de que podía usarla sin problemas. Fue entonces cuando una voz que le sonaba muy familiar la habló.

-Volvemos a vernos de nuevo…

Celestia se dio la vuelta, sin poder evitar esbozar una media sonrisa; se dio la vuelta y fue como mirarse a un espejo. Lo único que cambiaba era la forma.

-Hola, hermana… me alegro de verte-la saludó la alicornio.

-Nunca me llegó a convencer ese término…

-Pero sabes que es el correcto. Yo soy tú…

-… tú eres yo, lo sé, no me he olvidado.

Las dos se quedaron en silencio por un momento, observándose mutuamente.

-Vaya, realmente ha pasado… ¿Cuánto ha pasado? Apenas recuerdo la última vez que nos vimos…-murmuró la directora.

-Yo sí, y sí, ha pasado bastante tiempo… fue mi última incursión aquí. Y si te soy sincera, no me gustó demasiado-confesó la alicornio.

-Ah, sí, ya me acuerdo… no fue agradable.

Otro silencio se echó sobre ellas, dejando un ambiente un tanto denso en el aire.

-¿Sabes? Me esperaba algo así… supongo que tú sabrás lo que está pasando, y por qué esta mañana mi tostadora se cambió por un hornillo de brasas.

-No sé lo que es una tostadora… y acerca de eso, sí y no.

-¿Sí y no? ¿Qué significa sí y no?

La alicornio dejó escapar un lánguido suspiro y se dejó de rodeos, hablando claro.

-Mira, te voy a ser sincera, no estoy del todo segura de lo que está pasando, pero algo me dice que tiene que ver con el portal… ha sido destruido en mi mundo, y no sabemos quién ha podido ser.

-Pues por aquí las cosas tampoco van muy bien… Sunset ha desaparecido-anunció la directora.

-¿Sunset? Pero si está con Twilight en el imperio de Cristal.

Para la directora la noticia la dejó del todo pasmada.

-¿Cómo? No puede ser ¿no se abría el portal cada treinta lunas?

-Así es, pero Sunset descubrió otra forma de abrirlo, según lo que me contó usó electricidad…

Ese comentario fue desencadenante para la directora, la cual comenzó a atar cabos y deducir el resto; el apagón, la posterior desaparición… aunque otros detalles como el de las cintas desaparecidas seguían sin explicación.

-Por un lado entiendo más cosas, pero por otro… ¿por qué estás aquí en tu forma original?

-No lo sé, ya te digo que no estoy del todo segura…

En ese momento oyeron unos pasos acercándose desde el otro lado del pasillo, lo que las puso en alerta.

-¡Viene alguien!

-¡Rápido, métete en el aula vacía!

La princesa alicornio abrió la puerta rápidamente, internándose en la clase, siendo seguida por su contraparte humana; esperaron a que el peligro pasase, pero en cuanto los pasos dejaron de oírse, se quedaron allí dentro.

-Vale, entonces… no sabes qué es lo que pasa, mientras que todo a nuestro alrededor cambia y se intercala con elementos entre los dos mundos-resumió la directora, sentándose en el estrado.

-Eso es lo que parece… lo que lo esté causando, eso ya no lo sé.

-Pero eso es un grave problema… ¿y si no puedes volver al otro lado? Nadie puede verte, y menos aún en tu forma original.

-Soy consciente del peligro ¿pero qué otra cosa puedo hacer? No sé si puedo volver o no, y en caso contrario he dejado abandonados en Canterlot a Luna y mi guardia… creerán que he desaparecido.

-Está bien, espera, no nos pongamos nerviosas… tú quédate aquí, cerraré el aula con llave y prohibiré la entrada, ya se me ocurrirá algo. En cuanto sepa algo, volveré a por ti.

La princesa alicornio no puso inconvenientes y la directora cerró el aula usando una llave maestra que ella tenía; todo había pasado de forma tan rápida y fugaz que apenas podía creer que su homóloga poni se encontrara en ese momento ahí y ahora, con ella. Parecía un sueño, casi prefería que lo fuera. Pero normalmente las tostadoras no desaparecen para luego ser reemplazadas por hornillos de brasas. La directora Celestia suspiró, mientras se dirigía a su despacho tratando de pensar en otra cosa. Definitivamente, ese no era su día.









-¿Entonces, qué es lo que sugieres?-inquirió Twilight, tratando de no perder el ritmo.

-No sé qué es lo que pretende exactamente, pero piénsalo de esta forma. Si su intención es mezclar los dos mundos, puede que tengamos una oportunidad de hacerla salir si jugamos un poco su juego.

-¿¡Insinúas que hay que dejarla hacer?!

-Sólo por ahora… después de todo, tampoco sabemos cómo parar el proceso, así que trataremos de aprovecharlo a nuestro favor ¿comprendes? De esta forma llegaremos hasta ella lo antes posible, y puede que tengamos una oportunidad de detenerla.

No se dirigían a ningún sitio en concreto, tan solo buscaban una oportunidad de mezclarse con alguna de las perturbaciones para poder cruzar al otro lado; Sunset había estado haciendo algunas deducciones, y era posible que si conseguían llegar a interactuar con alguno de estos fenómenos, podrían volver de vuelta al mundo humano.

-¿Y qué hay de las demás? Deben de estar preocupadas ¿las ponemos en aviso?

-Sí, que estén preparadas para un posible salto espacio-temporal en cualquier momento y lugar, y sobre todo que no se asusten.

Buscaron a sus amigas bajando al piso inferior, pero nada más entrar por la primera puerta, se encontraron en mitad de un supermercado.

-¡Anda, si es el súper de la calle principal!-observó Sunset.

Había bastante gente haciendo sus compras y ensimismados por la publicidad agresiva que los rodeaba, por lo que incluso lograban pasar desapercibidas.

-No te separes, Twilight…

-No lo haría ni queriendo…

Aunque a pesar del marketing viral, un alicornio como Twilight destacaba por encima de cualquier otra cosa; una pareja de mediana edad se la quedó mirando, como si no estuvieran del todo seguros de si lo que veían era real.

-¡Usted disimule, caballero! ¡Es la nueva mascota de la empresa!-exclamó Sunset, tratando de escurrir el bulto.

-Me parece que no te creen…-masculló Twilight, echando a correr.

-Sí, yo tampoco me creería…

Ignorando al resto de las personas, se dirigieron hacia la salida de emergencia más cercana, pero al abrir las puertas se encontraron de nuevo en otro sitio completamente distinto.

-¡El centro de Manehattan!-lo reconoció Twilight al instante.

Ésta vez, el elemento extraño allí era la propia Sunset, y rodeados de ponis era complicado pasar desapercibidos.

-¡No te pares, igual para la siguiente perturbación volvemos a encontrarnos en Pine Creek!

Corrieron hacia delante, evitando a los ponis, los cuales se apartaban rápidamente en cuanto veían llegar a Sunset; mirando hacia arriba, la chica creyó ver por un momento la figura del Empire State sobresaliendo entre los edificios de la ciudad. Vio allí cerca una tienda de ropa y no se lo pensó en ningún instante, entrando de golpe en ella. Pero en vez de acabar en el interior de una tienda, acabaron en el interior de una cocina cualquiera del pueblo, irrumpiendo en ella de manera arrolladora y asustando a la señora que allí estaba, la cual pegó un grito tremendo.

-¡Perdón por la irrupción, ya nos vamos!-exclamó Sunset.

-¡Lamentamos las molestias!-añadió Twilight.

No dieron tiempo a nada más, puesto que se dieron la vuelta para salir de allí lo más pronto posible; nada más salir de la cocina entraron a un salón-comedor que daba directamente a la salida de la casa.

-¡Por la puerta, allí!

Sunset fue la primera en abrir, pero se paró de golpe al ver que daba directamente a Canterlot.

-¡Maldición, por aquí volvemos a Ecuestria!

-¡Es igual, continúa, seguro que volveremos igualmente a Pine Creek en otro momento!

-¡Pero sería dar una vuelta un poco tonta, ya estamos aquí, no merece la pena volver a dar vueltas!

-¿Pero entonces por dónde salimos?

Sunset miró a su alrededor y vio una ventana cerca de donde estaban; se asomó un momento y vio que se encontraban en un tercer piso.

-¡Por aquí, bájanos con tu telequinesis!

-¿¡Estás loca?! ¡Nos verá todo el mundo!

-¿Ya qué más da? ¿No has visto cómo está todo ahí fuera?

Apenas habían tenido tiempo de mirar a su alrededor debido a la prisa que llevaban, pero en ese breve momento de receso, Twilight prestó atención a lo que la rodeaba. Todo el pueblo parecía un semáforo, los diferentes elementos que decoraban las calles cambiaban intermitentemente, los bancos eran sustituidos por cepas de árbol, las farolas por altas antorchas, los coches aparcados por carros… incluso algunos edificios cambiaban por completo, llegando a mostrar algunos de Canterlot, otros de Ponyville e incluso alguno que otro del imperio de Cristal. La gente corría por la calle despavorida, como si no hubiese un mañana.

-Menudo caos… Discord estaría orgulloso…-murmuró Twilight, preocupada.

-Tenemos que llegar hasta el instituto, bájanos a la calle.

Con la ayuda de su magia, la chica y la alicornio flotaron hasta la acera y, una vez allí, echaron a correr de nuevo.

-¡No estamos muy lejos, sígueme y no te separes!-exclamó Sunset.

-Me duelen las patas…

Aun así, la poni se forzó lo indecible por estar a la altura de la chica, la cual iba más rápido y se desplazaba a mayor distancia; fue una carrera movidita y casi sin parar, pero finalmente llegaron hasta el instituto, donde las cosas parecían estar más tranquilas, sin apenas alteraciones espacio-temporales a la vista. Se apoyaron un momento en la estatua para descansar, agotadas.

-Ya estamos aquí… ¿y ahora qué?-jadeó Twilight.

-Quizás con un poco de suerte… consigamos… atraparla. Si sabe parar lo que ha causado, podrá revertirlo todo…

-Ah ¿eso creéis?

Las dos chicas se quedaron heladas al oír la voz, la cual sonaba extrañamente familiar, sobre todo para Sunset; desde el otro lado de la estatua se oyeron una serie de pasos que se fueron acercando hasta ellas lentamente. Twilight y Sunset alzaron la vista y lo que vieron las dejó de piedra.

-Hola, hermana…

Ante ellas, una réplica exacta de Sunset las devolvía una sonrisa triunfante, mezclada con un deje de superioridad.

-No es posible…

-Pues yo creo que sí… y acerca de tu infalible plan, siento decírtelo, pero el proceso es irreversible, así que… ¿Qué haréis a continuación?

Twilight no dijo nada, incapaz de hablar; Sunset miraba a su doble, el cual era casi exacto a ella salvo por las ropas que llevaba.

-Ilusas ¿creíais que podíais detenerme así sin más? A ver, examen sorpresa, ¿Qué pasa cuando cortas la corriente de un río de un extremo a otro?-inquirió la otra Sunset, poniendo pose chula.

-Que se detiene hasta rebosar-murmuró Twilight por lo bajo.

-Exacto, muy bien, la princesita lo ha captado. ¿Veis la similitud? Con uno de los extremos del canal roto, la barrera se rompe y ambos comienzan a mezclarse… y supongo que sois lo suficientemente inteligentes como para comprender lo que pasará a continuación, después de todo fuisteis el ojito derecho de Celestia. Pensad rápido-murmuró la otra Sunset, dándose varios toques en la cabeza.

Ninguna de las dos dijo nada, la cara de Sunset era un poema, la cual miraba a su doble como si tratara de sacarla alguna diferencia, pero no parecía haber ninguna.

-¿Qué pasa, hermana, ya no te acuerdas de mí? Yo sí… recuerdo lo maravillosa que era mi vida antes de que me lanzaras a ese infierno; tenía una casa, un novio perfecto, y un futuro brillante. Pero tú, tú… me lo arrebataste todo. Me condenaste a vivir como una simple mula, vagando como una pordiosera. Pero eso se acabó, porque ya estoy de vuelta. Y ahora la venganza será terrible-aseguró la otra Sunset, chascando los dedos.

-¿De qué esta hablando, Sunset?-inquirió Twilight, totalmente desubicada.

-Ah ¿no te lo ha contado? Qué raro, pensaba que ahora erais las mejores amigas… quizás no sea tan buena como dice que es ahora…

De entre los oscuros nubarrones que se arremolinaban sobre el instituto, un rayo surgió, rasgando el cielo y retumbando en sus oídos; el doble de Sunset tan solo sonrió ampliamente.

-Ya queda menos… no os creáis que es una tormenta común. Es el principio del fin. Y tranquilas, podréis verlo en primera fila.

Otro rayo cayó cerca de donde estaban, iluminando el patio; Twilight decidió moverse y, cogiendo a Sunset del brazo con su magia, se alejaron de ella, la cual no se molestó en pararlas. Rodearon el edificio principal hasta llegar a los patios traseros, una vez solas la alicornio habló.

-¡Me vas a explicar qué es todo esto, Sunset! ¿Qué está pasando exactamente, quien es esa doble tuya, que ocurre en realidad?

La chica suspiró, del todo derrotada y sintiéndose contra las cuerdas; por un lado todo comenzaba a cobrar sentido, pero por otro las cosas no podían torcerse aún más. Todo lo que conocían, todo lo que las importaba, se encontraba en peligro inminente, incluidas ellas mismas.

-Lo siento Twilight, pero tiene razón… no te lo llegué a contar todo-anunció.

-Entonces hazlo ahora, por favor. Te lo pido como amiga y maestra.

Sunset asintió y se preparó para relatar su historia.

-Cuando llegué por primera vez aquí, descubrí que ya había alguien como yo viviendo en este pueblo, y desde hacía mucho tiempo antes. No quería que nada interfiriera en mis objetivos, por lo que la estuve investigando un poco. Vivía cerca del instituto, y sola además, por lo que la preparé una trampa; aprovechando que el portal seguía abierto, la cité el último día poco antes de medianoche, en un anónimo, junto a la estatua. Fue sencillo, tan solo tuve que esperar a que se posicionara justo delante. Aparecí de improviso y la empujé hacia atrás, justo antes de que el portal se cerrara.

-La dejaste encerrada en Ecuestria…-resumió Twilight.

-Así es. Asumí que estando en Ecuestria no duraría ni dos telediarios, por lo que zanjé el asunto y me olvidé de ella. Pero me equivoqué, debió de adaptarse bien… en ningún momento pensé que esto sucedería, es todo culpa mía. Lo siento muchísimo, Twilight. De veras que lo siento.

La chica no pudo más y se echó a llorar, más impotente que nunca. Los densos nubarrones comenzaron a moverse en espiral sobre el instituto, oscureciendo aún más el ambiente. En el resto del pueblo, las perturbaciones espacio-temporales comenzaban a cambiar la realidad de forma más abrupta y desigual, llegando a cambiar calles enteras. Al otro lado del espacio-tiempo, Ecuestria también experimentaba los mismos cambios. Y en el centro se encontraba todo lo demás.

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sr_Atomo » 30 Sep 2013, 16:50

He empezado a leer esta mañana el fanfic y me está gustando mucho.

Eso sí, llegado al capítulo 2 debo decir que repites mucho los mismos adjetivos: por ejemplo, en un momento dado dices "ella" y, en la frase siguiente, otra vez "ella". Intenta corregirlo, porque es algo que... no es que afee el conjunto, sino que impide que éste sea sobresaliente.

Seguiré leyendo el fanfic porque me parece muy pero que muy bueno.
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Échale un vistazo a mi fanfic "Parallel Stories" y opina.
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sg91 » 14 Oct 2013, 00:00

Capítulo 12

Jaque


Spoiler:
Había pasado ya un buen rato desde que Twilight y Sunset salieron corriendo hacia la sala del espejo y no habían vuelto desde entonces; las perturbaciones eran cada vez más insistentes, llegando incluso a cambiar una calle entera del imperio por otra del mundo humano. Hasta un par de éstos seres bípedos, extraños a los ponis, se habían quedado atrapados en el imperio como resultado de este cambio. La Guardia Real se sentía desbordada y apenas podían mantener la calma. La situación por la calle era de sálvese quien pueda, mientras que en el palacio, las demás observaban la situación sin saber qué hacer.

-¿Dónde estarán Twilight y Sunset? Esto se está poniendo feo…

Nada más decirlo, las perturbaciones comenzaron a afectar al palacio, empezando por uno de los pilares de sustentación, el más cercano a la sala del trono; sin previo aviso, un buen trozo fue reemplazado por una simple columna decorativa y toda la estructura del palacio cabeceó. Por un momento todos pensaron que se caería de un momento a otro, pero la distorsión regresó, devolviendo el pedazo de pilar faltante y evitando un desastre. Para Cadance fue demasiado.

-¡No puedo más, esta situación me puede, estoy de los nervios! ¡Que alguien haga algo!-masculló la princesa.

-¡Tranquila cariño, Twilight y Sunset deben de haber pensado en algo!-la calmó su marido.

-¿Pero dónde están? ¡No han vuelto a aparecer desde que subieron a la sala del espejo!

Fue entonces cuando Rarity entrecerró los ojos, pensando ella misma en posibilidades.

-Bueno, en ese caso no nos podremos quedar de patas cruzadas…

-¿A qué te refieres?-inquirió Fluttershy, algo asustada.

-A movernos, querida. Algo me dice que Twilight y Sunset ya no están aquí.

El resto la miraron, un tanto extrañadas, pero aun así se dejaron guiar por ella; subieron las escaleras todo lo rápido que sus patas las permitieron hasta llegar a la sala donde se encontraba el espejo. Los guardias que custodiaban la puerta seguían apostados ahí.

-Perdonen señores ¿han visto por aquí a la princesa Twilight Sparkle o a su estudiante, Sunset Shimmer?

-Sí, salieron hace escasos minutos y bajaron las escaleras.

-¿¡Qué?! ¡Pero eso es imposible, no las hemos visto desde entonces!-exclamó Rainbow.

-Pero nosotros las vimos, las oímos bajar las escaleras e incluso abrir la puerta que da al pasillo.

La unicornio blanca se quedó pensativa, rumiando la situación. Afuera todo era un caos, el espacio-tiempo se encontraba azotado constantemente por las alteraciones entre los dos mundos, lo que provocaba cambios constantes entre las dos realidades. Y quizás, sólo quizás…

-No estoy del todo segura, pero creo que ya sé lo que ha pasado-anunció Rarity.

Todas las demás la miraron un tanto sorprendidas, por lo que ella se explicó.

-Es obvio, si todo el espacio cambia repentinamente y de manera aleatoria, es probable que Sunset y Twilight se hayan encontrado con uno de esos cambios y lo hayan atravesado.

-¿Quieres decir que están en el mundo humano?-inquirió Applejack.

-Exacto, y no solo eso, puede que Starshine Shield haya usado ésta situación para huir.

-Pues claro, quizás Twilight la vio y salieron corriendo tras ella-conjeturó Rainbow.

-Ya veo por donde vas, dulzura, ¿pero qué sugieres exactamente?

-Sencillo, buscar una de esas alteraciones y cruzarla. Pero antes necesitamos los elementos, no sabemos con lo que nos podemos encontrar al otro lado… y puede que Twilight y Sunset estén en apuros.

-¡Vale, voy a por ellos, seguro que Flash sabe dónde están!-avisó Rainbow, antes de salir disparada.

En menos de cinco minutos incluso, la pegaso multicolor vino acompañada por el Guardia Real, el cual cargaba consigo la caja de los elementos.

-¡Más despacio Rainbow, que la caja pesa!

-Venga ya, seguro que yo puedo mantener el ritmo incluso con algo más grande…

Flash quiso responder, pero un aura de color celeste elevó la caja en el aire y se puso a la altura de Rarity.

-No hay tiempo para discutir, tenemos que encontrar una de esas alteraciones y usarlas, es la única manera de llegar al mundo humano y darle su elemento a Twilight. Llevad vuestros elementos con vosotras y estad preparadas para usarlos por si las moscas.

Al punto, la caja se abrió y la unicornio blanca colocó los elementos a sus amigas, siendo el suyo el último. La corona y elemento de Twilight descansaba en el fondo de la caja.

-Espera, espera ¿Qué vais a hacer qué? ¿Qué pretendéis?-inquirió Flash en ese momento.

Rarity le explicó rápidamente su plan y el guardia real respondió de seguido.

-En ese caso dejad que os acompañe, no sabéis lo que hay al otro lado, podría ser peligroso, yo os protegeré.

-Pero igual te necesitan aquí….-supuso Fluttershy.

-Sí, no te preocupes, sabemos cuidarnos solas…-asintió Applejack.

-De eso nada, sois las portadoras de los elementos de la armonía, si algo os pasara, lo que sea, la responsabilidad caería sobre mí, no puedo dejaros solas.

-¿Y Twilight? Se supone que eres su guardia personal ¿por qué no estás con ella?-inquirió Rainbow, ceñuda.

-Pero con Twilight es distinto, aunque sea una princesa ella es fuerte y capaz, inteligente y atenta, más que yo incluso. Sé que puede pasar sin mí, y ella lo sabe. Los dos lo sabemos.

La explicación del pegaso convenció al resto de yeguas, las cuales se miraron entre ellas con un deje de obviedad; tras ese pequeño inciso los seis se pusieron en movimiento, saliendo a la calle para encontrarse con la perturbación más cercana. Buscaron con la mirada alguna que no estuviera demasiado lejos, viendo unas cuantas cerca de allí; un banco de cristal parpadeaba, mezclándose con otro de madera con un respaldo curvilíneo extraño para los ponis. Una de las farolas de cristal se entremezclaba con otra de un extraño material que parecía duro y resistente. Un extraño poste rojo se encontraba roto y expulsaba un gran chorro de agua hacia arriba, el cual empapaba la calle, pero de vez en cuando aparecía y desaparecía intermitentemente. Una puerta de una de las casas cercanas se cambiaba por otra más alta de lo normal, la cual no dejaba de dar golpes contra la pared constantemente, como si una fuerte corriente de aire la azotase desde el otro lado. Al lado de un edificio aparecía y desaparecía una especie de carro de cuatro ruedas de color verde pistacho. Una extraña marquesina con porche de cristal parpadeaba justo en medio de la calle.

-¡Hay una para cada una, elegid la que más os guste e interactuad con ella!

-¿Estás del todo segura de lo que vamos a hacer?-inquirió Applejack.

-¡Sí, del todo!

-¡Me pido la de la farola, me pido la de la farola! ¡Huy no, espera, mejor me quedo con la del charco! ¡Pero la del carro verde también mola, mejor la del carro! ¡Espera, espera, aún mejor!

-¡Pinkie!-la recriminaron los demás.

-¡Está bien, está bien, me quedo con la de la farola!

-¡Vale, yo voy a la de la puerta! ¡Nos vemos al otro lado!-exclamó Rarity echando a correr.

-¡Yo iré a la del carro verde, espero que no sea nada malo!-dijo Flash.

-¡Me pido la de la marquesina!-anunció Applejack.

-¡Yo la del charco!-añadió Rainbow, echando a volar hacia ella.

-Eh… bueno, supongo que yo cogeré la del banco…-murmuró Fluttershy, no muy entusiasmada.

De esta forma, cada uno se internó en una alteración para cruzar al otro lado; en cuanto entraron en contacto con ellas, tanto los ponis como las alteraciones desaparecieron.









-Un, dos, tres ¡desaparece esta vez!

Dio un leve toque a su sombrero con su varita y después le dio la vuelta; una serie de cartas salieron del interior y cayeron al suelo.

-Maldita sea… se supone que soy la gran y poderosa Trixie…

Su parte oral del examen de español ya estaba hecha y la chica se estaba tomando un descanso; una de las aulas polivalentes del tercer piso servía como área de descanso, y en ese momento se encontraba vacía, por lo que la tenía para ella sola. Trataba de que el truco de la desaparición la saliera bien, por lo que su concentración era máxima; cuando Trixie estaba en ese modo, daba igual que pasara algo grave a su alrededor, porque se abstraía al máximo para que el truco saliera perfecto. Lo intentó de nuevo, con los mismos resultados.

-Debe de haber un problema con el doble fondo…-pensó ella, metiendo la mano en su sombrero.

Comprobó ella misma que no hubiera nada atascando el doble fondo y lo volvió a intentar, saliéndola ésta vez.

-¡Ajá! La gran y poderosa Trixie lo ha vuelto a hacer…

-Por favor, eso no es magia, es engaño-murmuró entonces una muy familiar voz detrás de ella.

Trixie se dio la vuelta y se quedó helada en cuanto vio lo que vio; quiso gritar, quiso levantarse y salir corriendo, pero no pudo hacer nada de lo que quería hacer. Tan solo se quedó clavada en el sitio, tratando de asimilar que había una especie de copia suya en frente de ella con forma de poni. Llevaba un sombrero y una capa idénticos a los suyos. Quiso hablar, decir algo para confirmar que sólo era un sueño o una alucinación, pero el poni habló antes.

-Eso que intentas hacer no es magia… que penita das…

-¿¡Perdona?! ¡Pues claro que es magia!

-No, no lo es, tan solo es un burdo truco cuya clave radica en el sombrero. Menudo timo…

Trixie quiso responder de nuevo, pero al final se lo pensó mejor.

-Tienes razón, sólo es un truco. Siempre son trucos, la magia en sí no existe.

-Claro que existe, boba.

-No, no existe.

-Pues claro que existe ¿si no, cómo haría esto?

Fue entonces cuando un aura rosada clara rodeó al sombrero de su copia poni, elevándose éste por el aire, dejando a la vista un cuerno envuelto en un aura de igual color. Trixie se quedó perpleja.

-¿¡Cómo haces eso?!

-Na, poca cosa, sólo es simple telequinesis…

-Pe… pero… eso es imposible… la magia no existe…

-¡Que si existe! ¿Es que no lo ves? Mira.

Acto seguido hizo brillar su cuerno un poco más, transformando una pequeña bola de papel en una castaña; Trixie estaba anonadada.

-Es… es… increíble…

-Eso no es nada. Sé hacer hechizos mejores, estoy mejorando mi repertorio.

-¡Oh, enséñame más, por favor! ¿Qué más sabes hacer?-inquirió ella, emocionada.

Su copia poni la miró un tanto sorprendida, pero al final sonrió levemente.

-¿Sabes? Para ser una especie de copia mía con forma de mono sin pelo me caes bien…

-Y tú para ser una especie de copia mía con forma de equino de colores pastel también me caes bien…

Las dos se miraron por un momento, antes de reírse con complicidad; había algo en cada una que las decía a ambas que eran la misma persona, pero que a la vez tampoco lo eran. La impresión era extraña al principio, pero luego se fue disipando, convirtiéndose en una sensación de familiaridad muy cercana y cálida. Y de forma análoga, Trixie estuvo enseñando a Trixie acerca de la magia.









Su examen teórico de español la había salido fatal, y la parte oral se convirtió en un auténtico churro; y lo peor de todo era que apenas la importaba. Desde aquel incidente, poco o nada la importaba. Nunca había descuidado los estudios, ya que necesitaba amortizar el tiempo y el dinero invertidos para que sus composiciones salieran rentables, pero ésta vez todo era diferente. Incluso las notas del piano del aula de música sonaban distintas para ella.

-¿En qué momento me dejé? Nunca pensé que acabaría así.

Podía parecer una tontería, pero para Vinyl Scratch los amigos eran importantes; fue gracias a una amiga violonchelista suya que llegó a conocer por lo que consiguió despegar. Sus padres la dieron el dinero para la matricula, y con lo que sobró, y un poco de sus ahorros, se compró la mesa de mezclas que tanto quería. A partir de ahí, el resto salió solo. Su talento la ayudó a despegar y las personas que conoció durante el proceso también. Pinkie Pie era una de esas personas. Y ahora no eran nada. Resultaba muy triste, ya que recordaba muy bien la primera vez que la conoció; era de madrugada, había conseguido un pase en una de las discotecas más famosas del estado y tenía una sesión de horas y media que tocar para animar al personal. Jamás había visto antes a una chica tan movida e inquieta como ella, pero la cayó bastante bien, después del solo que se marcó en la pista al ritmo de su música. Fue impresionante, aunque ella la halagó mucho más.

-¡Uauh, uauh, tu música mola mucho, me encanta, vuélvela a poner!

-Esto… de acuerdo…

-¡Señorita, ésta es la cabina del Dj, es acceso restringido!

Los de seguridad actuaron rápido, pero Pinkie lo hizo aún más. A la salida la abordó de seguido, presentándose de la forma más llamativa posible.

-¡Hola que tal, mi nombres es Pinkie Pie, me encanta tu música! ¿Cuál es el tuyo?

-Eh… ¿qué?

-¿Sabes qué? ¡Organizo fiestas, me encanta, es algo que me sale solo, pero me cuesta encontrar DJs que valgan! ¡Tú eres genial, mis fiestas son geniales! ¡Contigo a bordo serán super geniales! No tengo mucho que ofrecerte, pero estoy segura de que seremos grandes amigas ¿Qué me dices, qué me dices?

Si tuviera que ser honesta, la fue imposible negarse; Pinkie tenía genio y arrastraba mucho carisma, por lo que aceptó rápidamente y, como bien pronosticó ella, se convirtieron en grandes amigas. Hasta que ella lo estropeó todo.

-Ya nada tiene sentido… ni siquiera la música-murmuró secamente, cerrando la tapa del piano de golpe.

-Venga ya, no puedes decirlo en serio-anunció una voz que le era muy familiar.

Vinyl se dio la vuelta y casi se cae del banquillo debido al susto; una especie de doble suyo con forma de poni la miraba fijamente, a través de unas gafas de sol idénticas a las suyas. Por un momento quiso gritar, pero no salió nada de su garganta. A pesar de su perplejidad, la poni que parecía ser ella no se encontraba tan sorprendida, como si se esperaba encontrarse en una situación parecida o similar.

-¿No piensas decir nada?-inquirió entonces.

-¿Eh?

-Que si no piensas decir nada…

Las dos se quedaron mirando fijamente por unos cuantos segundos que se hicieron horas; finalmente Vinyl se quitó las gafas, dejando a la vista sus ojos color rubí intenso.

-¿Algo? ¿Quieres que diga algo? Está bien, me encuentro aquí sola y marginada en la clase de música por haber perdido hace tiempo a una buena amiga, y ahora una especie de poni que se ve idéntico a mí me habla y me pide que diga algo ¿contenta?

-Sí, aunque eso no responde a mi pregunta. Entiendo que estés mal, pero eso no explica lo de que la música no tiene sentido. Y que una especie de mono sin pelo idéntico a mí diga eso, pues me rebota ¿sabes?

Poni y humana se quedaron en silencio otra vez, dejando de lado a la razón.

-Ella y yo… nos conocimos gracias a la música, ésta nos unió. Pero ahora que ya no está, ese nexo también se ha ido. Sé que es culpa mía, y eso es lo que más me jode. La perdí por mi egoísmo… y ahora pago las consecuencias.

Para entonces Vinyl no pudo más y dejó escapar un par de lágrimas; su contraparte poni se acercó a ella, un aura azul cobalto rodeó el contorno de sus gafas y las apartó, dejando a la vista un par de ojos color rubí intensos.

-Mira, no soy quien para decirte qué es lo que debes o no debes hacer. Pero si tú eres yo o yo soy tú, una cosa está clara. Si has perdido a esa amiga tuya, harás lo que sea por recuperarla, no quedarte sentada frente a un piano llorando por los viejos tiempos ¿y sabes por qué? Porque eso es lo que haría yo. Y repito, si tú eres yo, entonces lo harás.

Ambas Vinyl se miraron a los ojos, sosteniéndose la mirada sin apenas pestañear; la humana no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa. Ahora no tenía ninguna duda, esa poni era ella. Y la acababa de decir lo que tendría que haber hecho dese hace tiempo. Increíble, pero cierto.

-Venga, seca esas lágrimas y busquemos a esa amiga tuya… quiero que te retractes lo antes posible de lo que acabas de decir.

-Me parece bien-aceptó la chica, poniéndose de nuevo sus gafas y levantándose.

Vinyl la imitó y las dos salieron por la puerta, como si la compañía de un poni y un humano fuera lo más normal del mundo.









A esas horas, la cafetería se encontraba desierta, pero no la cerraban hasta las seis, al menos en horario regular; en tiempo de exámenes se dejaba abierta hasta el cierre del mismo centro, y se dejaba algo de comida en el buffet por si a alguien le entraba el gusanillo. Algo de bollería, frutos secos o saladitos ocupaban lugar tras la barra, en lugar del menú diario. La bandeja de muffins estaba casi vacía, un único muffin descansaba al fondo del todo. Y ella lo había visto. Sin perder tiempo y andando rápidamente, se dirigió hasta la barra y alargó la mano para cogerlo; pero antes de que pudiera atrapar, lo que parecía un casco grisáceo se interpuso entre ella y el muffin. La chica arrugó los labios y se dio la vuelta para decirle un par de cosas al cara dura que intentaba robar su muffin. Pero en vez de al típico abusón, se encontró con lo que parecía un pequeño poni con alas, idéntica a ella. Ella sabía que era especial, hasta sus amigos se lo reiteraban. Con sus ojillos bizcos, su pelo rubio y ojos amarillentos, se había ganado el afecto y la cordialidad de algunas personas, aunque no de todas. Algunas malas personas se metían con ella sólo porque era bizca. Pero para ella, era un simple detalle que incluso no la llegaba a desagradar, sino todo lo contrario. Y este poni compartía todas sus características. Eso, de alguna forma, la reconfortó e hizo que no la temiera. Pero por otro lado estaba el muffin.

-Perdona, pero yo lo había visto antes…

-No, yo lo había visto antes, es mío.

-De eso nada, no había nadie cuando llegué y fui la primera en fijarme, por lo que es mío.

-Para nada, yo ya estaba aquí mucho antes, vine volando.

-¿Y a mí qué? Es mío y punto…

-¡Que cara! ¿Y quién te crees que eres para decir este muffin es mío?

-Pues mira, yo soy Derpy Hooves ¿con eso es suficiente?

-Pues no, porque yo también soy Derpy Hooves, y el muffin es mío y punto.

La pegaso trató de adelantarse, pero la chica fue más rápida y cogió el muffin; aun así la poni no se dio por vencida y trató de arrebatárselo.

-¡Dámelo, es mío!

-¡Narices, es mío, lo tengo yo y me lo voy a comer!

-¡No si me lo como yo antes!

-¡Pues no porque me lo comeré yo mucho antes!

-¡Pues te lo quitaré!

-¿Qué me vas a quitar tú, especie de poni parlante?

-¡Pues el muffin ese que es mío, simio sin pelo!

A partir de ahí se desató una batalla campal por el muffin, en la cual Derpy trataba por todos los medios de que Derpy no se lo quitara; trató de darle un bocado, pero el poni voló hasta ella y se lo quitó. Aun así, la chica alzó una mano y cogió al poni por la cola, soltando el muffin, el cual no cayó al suelo porque Derpy lo cogió a tiempo. Acto seguido echó a correr, pero la poni salió volando tras ella.










La zona del parque infantil se encontraba justo al lado de las canchas, tras atravesar el jardín; era un lugar exclusivo para infantil y parte de primaria, por lo que era un lugar perfecto, si no fuera por las oscuras nubes que decoraban lo alto del cielo. Pero eso no detenía a las tres, ni siquiera a ella.

-¡Vamos Scootaloo, tu puedes!

Se preparó a conciencia, teniendo su scooter a puno y con el casco bien puesto, para evitar accidentes; era una máxima que había aprendido bien y la cumplía a rajatabla. Una vez que estuvo lista, cogió carrerilla y se lanzó por la rampa del tobogán; el scooter cogió velocidad y en cuanto llegó al final dio un gran salto, cayendo un poco más adelante. Pero la niña resbaló y acabó cayendo al suelo estrepitosamente. Otras dos corrieron en su ayuda.

-¡Scootaloo! ¿Estás bien?

-¿Te duele algo, estás herida?

-Sí, tranquilas chicas, las he tenido peores…

Entre las dos la pusieron de pie otra vez.

-Casi te sale… aunque sigo pensando que te arriesgas demasiado…

-Concuerdo con Applebloom, tus trucos son chulos, pero tienes que mirar por tu seguridad… mi hermana me lo dice siempre.

-Gracias chicas… y sí, lo sé Sweetie, pero ya sabes que me gusta vivir al límite. Ojalá fuera tan genial como Rainbow Dash… sabe hacer de todo, es capitana de casi todos los equipos del instituto, sabe hacer parkour, juega de maravilla al fútbol… ¡lo tiene todo! Me gustaría impresionarla, y como me manejo bien con el scooter, practico.

-Pero eso no quiere decir que te pongas en peligro…

Sweetie Belle quiso hablar, pero en ese momento aparecieron en escena dos chicas que se burlaron de ellas nada más llegar.

-Vaya, vaya, mira quien tenemos aquí… si es el trío de oro…

-Sí, sí… y, como de costumbre, por siempre solas.

Las dos se rieron como tontas, siendo respondidas de seguido.

-¡Vosotras! ¿Qué queréis?

-Sí, dejadnos en paz, no os hemos hecho nada…

Las dos abusonas se miraron entre sí, esbozando sendas sonrisitas de complicidad.

-Es que desde que los mayores están de exámenes, el instituto está algo desangelado… sobre todo hoy, con tan mal tiempo. Y nos aburríamos, así que nos dijimos, oye, Silver Spoon ¿Qué tal si vamos a hacer una visita a las perdedoras de turno?

-Me parece un plan divino, Diamond Tiara…

Y tras eso, se volvieron a reír como bobas, echándoselo en cara a las tres; Scootaloo quiso responder, pero en ese momento una castaña apareció de improviso, dando a Diamond Tiara en la frente.

-¡Auh! ¿Quién ha sido?

-¡Yo!

Todas se dieron la vuelta, viendo un imposible; una especie de potrilla idéntica a Sweetie Belle hacia un gran esfuerzo para hacer levitar un montón de castañas, apuntando a las dos matonas.

-¡Dejadlas en paz!

-¡Sí, sois insufribles, hasta en otro mundo aparecéis, iros a paseo!

-¡No dejaremos que molestes a nosotras mismas! o sea, a ellas, que son nosotras, es decir… ¡Bueno, ya nos entendemos!

Todos los presentes se hallaban con las mandíbulas desencajadas, sin apenas poder creer lo que estaba pasando; en ese momento, de detrás de Diamond Tiara y Silver Spoon, aparecieron otro par de potrillas que también se veían idénticas.

-¡Alto ahí, no podemos permitir que nos infrinjan daño a nosotras mismas!

-¡Sí, es raro y muy patético, casi tanto como vosotras!

Los demás quisieron hablar, pero entonces Sweetie Belle se cansó y los proyectiles salieron disparados, cayendo sobre ellas.

-¡Ya está, se acabó, a por ellas!-exclamó la Diamond Tiara poni.

-¡Concuerdo hermana, me he cansado!

-¡De eso nada, ya estamos hartas de huir, contraataquemos!-masculló la Applebloom poni.

-¡Sí, tiene razón, defendámonos aunque sólo sea por una vez!

En menos de cinco minutos, se desató una batalla campal entre ellas, tratando de hacerse daño en la menor medida de lo posible; el parque se encontraba justo enfrente de las clases de primaria, por lo que su tutora, la señorita Cheerilee, las vio desde clase y salió a pararlas.

-¡Parad ahora mismo u os reporto a la directora! ¡No pienso tolerar peleas!

-¡No chicas, parad, no os peleéis!

Las dos frases se dijeron casi a la vez, de manera sincronizada, como si estuvieran en estéreo; Cheerilee bajó la mirada y vio a una especie de poni color pastel idéntica a ella. Se sostuvieron la mirada, sin creerse mutuamente, hasta que al final la humana habló.

-Oh, Dios mío, necesito un año sabático.










La vicedirectora Luna se encontraba en su despacho, firmando instancias de las que nadie se quería ocupar; normalmente eran los de secretaria los que lidiaban con ellas, pero por alguna razón no justificada, la mitad de la plantilla no había venido a trabajar, por lo que la tocaba chapar. Firmó y selló la decimoquinta instancia, mientras escuchaba la radio. Creía haber encontrado la razón de por qué esos funcionarios no se habían presentado en su puesto de trabajo.

-¡Hay un caos total en el centro del pueblo, se suceden extraños fenómenos que cambian las cosas de sitio, no sabemos lo que está pasando, el ayuntamiento ya ha decretado el estado de máxima alerta, las comunicaciones se han cortado, incluso la señal va y viene…!

Nada más decirlo, ésta enmudeció y tan solo se oyó estática. Luna apagó la radio y se quedó pensativa por un momento.

-El portal…-murmuró en voz alta.

-Supones bien.

La mujer alzó la vista y vio a una figura surgiendo de la parte más oscura de su despacho.

-Ha pasado tiempo, hermana.

-Lo mismo digo. No he visto a tu hermana.

-Yo tampoco, aunque teniendo en cuenta lo que está pasando, seguro que la veremos enseguida.

Alicornio y humana se quedaron en silencio, sin apenas mirarse.

-¿Alguna idea de por qué está pasando esto?-inquirió la vicedirectora.

-Han roto el espejo en nuestro mundo…

-¿Se sabe quién ha sido?

-Twilight Sparkle se estaba encargando de las pesquisas… puede que ya lo sepa. Sunset Shimmer está con ella.

Ese anuncio pilló por sorpresa a la subdirectora, la cual miró a su homóloga sorprendida.

-Entonces no había desaparecido…

-No. Esa poni me llamó bastante la atención…

-¿Y eso por qué?

Luna miró a la nada con gesto taciturno antes de hablar.

-Las marcas de belleza con forma de sol no son muy comunes… sólo conozco a un poni que tenga una así, mi hermana mayor. Como ya sabes, los ponis obtenemos nuestras marcas cuando descubrimos nuestro talento. No sé mucho acerca de ella, pero de lo que estoy segura es que está llamada a hacer grandes cosas… pero en su día escogió el camino equivocado.

-¿Y eso qué tiene que ver con su marca de belleza?

-Pensaba que tú también lo habías notado…

Frente a esa frase, Luna se quedó pensativa, tratando de adivinar a lo que se refería; por un momento se quedó callada, rumiando la información, pero en un momento dado se percató.

-Ah… ¿lo dices por la forma?

-Así es… ¿la conoces?

-Pues claro…

Luna tecleó en su ordenador, mostrando luego los resultados de su búsqueda a la alicornio.

-Mismamente…-asintió ésta.

-¿Y qué es lo que tiene que ver el yin y el yang con el sol?-inquirió la humana.

-En mi mundo posee otro nombre… pero el concepto es el mismo. La dualidad de todas las cosas.

La vicedirectora quiso hablar, pero en ese momento se puso a pensar, comenzando a ver un detalle que pasó por alto. Miró a su homóloga, la cual la devolvió la mirada sin ningún atisbo de nada. Luna no dijo nada más, pensando en lo que acababa de decir.









Por otro lado, la directora Celestia se encontraba lo suficientemente nerviosa; sin saber bien que hacer, daba vueltas por el pasillo principal, tratando de pensar en una solución a todo lo que estaba ocurriendo. Pasando por el hall, le pareció ver a alguien que se suponía que no estaba.

-¿Sunset?

Se asomó de nuevo por la puerta y pudo confirmar lo que había visto; Sunset se encontraba dando vueltas por el patio, con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

-Sunset… ¡Sunset!

Salió afuera y se dirigió hasta donde estaba la chica, la cual la vio llegar; Celestia habló.

-¡Oh, Sunset, estás aquí, estaba preocupadísima, y tus amigas también! ¿Estás bien?

-Claro que sí, directora… me encuentro perfectamente-afirmó ella.

-Menos mal… ¿Qué pasó, dónde estabas, por qué desapareciste así sin más?

-Sé que me fui de repente y sin avisar… fue algo que no me esperaba para nada. Pero ahora he vuelto, después de tanto tiempo…

-Lo sé, ésta semana se me ha pasado lentísima…

-Pero ahora estoy de vuelta… preparada para tomar lo que me pertenece por derecho-añadió Sunset, acentuando un poco más su sonrisa.

A eso, Celestia se quedó un poco descolocada y sin entender a qué venía semejante comentario.

-¿Co… cómo?

-Todos me olvidaron… incluso usted. Me lo robó todo, hasta mi identidad. Ahora yo la robaré lo que más ama…

La directora la miró a los ojos por un momento y creyó comprender lo que ocurría.

-Un momento, tú no eres…

Sin ni siquiera darse cuenta, todo ocurrió en un lapso muy corto de tiempo; la sonrisa en la cara de Sunset se torció hasta obtener un deje maniaco obsesivo precioso. Un aura de color opalescente brillante intenso la rodeó, mientras que Sunset alzaba sus manos envueltas en la misma aura. Justo después, Celestia no vio nada más.










-¿Pero entonces qué hacemos? Si Ecuestria se está mezclando con nuestro mundo ¿qué podemos hacer nosotros?

-No lo sé, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras todo a nuestro alrededor se desmorona, tiene que haber algo que podamos hacer.

-Ya vale ¿pero el qué?

-Aún no lo sé… quizás se nos ocurra algo por el camino, pero de momento esperadme en los patios, iré a por mis cosas en la taquilla.

Rarity se sentía tremendamente capaz como para liderar a todo un pelotón de la armada; pero las ganas y la motivación, poco tenían que ver con la acción en sí. Quería parar toda esa debacle, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo. El resto la miraron un tanto ceñudos antes de irse cada uno por su lado, ya que sus taquillas estaban en sitios diferentes. La suya no estaba muy lejos de allí, llegando enseguida; introdujo la clave mediante la rueda de combinaciones y la abrió. Al segundo siguiente, algo zumbó justo delante de ella y se cayó de espaldas, con algo un tanto pesado sobre su costillar y respirando entrecortadamente.

-¡Agh, mis costillas!

-¡Oh, lo siento mucho, querida, no te vi!

Rarity se quedó muda al oír la que era su propia voz; abrió los ojos por un momento y fue como mirarse a un espejo. La única diferencia era que tenía hocico y un cuerno en la frente. Ambas se miraron por un momento, sin apenas cruzar palabra. Rarity quiso hablar, pero el dolor en el pecho la volvió a atacar.

-Ay, perdona cielo, ya me bajo.

La poni se apeó de sus costillas y su contraparte humana se pudo reincorporar. Ninguna de las dos volvió a hablar, demasiado sorprendidas como para romper el hielo. Finalmente, Rarity se levantó y habló.

-Entonces… tú eres yo…

-Eh... sí, eso parece. Aunque en realidad ya te vi, Sunset nos enseñó una foto en ese aparatito pequeñito…

-Ah, ya… espera ¿Sunset, dices?

-Sí, claro ¿Quién si no?

-Pero si había desaparecido hace una semana…

-Estaba en Ecuestria, alguien rompió el espejo allí y por eso no pudo volver. Hemos usado una de las alteraciones para venir aquí, estamos buscando a Sunset y a Twilight, necesita su elemento por si alguien nos amenaza.

-¿¡Sunset está aquí?! ¿Dónde?

-No lo sé, ayúdame a buscarlas… también he de encontrar a las demás, no sé por dónde han salido.

-Está bien, vente conmigo, nos reuniremos con los demás y peinaremos el instituto juntos.

Rarity cogió su mochila, cerrando la taquilla de seguido y poniéndose en marcha, siendo seguida por su contraparte poni.










La taquilla de Rainbow Dash se encontraba en otro pasillo, justo al lado del laboratorio de biología y geología; en menos de cinco minutos llegó hasta ella, cogió sus cosas, y salió disparada en dirección hacia la salida.

-Me da la sensación de que Rarity no sabe ni lo que hacer… pero bueno, supongo que improvisaremos sobre la marcha-pensó la chica, yendo al trote.

Dejó atrás el laboratorio y luego pasó al lado de uno de los baños de las chicas, pero una especie de borboteo que se oía desde el otro lado la hizo parar.

-¿Qué es eso que suena?

Se asomó un momento y vio que uno de los lavabos le faltaba un grifo, por lo que el agua salía a presión, inundando el suelo; parecía que lo habían arrancado de cuajo.

-Vaya desperdicio… cerraré la llave de paso.

Apoyó la mochila en la pared y se acercó a la pileta; su intención era agacharse para poder llegar hasta la llave y poder girarla, pero antes incluso de prepararse, sintió como algo zumbaba en el aire justo delante de ella, resultando en un sonoro cabezazo que la hizo ver las estrellas, las galaxias y las constelaciones. Cayó de espaldas, sintiendo como la cabeza la daba vueltas y el dolor hacía mella en sus oídos.

-¡Qué cabeza más dura!-oyó decir a una voz que le era familiar.

La chica se reincorporó como pudo y vio a un pegaso de color azul celeste, y crin multicolor, idéntica a ella; por un momento se la quedó mirando, como si no estuviera del todo segura de lo que veía o si era cosa del golpe. El poni se dio la vuelta por un momento y, al verla, reaccionó.

-¡Anda, pero si eres tú! ¡O sea, que soy yo, ya sabes! ¡Genial, molas casi tanto como yo!

-¿Perdona? ¿Cómo que casi tanto como tú? Yo molo de cualquier manera…

-Puede, pero tampoco puedes negar que yo molo más por una sencilla razón…

-¿Ah, sí? ¿Y cuál es esa?

-¡Que yo tengo alas y tú no!-exclamó la pegaso, divertida.

Rainbow dejó escapar un respingo, molesta.

-Muy graciosa…

-Ja, ya lo sé, soy genial, soy graciosa… ¡lo tengo todo!

-Sí, lo que sea…

La chica se arrastró hasta la llave de paso del lavabo roto y la cerró, dejando de fluir el agua.

-Pero bueno, basta de cháchara, estoy aquí para encontrar a Twilight y a Sunset, sabemos que cruzaron al otro lado y venimos en calidad de refuerzos, por si las cosas se tuercen-explicó la pegaso.

-Espera, espera ¿Sunset? ¿Sunset está aquí?-inquirió Rainbow, reaccionando de seguido.

-Claro, es por eso que hemos venido… ¿no escuchas?

-¡Haberlo dicho antes! ¡Ven conmigo, las buscaremos entre todos!

Sin darla tiempo a responder, la pegaso se vio arrastrada por su contraparte humana, dejándose la mochila en el baño.









Afuera las cosas comenzaban a empeorar de forma exponencial; las perturbaciones todavía no se habían llegado a materializar del todo en el instituto, pero las densas nubes que cubrían el cielo se arremolinaban cada vez más en forma de espiral, encontrándose el epicentro encima de la estatua del corcel. El resto de chicas y ponis se encontraban esperando a Rarity y Rainbow, el encuentro había sido del todo accidentado.

-Qué cabeza más dura tienes…

-Pues anda que tú… ya sé que las dos somos fuertes y todo eso, pero ese cabezazo sobraba.

-Ya te he pedido perdón…

-A ver, Applejack, las dos, tranquilidad-murmuró Fluttershy.

-Por cierto, tío, bonita armadura.

-Gracias, es la armadura oficial del imperio de Cristal-comentó Flash.

-Así que Guardia Real… la verdad es que no me veo sirviendo a las Fuerzas Armadas…

-¿Ah, no? ¿Y qué es lo que haces?

-Toco la guitarra eléctrica, estoy en una banda.

-Oh… no sé lo que es eso, pero suena bien.

Los demás se encontraban callados, esperando a que Rarity o Rainbow dieran alguna señal de vida; tanto la Fluttershy poni como la humana no se cruzaban la palabra, lanzándose nerviosas miradas de vez en cuando, como si quisieran decirse algo igual o parecido pero no terminaran de reunir el valor suficiente para ello. Las dos Pinkies se encontraban extrañamente tranquilitas, aunque se vez en cuando daban pequeños saltitos o hacían algún que otro comentario dispar. Otro rayo rasgó el cielo, iluminando el oscuro ambiente. Las aludidas aparecieron de improviso, sorprendiendo al resto.

-¡Aquí estáis! ¿Dónde os habíais metido?

-¡No hay tiempo, tenemos que encontrar a Twilight y Sunset, están aquí!-exclamó Rainbow.

-Sí, lo sabemos… he pensado en dividirnos en grupos de dos para poder buscar por todo el instituto, luego nos podemos volver a encontrar aquí-sugirió Rarity.

-¿¡Pues a que esperamos?! ¡Venga!

Se dieron la vuelta, para encontrarse con las aludidas a pocos metros de donde ellas estaban.

-Anda mira, ya no va a hacer falta buscarlas-sonrió Pinkie.

-¡Sunset!

El grito llamó la atención a la chica, la cual alzó la vista y vio a sus amigas justo al lado de donde estaban. Sin apenas pensar, echó a correr hacia ellas, fundiéndose en un gran abrazo entre todas.

-Chicas… lo siento tanto…

-No, somos nosotras las que tenemos que disculparnos, Sunset… nos peleamos de la forma más tonta.

-Pero fui yo la que os ignoró. Lo siento, de verdad.

Las contrapartes ponis miraron a sus homólogos con una media sonrisita dibujada en sus rostros; Rarity le pasó su corona y elemento a su amiga alicornio.

-Deberías llevarla más a menudo, querida, te queda divina.

-Sí, ya empezaba a echarla de menos… y creo que ya tenemos con qué parar a esa doble maligna-murmuró la princesa, colocándosela en su sitio.

-¿Doble maligna?-repitió Rarity, extrañada.

-Os lo explicaré por el camino, vamos todos al patio delantero.

Twilight puso al corriente a todos mientras corrían hacia el lugar; conforme se acercaban al sitio, las nubes comenzaron a moverse en espiral a mayor ritmo, como si algo las incitara a ello. En cuanto llegaron al patio vieron a la otra Sunset apoyada en el pedestal de la estatua del corcel, mirándolas sin pena ni gloria.

-¡Eh, tú!-la espetó Twilight.

-Ah, hola… supongo que venís a ver como todo se acaba por aquí… hola Flash, cariño ¿me has echado de menos?-inquirió ella, en cuanto vio al chico.

-Tú no eres la Sunset con la que estuve saliendo.

-Claro que sí, cielo, simplemente dejé de ser la que era… si quieres culpar a alguien, culpa a esa desgraciada que está a tu lado. Ella me separó de tu lado solo por estar contigo. Sólo te quería tener para sí.

-¡Cállate!-la espetó el chico.

La otra Sunset quiso hablar, pero Twilight se la adelantó.

-¡Olvídate de hacer nada de lo que pretendes! ¡Tenemos los elementos y vamos a usarlos para detenerte!

La doble se las quedó mirando por un momento, pero justo después soltó una sonora risotada. Las chicas se miraron entre sí, extrañadas por su reacción.

-¡Ja, qué bueno! ¿Creéis que con vuestros preciados elementos podéis detenerme? Si es así, es que sois más ingenuas de lo que yo pensaba.

Sin mostrarse nerviosa o intimidada, comenzó a caminar hacia ellas, concretamente hacia la verdadera Sunset.

-No podréis usar los elementos contra mí por la sencilla razón de que no se puede detener la magia con más magia; es como intentar apagar una bombilla con más corriente, lo único que pasaría es que la bombilla estallaría. Por mucho que os esforcéis, el proceso es irreversible. Los dos mundos chocarán y colapsarán al no poder albergarse entre ellos.

-¿¡Y qué ganas con eso?! ¡¿No te das cuenta de que tú estás en medio, como todos los demás?! ¡Es una locura!-masculló Twilight.

-Oh, no es nada en concreto, la verdad… sólo quiero vengarme de la que me lo quitó todo-murmuró la otra Sunset, mirando a su homóloga con los ojos encendidos.

-Estás loca… te detendré yo misma-la espetó Sunset, no muy segura de sus palabras.

-Ay, tonta… ¿es que no lo ves? Puedo ser todo lo que tú quieras… incluso lo que más temes.

De golpe y porrazo, posó su mano derecha sobre la cara de Sunset, la cual no se esperaba ese gesto para nada; las demás se pusieron en alerta y los elementos comenzaron a brillar.

-¡Ahora, chicas!

Pero antes de que pudieran hacer nada, hubo un destello de luz oscura y toda se quedaron de piedra al ver lo que vieron; la antigua forma demoniaca de Sunset se encontraba ahora mirándolas desde lo alto, con una sonrisa fulminante.

-¡Ahora sí que no tenéis nada que hacer contra mí! ¡Dejadlo, ya se ha terminado!

-¡No porque tú lo digas! ¡Vamos chicas, no rompáis el nexo!-indicó Twilight.

Los elementos volvieron a refulgir y los ojos de los seis ponis resplandecieron con fuerza; pero la otra Sunset tanto solo sonrió socarronamente.

-¡Quietas!

Con un solo movimiento de su mano envuelta en un aura oscura, empujó a las ponis unos cuantos metros hacia atrás, encadenándolas al suelo con una serie de grilletes que las aprisionaron las patas. La corona de Twilight tintineó en el suelo y rodó hasta quedarse cerca del bordillo de la acera.

-¡Mi corona, cogedla!

-¡Ya voy yo!-exclamó la Rainbow humana, echando a correr.

-¡Vosotras también, todo el mundo quieto!

Sin poder defenderse ante su magia oscura, las contrapartes humanas también acabaron por los suelos, sujetos de pies y manos. Sin embargo, Sunset siguió allí, sin verse sometida por su doble maligna.

-¿Por qué os emperráis en detenerme si ya no depende de mí el proceso? Tan solo quedaos quietecitas si queréis ver como vuestro mundo se cae a pedazos. ¡Nadie podrá pararme!

-No estés tan segura-anunció una voz familiar.

Todos miraron hacia la entrada y vieron a la mismísima princesa Celestia parada junto a la puerta, mirando fijamente a la otra Sunset.

-¡Princesa Celestia!-exclamó Twilight.

-De alguna forma sabía que se trataba de ti… pero claro, tampoco podía ser otra cosa, y no estaba del todo segura.

-¡Ahórrate tus sermones excusables y tus detalles de última hora, no puedes hacer nada por impedir lo que ya casi está hecho, y lo sabes! ¡Pierdes el tiempo!

-No, mientras pueda defender a mis súbditos, siempre tendré una oportunidad. No eres más que unos restos que puedo limpiar sin más.

-¡Sigue soñando, no puedes hacer nada!

-Tú eres la ingenua aquí-murmuró Celestia, haciendo brillar su cuerno.

Pero antes de que pudiera hacer nada, la Sunset maligna sonrió mordazmente e hizo levitar algo de detrás de la estatua del corcel, lo que obligó a parar a la alicornio.

-No, hermana…

-Exactamente… tú eres ella, ella es tú. Y si la pasara algo…

Celestia trató de ignorarla y se concentró en su contraparte humana; la Sunset maligna la hacía levitar boca abajo, se encontraba inconsciente y la sangre comenzaba a abotagarse en su cabeza. Buscaba una oportunidad de librarla de ella antes de centrarse en Sunset, pero no estaba segura de cuando se movería.

Sin previo aviso, la Sunset malvada la lanzó por los aires y Celestia se teletransportó de seguido; reapareció justo encima de ella, llegando a cogerla a tiempo y posándola en su grupa. Desplegó las alas y preparó su cuerno.

-¡De eso nada!-chilló Sunset.

Un aura oscura asió el cuerno de la alicornio, la cual apenas se podía mover al estar cargando con el cuerpo de su contraparte humana; Celestia trató de hacer magia, pero le fue imposible. Aleteó sus alas para tratar de alejarse, pero la tenía bien agarrada.

-¡Eres mía!

Un golpe oscuro lanzó a la alicornio al suelo, donde acabó amarrada tanto de patas y cuerno, obligándola a hacer una extraña reverencia ante ella; la Celestia humana resbaló de su grupa y cayó al suelo pesadamente, de donde no se movió.

-¡Ja, he puesto en jaque a la princesa Celestia, la gobernanta suprema, la más poderosa! ¡Esto demuestra lo superior que soy! ¡Ya nada podrá detenerme!

Ese último grito resonó por todo el campus, alertando tanto al instituto como al resto del pueblo; fuertes rachas de viento comenzaron a azotar toda la zona, comenzando a llover con fuerza y con rayos iluminando el oscuro cielo. El resto de alumnos y profesorado contemplaban la situación desde el interior del edificio principal, sin apenas creérselo. Muchos de ellos se encontraban acompañados por sus contrapartes ponis, los cuales contemplaron atónitos como su princesa había sido derrotada.

La verdadera Sunset se encontraba en medio de todo ese lío, sin saber qué hacer y con los ánimos hundidos. Todo parecía perdido, y aunque pensara en algo que pudiera hacer, sería inútil. Ella no tenía magia estando en ese estado, y su doble era muchísimo más poderoso. Lo viera como lo viera, estaba perdida.

-¿Apenada, hermana? No te preocupes, todo se acabará dentro de nada. No tendrás que pensar en nada más-murmuró su doble, cogiéndola del mentón.

-¡No me toques! ¡Déjame en paz, todo esto es culpa tuya!

-¡No, es culpa tuya, tú fuiste la que me empujaste al otro lado, tú me robaste mi vida y te la quedaste para ti, tú eres la culpable de todo! ¿¡De quien crees que es este aspecto en realidad?! ¿¡Quien vino aquí con aires de grandeza y hambre de poder?! ¡Tú, todo tú, tú eres la verdadera culpable! ¡Si alguien tiene que pagar aquí por sus pecados esa eres tú!

Sunset la miró fijamente, sin poder evitar pensar en que tenía razón; dejó escapar un par de lágrimas y habló.

-Es verdad… yo soy la culpable. Me dejé llevar por mis deseos y me convertí en un monstruo. Pero sé que ahora no tengo por qué lamentarme de eso. Ya me han perdonado, tanto mis amigas, como mi maestra y todos los que alguna vez llegué a apreciar alguna vez. Por eso eres tú ahora la que está pecando de rencorosa; tus ansias de vengarte de mí te ciegan, y nos estás condenando a todos a la destrucción. Si lo que quieres es desquitarte conmigo, te dejo. Pero deja a mis amigas en paz.

Su doble malvado la miró de hito en hito, como si estuviera rumiando sus palabras; por un momento pareció que se lo estaba pensando, pero entonces esbozó una perturbadora sonrisa y murmuró.

-Muy bien, te tomo la palabra.

Al punto, una fuerza mágica oscura obligó a Sunset a echarse sobre el suelo y su doble preparó un rayo de energía para lanzárselo contra ella.

-Voy a disfrutar oyéndote chillar…

-¡No, Sunset!-exclamaron todos a la vez.

La chica no pudo hacer nada más que esperar a la embatida de dolor; cerró los ojos con fuerza, esperando que de esa forma todo pasara más deprisa. Justo después, todo fundió a negro.


El final está muy cerca, señores, so brace yourselfs :D

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor amadeus_dark » 14 Oct 2013, 00:32

la cosa se pone chunga
Mi pony test de perosnalidad.........Just as Pinkie planned

Spoiler:
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QUE !? DIJE PINKIE PLANNED NO QUE FUERA PINKIE PIE! X-D
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sg91 » 17 Oct 2013, 11:24

Capítulo 13

Jaque mate


Spoiler:
Una bolsa de plástico zumbó en el aire y planeó, llevando algo de peso en su interior; golpeó justo a tiempo en la mano del doble de Sunset, saliéndola desviado el tiro. Una serie de cintas de vídeo negras cayeron al suelo, junto con la bolsa.

-¿¡Pero qué demonios?!

La Sunset real abrió los ojos al ver que la fuerza dejó de incidir sobre ella; alzó la vista y vio a una chica de pelo violeta y ojos de igual color, la cual miraba a su doble con el ceño fruncido y una mueca de molestia grabada en su rostro.

-Así que se trataba de eso… con razón insistían tanto en que me habían visto a este lado del estado.

-¿¡Tú, en serio?! ¡Por favor, qué patética eres, pareces MacGyver al rescate!

La Twilight humana sostuvo la mirada a la doble de Sunset, sin ningún atisbo de miedo en su cara; miró por un momento a su contraparte poni, la cual la observó atónita y sin decir nada.

-Me hubiera gustado conocerte en circunstancias más normales, pero ahora estamos todos un poco ocupados.

-¡La corona, coge la corona, rápido!

-Tranquila, la tengo aquí…

Sin embargo, antes de que pudiera decir nada más, un aura oscura la rodeó y la arrastró hasta donde estaba la otra Sunset.

-¡Estúpida! ¿¡Creías que aparecer aquí sin más salvaría el día?! ¡No me hagas reír, al suelo tú también!

Antes de lanzarla, la arrebató la corona con una mano y luego la empujó con su magia, cayendo de bruces al lado de su contraparte poni y acabando atada al suelo de pies y manos.

-¿¡Es que nunca aprenderéis?! ¡Los elementos no sirven de nada!

Dicho eso, cogió la corona con las dos manos y la rompió sin mayores contemplaciones; la alicornio lavanda se quedó con la cara desencajada, incapaz de creer que su elemento se había roto así sin más. La Sunset malvada dejó caer los pedazos al suelo, con un gesto de asco reprimido.

-¡Si queríais pararme de alguna u otra forma, os podéis ir olvidando! ¡Nada ni nadie podrá dete…!

Sin embargo, no pudo acabar del todo su frase; algo de color azul oscuro zumbó en el aire y golpeó a la diablesa en el pecho, lanzándola contra la pared contraria del instituto y acabando incrustada en ella.

-¡Tú, patético súcubo mágico sin escrúpulos! ¿¡Cómo te atreves a poner en peligro la existencia de ambos mundos!?-inquirió una voz potente y profunda, que hizo eco por todo el lugar.

-¡Princesa Luna!-exclamaron los ponis presentes.

-¡Oh, qué honor, la princesa de la noche también ha venido a ser testigo de la caída! ¡Me complace su presencia, alteza!-masculló la doble de Sunset con sorna, saliendo a trompicones del boquete.

-¡Silencio, simple deshecho mágico! ¡No te saldrás con la tuya!

-¡Otra que no se entera ni de la misa a la mitad! ¡El proceso está en marcha y ya no se puede detener, no tenéis nada que hacer, se acabó!

-¡En ese caso lucharé contra ti hasta el final!-masculló Luna, con sus ojos brillando.

-¡Por mí vale!-aceptó el doble de Sunset.

Otro rayo cayó del cielo y el trueno hizo retumbar los cristales del instituto; el viento arreció aún más y las perturbaciones dieron paso a una destrucción sistemática sin precedentes. La piedra de los edificios comenzó a resquebrajarse, el asfalto se abrió y la tierra comenzó a revolverse como si de un terremoto se tratara.

La Sunset malvada atacó primero, lanzándola una bola de fuego enorme; Luna la interceptó con un rayo de energía plateado que lo atravesó de lleno, llegando a estallar de forma bestial. Aprovechando el humo y la confusión, el doble de Sunset se abrió paso y trató de coger a Luna por el pescuezo, pero la alicornio se movió a tiempo e intentó golpearla con sus cascos. Aun así Sunset lo esquivó con facilidad y la empujó hacia atrás con su magia; tras eso la volvió a lanzar otra bola de fuego, pero Luna se protegió a tiempo con un campo de fuerza. Acto seguido reunió un buen montón de energía en su cuerno para luego lanzarla contra ella con forma de estrella. El doble de Sunset apenas se amilanó y la interceptó con un simple movimiento de su cola. Justo después, se lanzó con un puño envuelto en fuego en alto, consiguiendo golpear a Luna.

La alicornio cayó al suelo estrepitosamente, justo al lado de la verdadera Sunset; ésta se acercó hasta ella.

-Princesa Luna…

-Sunset Shimmer… tú eres la única que puede parar todo esto…

-¿Qué? Pero… ¿cómo? No tengo magia ni tengo nada, no puedo enfrentarme a ella…

-No, tienes con qué hacerla frente, tan solo tienes que recordar…

-¿Recordar? Pero ¿a qué se refiere?

Luna quiso responder, pero en ese momento la doble de Sunset aterrizó justo al lado.

-Perdona, pero estaba hablando conmigo.

Tras ese breve apunte la asestó una dura cachetada a su contraparte, tirándola al suelo; en ese momento Luna agitó sus alas y luego se desapareció.

-¡Luna lunera! ¿Dónde andas? ¡No huyas, estaba poniéndose interesante!

-¡Yo nunca huyo!

Apareciendo desde lo alto del cielo y brillando como la misma luna, la alicornio de la noche se abalanzó sobre ella, tratando de embestirla con todas sus fuerzas; el doble malvado realizó una filigrana en el aire, lo que la bastó para esquivar su embiste sin problemas. Tras eso, y desde donde estaba, la lanzó una enorme llamarada con intención de abrasarla, pero Luna agitó con fuerza sus alas hasta disolver el fuego. Inmediatamente después, reunió mucha más energía en su cuerno y se la lanzó a su oponente en forma de un potente rayo de color plateado que llegó a golpear de refilón a la Sunset malvada, cayendo justo al lado de la estatua del corcel.

-¡Te aplastaré como a una baya madura!-musitó Luna, abalanzándose sobre ella.

-¡Oh! ¿¡De veras?!

Antes de que la alicornio llegara a alcanzarla, la doble de Sunset se levantó y cogió de golpe a Luna por las patas; acto seguido la giró sobre sí misma varias veces con fuerza, y luego la lanzó por los aires hacia delante. Irrumpió de golpe en el hall del instituto atravesando las puertas de cristal, acabando en el suelo entre multitud de estudiantes que se encontraban allí escondidos.

-¡Te tengo, luz de luna!-masculló la Sunset malvada, formando otra bola de fuego entre sus manos.

La lanzó justo después, en dirección hacia la indefensa alicornio.

-¡Luna, no!-masculló Celestia, sin apenas poder moverse.

Al segundo siguiente hubo una sonora explosión en el interior del hall y una serie de potentes llamaradas abrasaron esa parte del instituto. Tras eso todo regresó a la calma y la Sunset malvada rio como una lunática.

-¡Oh, sí, no solo he derrotado a Celestia sino que también a su hermana Luna! ¡Soy más poderosa que nunca!

Pero antes de que pudiera celebrar nada más, Luna reapareció delante de sus narices con su crin y pelaje algo chamuscado.

-Demasiado pronto para cantar victoria, estúpida.

Y tras ese inciso, le asestó un fuerte golpe en la cara con su casco, haciéndola tambalear hacia atrás.

-¿¡Cómo te atreves a atacarme estando rodeada de civiles inocentes?! ¡No eres más que escoria, un simple resto mágico que no se merece ni la más mínima mención!

-¡Qué coloquio más interesante, alteza! ¡Siga contándome!-masculló la otra Sunset, abalanzándose sobre ella con sendas cuchillas en forma de llamas.

Luna la hizo frente con otras dos cuchillas con forma de luna creciente y comenzaron a luchar cuerpo a cuerpo, como dos expertos espadachines; Sunset tenía más ventaja al ser menos grande y poder moverse con más rapidez, pero Luna esquivaba con rapidez los mandobles más arriesgados, o bien se cubría a tiempo con escudos de fuerza.

-¡Me estoy cansando, alteza, ya no es divertido! ¡Hagámoslo rápido!

Con una rapidez pasmosa se apartó de ella, reunió energía oscura en sus manos, y se la lanzó a Luna, la cual ni siquiera tuvo tiempo de defenderse o moverse; la alicornio cayó al suelo con un gesto pesado y severamente dañada.

-¡No, princesa!-exclamó Sunset, con la cara adolorida.

-¡Sunset Shimmer, tienes que recordar!

-¿Pero recordar el qué, a que se refiere princesa?

-¡Nada en este mundo es arbitrario, todo tiene su sentido, así como todos nosotros tenemos otro yo aquí! ¡Piensa, Sunset Shimmer, recuerda el momento!

Pero no pudo continuar, puesto que la otra Sunset aterrizó sobre ella, pisándola el cuerno con una de sus botas. Luna profirió un intenso grito de dolor que rebotó por todo el patio.

-¡Basta ya de frases baratas y trucos desesperados, el proceso casi ha terminado y este mundo ya se está cayendo! ¡Eres patética, todos sois patéticos, no merece la pena seguir luchando!

La otra Sunset restregó bien la bota sobre el cuerno de Luna, la cual soltó otro grito seco. En ese momento apareció de improviso la subdirectora Luna, la cual empujó con fuerza a la diablesa, librando a su contraparte poni.

-¡No la toques!

-¡Anda, pero si es la subdirectora Luna! ¡Bienvenida, siéntese y estese quietecita!-masculló Sunset, arreándola una sonora torta que la dejó tirada en el suelo.

-¡No, hermana!

En ese momento se oyó un crujido no muy lejos de allí y la fachada delantera del instituto comenzó a resquebrajarse; las juntas de las ventanas cedieron y los cristales cayeron, haciéndose añicos contra el suelo. El suelo comenzó a moverse, haciendo temblar la calle entera. El sol y la luna comenzaban a entremezclarse y diluirse, confundiéndose tanto el día como la noche.

En la mente de la verdadera Sunset aún seguía repitiéndose lo que la dijo la princesa Luna, tratando de sacar un mínimo de sentido a sus palabras; a simple vista no sabía a qué se podría referir. Todo tiene su sentido, nada es arbitrario… lo extraño era que, de alguna forma, en algún lugar de su mente esas mismas palabras resonaban en su interior tratando de sacar unos recuerdos aparentemente reprimidos.

-El momento…-susurró entonces, entrecerrando los ojos.

Luna quiso decir algo, pero no llegó a articular palabra; la princesa Celestia tampoco respondía, así como su contraparte humana. Miró a sus amigas, todas ellas encadenadas al suelo. Confiaban en ella, lo habían demostrado en todo momento, y ella también confiaba en ellos. Porque eran sus amigas. Para ella lo eran todo, más que ninguna otra cosa… incluso más que su propia magia, esa que tanto anhelaba aprender mucho antes.

-Mi marca de belleza.

Fue entonces cuando comenzó a comprenderlo todo, incluyendo el momento; el momento en el cual consiguió su marca de belleza, mucho antes de que llegara a entrar en la academia de magia de Celestia. Era una pequeña potrilla deseosa de conocimientos, deseosa de saber cómo controlar su magia y darla un uso especial. Una tarde, cerca de una explanada, se encontraba practicando ella misma su magia, sin ningún tipo de ayuda. El sol comenzaba a ponerse, pero apenas se fijaba en eso, puesto que estaba enfocada en su magia; su cuerno brillaba intermitentemente, tratando de hacer levitar una serie de libros a su alrededor.

-Tengo que conseguirlo, he de conseguirlo, quiero entrar en la academia de magia de Celestia-pensaba ella con los ojos cerrados y la mente en otra parte.

Podía sentir cómo la magia fluía no solo a través de su cuerno, sino de todo su cuerpo; por un momento puso la mente en blanco y abrió los ojos en cuanto notó la luz del sol incidiendo sobre sus párpados. Fue entonces cuando lo pudo ver en todo su esplendor. Un bellísimo atardecer iluminaba esa parte de Canterlot, extendiendo su anaranjada luz sobre todo el reino; el resplandeciente sol se iba ocultando poco a poco tras el horizonte, como si se estuviera posando sobre el suelo. Sunset abrió la boca asombrada y dejó escapar un suspiro.

-Uauh…

Nunca en todos los días de su vida había llegado a contemplar algo tan bello como esa puesta de sol. Y su misma visión la daba fuerzas para seguir adelante, para seguir intentándolo y no rendirse jamás. Por un momento pensó en la magia como si fuera la luz del sol, podía llegar hasta el punto más álgido, así como bajar, ponerse y echarse a dormir, para luego volver a alzarse. Los libros a su alrededor danzaron en el aire como si fueran pequeñas marionetas, según sus designios. En cuanto acabó, los dejó en el suelo y el sol terminó de ocultarse tras el horizonte. Un destello se sucedió en sus flancos y un par de soles resplandecientes se quedaron fijados en ellos. La sonrisa de Sunset fue más radiante que nunca, incluso más que el propio sol.

-Obtuve mi marca de belleza al entender el poder de la magia comparándola con la luz del sol. Celestia fue desde siempre mi modelo a seguir, mi mayor ídolo. Ella, que alza y baja el sol, me ayudó a comprender la magia mucho antes de haberla conocido. Puede que ese sea el momento… pero… ¿por qué siento que falta algo más?

Su doble malvado ya se había autoproclamado como la más poderosa del mundo, mientras que todo a su alrededor comenzaba a desmoronarse de verdad; el instituto comenzó a caerse a pedazos, así como la tierra a su alrededor hacía lo mismo, de forma inexorable.

Nada es arbitrario, todo tiene un sentido; cara y cruz, noche y día, frío y calor… bien y mal.

-Tú eres yo… yo soy tú… restos… deshechos…-murmuró ella, en voz alta.

-¿¡Qué farfullas?! ¡Observa como todo se acaba!-gritó la otra Sunset, fuera de sí.

En ese momento Sunset abrió mucho los ojos, mientras pasaba por delante de sus ojos el verdadero momento; en el día de su prueba de admisión. Los nervios, su magia descontrolada… el espejo. Un destello brillante se reflejó en los ojos de la chica, la cual lo entendió todo.

-Pues claro… eso es. No eres quien eres. No eres nada-susurró entonces.

-¿¡Qué dices, pequeña?!

-Digo que no eres quien crees que eres… ni siquiera eres alguien. ¡Tú no eres yo! ¡No hay nadie más que yo misma aquí! ¡No tengo contraparte en este mundo!

-¿¡Qué?! ¡Eso no es cierto, imposible, mientes!-chilló la otra Sunset.

-¡No, es totalmente cierto, no eres yo! ¡Tú eres el resultado de mi magia al contactar con el espejo! ¡Ahora lo entiendo todo, Luna no te estaba insultando, estaba recalcando lo que eres! ¡No eres más que una proyección residual de mi magia, de ahí que tuvieras mi misma forma! ¡De ahí que pudieras manifestarte en los dos mundos! ¡Y también entiendo por qué mi marca de belleza tiene esta forma en concreto! ¡Porque estaba destinada a descubrir este mundo paralelo, en el que todos tienen otro yo que ayuda a mantener el equilibrio de todas las cosas! Excepto yo… porque rijo ese devenir.

Nada más decirlo, su cuerpo brilló intensamente en un aura de color fuego; se puso en pie, con la determinación brillando en sus ojos y sin sentir miedo nunca más. Su marca de belleza en su camiseta brillaba como el mismo sol. Se acercó al pedestal, mientras recolocaba las piezas del puzzle en voz alta.

-Yo soy la llave que une los dos mundos… la guardiana de la puerta, la que vigila ambas realidades. Y mi magia no se alimenta por el ansia de poder o el simple conocimiento… se alimenta por la amistad.

Miró a sus amigas esbozando una gran sonrisa y tocó la superficie del pedestal; nada más hacerlo, éste resplandeció con fuerza, extendiendo hacia todas las direcciones una luz tan intensa como mil soles. El doble malvado de Sunset trató de lanzarse sobre la chica, pero para entonces la luz comenzó a incidir sobre ella, abrasándola. Lanzó un pavoroso chillido mientras se disolvía hasta desaparecer, al mismo tiempo que la luz restauraba todo a su alrededor. La piedra de la fachada se volvió a unir y el suelo dejó de temblar, los cristales volvieron a su sitio y el hall quemado se reparó. La corona y elemento de la magia se volvió a soldar. Luna se curó de sus heridas y todos los que se encontraban atados al suelo se liberaron. Pine Creek volvió a su estado normal. Al otro lado del portal, los pedazos de cristal del espejo brillaron con fuerza y regresaron a su lugar sobre el soporte de madera. La noche y el día regresaron, poniéndose el sol y dejando pasar a la luna.

Sunset abrió los ojos y vio la brillante superficie del portal rodeando sus dedos. Separó la mano de ésta y esbozó una pequeña sonrisa. Todo había terminado ya. Se dio la vuelta y vio que todos la miraban fijamente y sin decir nada; tanto sus amigas como las princesas, especialmente Celestia, la miraban con el orgullo reflejado en sus ojos. El resto de personas y ponis, tanto profesores como alumnos, la miraban atentamente desde las ventanas y la puerta del hall. Quiso decir algo, pero no pudo, puesto que todo el mundo rompió en aplausos, vítores y felicitaciones de todo tipo. Sus amigas humanas la rodearon y la llevaron en volandas, mientras que los demás la saludaban y aplaudían, repitiendo su nombre. Todo se volvió una algarabía de mil demonios, pero una algarabía de alegría y jovialidad. El corazón de Sunset se derritió y la chica lloró de felicidad. Abrazó a sus amigas sin dejar de darlas las gracias constantemente. Todo el mundo quería agradecerla por todo, darla la mano, dos besos o hablar con ella.

La chica quería hablar con todos, decir algo, pero se sentía algo sobrepasada.

-¡A ver, a ver, tranquilidad, no os echéis sobre ella, dejadla respirar!-exclamó Rainbow, dejando un poco de espacio entre ella y la multitud.

Sunset aprovechó ese inciso para coger la corona de Twilight y llevársela a su legítima dueña, la cual se encontraba algo apartada de los demás; se agachó ante ella para ponerse a su altura.

-Creo que esto es suyo, princesa-murmuró la chica, coronándola.

-Gracias, mi fiel estudiante. Estoy orgullosa de ti.

Sunset dio un gran abrazo a la alicornio, la cual se lo devolvió con ganas. Su contraparte humana se acercó a ellas, algo azorada.

-Creo que no nos han presentado formalmente… yo soy Twilight Sparkle, estudiante de bachillerato del instituto privado Cristal que hay al otro lado del estado.

-Y yo soy Twilight Sparkle, princesa de la amistad del reino de Ecuestria, encantada.

Las dos se quedaron mirándose por un momento y luego soltaron una sonora carcajada.

-Parece que Pinkie tenía razón…

-No me suelo pasar por Pine Creek, pero hace poco que un amigo mío me comentó que me llegó a ver aquí hace ya varios meses. A mí me extrañó, ya que no había vuelto a venir aquí desde hace mucho, por lo que decidí indagar un poco. Me llevé… prestadas las cintas de seguridad para comprobar algunos detalles de los que me había llegado a enterar, confirmando mis sospechas. El resto ya lo sabéis-explicó la Twilight humana.

-Ahora todo tiene un poco más de sentido…-asintió Sunset.

En ese momento Pinkie apareció de detrás de la chica, acompañada por su homóloga poni.

-¡Sunset, lo has conseguido, eres la mejor!-exclamó la Pinkie humana.

-Gracias Pinkie, era lo menos que podía hacer…

-¡Sí, ahora Sunset es una super heroína y todos estamos bien! ¡Ey! ¿¡Sabéis lo que necesitamos ahora mismo?!-inquirió la Pinkie poni.

Sunset quiso responder, pero las dos Pinkies lo hicieron por ella.

-¡Una fiesta!

En menos de diez minutos, una fiesta salida de la nada se hizo material en el patio delantero; nadie se preguntó nada, simplemente siguieron la corriente al alma de la fiesta, que ésta vez eran dos. Entre todos los estudiantes reunieron los suficientes refrescos y bebidas, mientras que toda una caravana de Vespas del Pizza Hut hicieron acto de presencia al poco rato.

-Buenas ¿Es aquí donde han pedido… más de cincuenta pizzas de todos los ingredientes?-inquirió el repartidor que lideraba la caravana, flipando con el repertorio.

-¡Sí, es aquí, buen hombre!

-¡Pero Pinkie! ¿¡Cómo piensas pagar todo eso?!-masculló la Twilight poni, incrédula.

-No os preocupéis, que lo carguen a la administración del instituto-anunció la directora Celestia.

-¿¡Qué?! ¡Pero es una locura!

-Tranquila Twilight, ésta es una noche especial.

Los repartidores fueron descargando, mientras que los demás iban haciendo espacio por todo el patio, teniendo que ocupar los patios posteriores debido a que todos no cabían. Las dos Pinkies se coordinaban sin problemas para que todo saliera perfecto.

-¡Levad esa mesa allí, con cuidado, no hay prisa!

-Pinkie…

La chica supo de inmediato de quien se trataba y se dio la vuelta; Vinyl se encontraba acompañada por su contraparte poni, la cual la animaba a seguir.

-Bueno, he visto que no tienes un Dj que anime un poco el ambiente, y me preguntaba si… querrías que te ayudara un poco con la música…

Pinkie no respondió, simplemente esbozó una sonrisita y abrazó a su amiga.

-Me encantaría.

Vinyl la devolvió el abrazo con fuerza, sintiéndose un poco mejor consigo misma.

-Gracias…

-¡Así me gusta! ¿A que estamos esperando? ¡Que empiece la fiesta!-exclamó la Vinyl poni, rompiendo el hielo.

Entre trozos de pizza, vasos de plástico y con la buena música de las dos Vinyl de fondo, la fiesta transcurrió con normalidad y mucha diversión; Rainbow Dash retó a su homóloga a un partido de fútbol de 1 vs 1 a cinco goles, siendo todo un espectáculo de velocidad y color. Los profesores se encontraban apartados de los alumnos, observándoles festejar; Luna y Celestia se encontraban con sus contrapartes humanas, hablando entre ellas.

-Es otra generación… se lo pasan como enanos-murmuró la directora.

-Sí, desde luego, con mis ponis pasa lo mismo… dejémosles que se diviertan-asintió la princesa.

-Me sorprendió que supierais que se trataba de magia residual…

-Bueno, lo supuse enseguida, puesto que yo vi como la magia de Sunset atravesaba el espejo. Fue por eso por lo que decidí que ella se ocupara de investigarlo, aunque desde el principio supe que ese mismo hecho los ligó para siempre. Es una chica muy especial. Me gustaría pedirte un favor.

-Claro, dime.

-Sé que ahora estará bien, pero aun así quiero pedirte que cuides de ella. Me quedaré mucho más tranquila.

-Por supuesto, dalo por hecho.

-Gracias, hermana.

Alicornio y humana se sonrieron mutuamente y dieron otro sorbo a su vaso. La vicedirectora Luna regresó en ese momento con un trozo de pizza en la mano, pero vio a alguien que rondaba por allí cerca por el rabillo del ojo y se dio la vuelta.

-Hombre, inspector. Supongo que el caso ya estará cerrado…

Donelly se acercó con un poco de duda, pero al final habló.

-Eh… sí, claro, la desaparecida ha reaparecido, por lo que no hay mucho más que comentar…

-Vaya noche ¿eh?

-Sí, desde luego…

-¿No quiere quedarse un rato, inspector? Hay pizza para todos.

-Gracias, pero sigo de servicio. Además, he de irme ya, tengo una reunión en el ayuntamiento con el comisario y la alcaldesa, no sé qué decían de un secreto de sumario…

-Entonces no le entretengo más… buenas noches, inspector.

-Sí, hasta luego.

Donelly se fue de allí rápidamente y la fiesta se siguió dando tranquilamente.

Sunset se encontraba hablando con sus amigas, sintiéndose mejor que nunca consigo misma y plenamente realizada; sabía que no tendría nada de lo que preocuparse desde ese momento, y eso la dejaba del todo tranquila.

-¡Y el momento en el que te plantaste ante ella, brillando como el sol, fue asombroso! Me encantó tu pose, fue tan… espontánea-murmuró Rainbow.

-¡Sí, y la mala malosa acabó frita y refrita, tan frita que no se podía ni comer!-reiteró Pinkie.

-Fue magia a otro nivel que yo nunca había visto, me has dejado impresionada, Sunset-asintió la Twilight poni.

-Ah, ya ves tú, hice lo que tenía que hacer…

-Hola, Sunset.

La chica reconoció de inmediato la voz y se dio la vuelta rápidamente, para saludar a su chico con un rápido abrazo.

-¡Shine, cielo! No te había visto hasta ahora… ¿dónde estabas?

El chico la miró un tanto cortado, como si no estuviera del todo seguro lo que decirla; se rascó la nuca nerviosamente y empezó a hablar.

-Sunset, verás… tenemos que hablar, no he sido… no he sido del todo sincero contigo.

La chica frunció el ceño, extrañada, mientras que las demás les dieron un poco de espacio.

-¿A qué te refieres?

-Pues verás ¿recuerdas aquella vez en la que no te llamaba Rarity? En realidad sí que te llamó… pero yo borré la llamada perdida-anunció él.

-¿¡Qué?!

-Espera, no te enfades, lo hice por una buena razón…

-Explícate, ahora-le exigió la chica, cada vez más enfadada.

-Tú me gustas mucho ¿vale? Haría lo que sea por ti, te ayudé a entrar en Ecuestria aquella vez y lo volvería a hacer si me lo pidieras. Es por eso, quería pasar tiempo contigo, Sunset, eso es todo, por eso borré la perdida. Puede que estés pensando que por qué me sincero en un momento como este, y es que después de lo que he visto hoy no quiero seguir ocultándote nada. Puede que mi decisión no haya sido muy acertada, pero lo hice por nosotros, Sunset.

El chico trató de cogerla de las manos, pero ella se zafó de él sin apenas alterarse; la expresión en su cara era una mezcla de sentimientos encontrados, quiso decir algo, pero se tomó unos segundos. Tras eso, le habló directamente.

-No entiendo nada, Shine… ¿sólo por estar conmigo? Si realmente me quisieras, no hubieras hecho eso. Trataste de separarme de mis amigas ¿y ahora pretendes que te perdone así sin más?

-Sé que suena un poco estúpido, pero créeme cuando te digo que yo te…

-No, no lo digas, ni se te ocurra. No quiero seguir escuchando tus excusas sinsentido. No puedo perdonarte por mucho que me digas que me quieres, porque tú no me quieres. Ya veo lo que he significado para ti…

-Sunset, por favor…

-No, Shine, ya vale. Hemos terminado-anunció ella con voz queda.

El chico quiso decir algo más, pero tras ver la cara de Sunset se guardó sus comentarios; se alejó de allí cabizbajo y sin volver a mirar atrás.

-Vaya, no me esperaba que fuera cosa suya…-murmuró Rarity, bastante sorprendida.

-¿Estás bien, dulzura?-inquirió Applejack.

-Sí, claro que estoy bien… no puede decir que me quiere si luego nos separó deliberadamente. Y yo no puedo estar con alguien que no sabe distinguir ni eso.

Tras ese breve paréntesis, retomaron su conversación y la fiesta se siguió desarrollando sin menores incidentes. Se formaron una serie de grupos en los que se mezclaban ponis y humanos, hablando de todo un poco y descubriendo cosas nuevas los unos de los otros. Derpy y su contraparte poni se encontraban sentadas al pie de las escaleras, comiendo un poco y hablando entre ellas.

-Perdona por haber discutido contigo… podríamos haberlo compartido, pero se me cayó antes…

-No te preocupes, solo era un muffin, ya habrán más en otro momento-murmuró la poni, sin darle más importancia.

-Sí…mira, esto te va a gustar.

Fue entonces cuando Derpy sacó un soplador de pompas de jabón y lo estuvo usando; en cuanto vio las pompas, la Derpy poni quedó extasiada.

-Oh… ¡yo también, yo también!

-Sabía que te gustaría, prueba tú.

La pegaso sopló a través de los aros y más pompas salieron de la punta, las cuales volaron por el patio; una de ellas se precipitó contra una cámara de fotos, estallando de seguido.

-¡No, jabón no, jabón malo para la cámara!

-¡Ya lo sé, apareció de la nada! Bueno ¿y qué te parece?

-¡Es sensacional! ¡Jamás había visto semejante equipo de fotografía, que nitidez, que colores, que espectáculo! ¡Ojalá tuviéramos algo así en Ecuestria!

-También se pueden hacer varias fotos seguidas, acercar y alejar el zoom, saturarlas, cambiar la tonalidad y otras muchas cosas… hasta se pueden poner en blanco y negro.

-¡Oh, magnífico, simplemente magnífico! ¡Otra más!

Un potente flash iluminó esa parte del patio, llegando a captar una instantánea de la señorita Cheerilee en pleno tratamiento médico; tanto las tres cruzadas como Diamond Tiara y Silver Spoon, tenían una serie de heridas y contusiones debido a la reciente pelea. Las contrapartes ponis también estaban ahí, igual de magulladas.

-Genial idea, Scootaloo… ahora estamos castigadas y molidas, ha sido brillante.

-¿Me lo dices a mí o a la otra?

-Se lo digo a las dos.

-¿¡Perdona?! ¡Si ellas no nos hubieran provocado, nada de esto hubiera pasado!

-¡Y si vosotras no nos hubierais atacado, no nos hubiésemos lanzado, ha sido culpa vuestra! ¿A que sí, Silver Spoon?

-¡Sí, eso mismo! ¡Es culpa de la unicornio!

-¡Oye, yo no tengo la culpa, mi magia no es muy fuerte!

-¡Mentira, este moratón me lo provocaste tú!

-¡No, ese es mío, lo recuerdo bien, fue un buen derechazo!

-¡Pero Applebloom, no las des bombo!

-¡Silencio todas, así es imposible!

-¡Al próximo que hable se vuelve a la cafetería y se queda allí hasta que nos volvamos a Ecuestria!

Todo el mundo se quedó en silencio de golpe y ambas Cheerilee siguieron a lo suyo, tratando los golpes con una pomada y luego vendando los más grandes.

-Vaya, se me han acabado las vendas, voy a por más-comentó la Cheerilee humana.

Se levantó rápidamente para dirigirse a la enfermería, pero en cuanto se dio la vuelta se chocó de bruces contra un chico corpulento y de pelo anaranjado, derramando un vaso de refresco que llevaba sobre su blusa.

-¡Ay, lo siento Big Mac, que despistada soy! ¿Estás bien?

-Sep…

-Oh, qué desastre, soy un desastre…

-Nope.

-¿Cómo?

-Nope, para nada, yo me puse delante, lo siento. Espera, tengo un pañuelo.

Big Mac limpió como pudo la blusa de Cheerilee, la cual no pudo evitar sonrojarse más de la cuenta.

-Ah, esto… gracias, Big Mac.

-De nada.

-Nos vemos luego…

-Sep.

Las cruzadas humanas vieron todo lo sucedido con el ceño fruncido, mientras que las ponis tenían la boca abierta y una expresión en sus rostros de auténtico terror.

-No hemos visto nada-masculló Applebloom.

-No-corearon Sweetie Belle y Scootaloo.

Cerca de allí, un buen grupo de adolescentes y ponis se encontraban comiendo y bebiendo, algunos se encontraban sentados y conversaban animadamente; sin embargo, una poni con sombrero y capa no se contentaba con lo que había.

-¡Bof, que horrible sabor! ¿Cómo os puede gustar esta masa tan compacta y densa?

-¿No te gusta la pizza? Si lleva todos los ingredientes posibles, me sorprende que hayan podido combinarlo todo sin destrozar el sabor.

-¡Pues no, esto es incomible! ¡Qué mal, la gran y poderosa Trixie exige algo que se pueda comer!

-Bueno, tranquila, no te pongas así, creo que tengo algo en la mochila.

Tras una breve búsqueda, sacó un paquete con forma rectangular y envasado al vacío.

-¿Qué es eso?

-Galletas de maní, a mí me encantan, puede que a ti también. Coge una y úntala en la mantequilla.

Usando su magia, la unicornio cogió una de las galletas y la untó en el hueco de la mantequilla; le dio un rápido mordisco y sus ojos se iluminaron

-¿Y bien?

-Por todos los ponis… ¡es lo mejor que he probado en toda mi vida!-exclamó la poni, abandonando la tercera persona.

-Ya sabía que yo te gustarían, si me gustan a mí…

Sin dar tiempo a nada más, Trixie arrambló con todas las galletas e incluso pidió más, teniendo que acercarse su contraparte humana a la máquina expendedora del pasillo central para comprarla más.

La fiesta siguió su curso, prolongándose hasta las tres de la mañana, dando paso a la despedida; después de una gran foto grupal hecha por Photo Finish, todos los ponis comenzaron a congregarse alrededor del pedestal mientras se iban despidiendo de sus contrapartes humanas.

-Bueno, ha sido muy especial el conocerte…

-Para mí también, querida, tienes tan buen gusto como yo… gracias por tus consejos, estoy segura de que harán furor en Canterlot.

Las dos Rarity se dieron un efusivo abrazo, mientras que a su alrededor muchas más despedidas se iban sucediendo.

-Mantente tan genial como siempre… aunque para el próximo partido ganaré yo.

-Que te crees tú eso, listilla, ganaré yo…

Ambas Rainbow se lanzaron una fugaz sonrisita llena de complicidad antes de fundirse en un breve abrazo que no alargaron mucho.

-Bueno vaquera, me alegro de haberte conocido… sigue tan en forma como siempre y no comas demasiado, has arramblado con toda la pizza que se te ha puesto por delante.

-Estaba buena ¿Qué querías? Además, con todas las que Pinkie ha pedido había que dar buena cuenta de ellas, sino menudo desperdicio habría sido…

-Lo que la abuela siempre me decía, un apetito de lobo.

Las dos sonrieron pícaramente y se dieron un efusivo abrazo. A su lado, Pinkie Pie tenía una discusión existencialista consigo misma.

-¡Pero no volveré a verte en mucho tiempo, y esta fiesta no se compara a ninguna otra que haya hecho antes! ¡Ha sido una super fiesta, la madre de las fiestas, el grial de las fiestas!

-¡Lo sé, hemos sido iluminadas! ¡Voy a echarte mucho de menos, hermana!

-¡No me digas eso, que entonces lloro!

-¡Y yo, y yo!

Finalmente se echaron a llorar de forma estruendosa, dándose un pomposo abrazo que duró una eternidad. Las dos Fluttershy las miraron un tanto chocadas, sin apenas dirigirse la palabra; la contraparte humana decidió romper el hielo.

-Esto… bueno, me alegro de verte conocido, ha sido… diferente.

-Sí, para mí también. Un poco extraño, pero… se sentía familiar.

-Lo sé.

Por hacer algo y no quedarse mirando incómodamente, se dieron un suave abrazo que mantuvieron durante unos pocos segundos.

La princesa Twilight observaba las despedidas sin poder sentirse algo triste.

-¿Y esa cara?

Alzó la vista y vio a su contraparte humana mirándola inquisitivamente.

-Oh, no es nada, simplemente os voy a echar mucho de menos. Sé que vais a estar ahí, al otro lado, pero después de conoceros un poco mejor la separación es algo más dura. Gracias por tu intento de ayuda, por cierto, no llegué a decírtelo…

-No pasa nada, lo intenté, aunque tampoco tenía muchas posibilidades. Al menos hice que fallara el tiro.

-Sí, evitaste que torturara a Sunset… gracias, de verdad.

La Twilight humana sonrió dulcemente y abrazó con fuerza a su contraparte poni. La princesa Celestia llevó la voz cantante y estuvo organizando un poco las cosas para que los ponis cruzaran al otro lado.

-¡No os apelotonéis, formad una cola y no empujéis, el portal no se va a cerrar!

El resto de despedidas se dieron rápidamente, mientras que los ponis iban cruzando uno a uno el portal; Flash se encontraba con su contraparte poni, el cual iba a ayudar a organizar las filas para el regreso.

-Bueno, somos unos cuantos por aquí, puede que necesiten mi ayuda… encantado de haberte conocido, Flash.

-Igualmente… aunque espera, quiero pedirte un favor.

-Sí, dime.

-Seguramente lo sabrás, pero Twilight es una chica muy especial… cuídala bien.

-Pues claro, hermano, por algo soy su guardia personal ¿no?

El chico asintió, quedándose un poco más tranquilo.

-Aunque bueno, ya que estamos… yo también quiero pedirte un favor-murmuró el guardia real, parándose un momento.

-Tú me dirás.

-Ya que voy a cuidar de Twilight… cuida tu de Sunset ¿vale?

-Me parece justo, lo haré-asintió el chico.

Extendió el brazo con la intención de darle la mano, pero ante la imposibilidad de dicho acto, opto por cerrar el puño; el Flash poni lo entendió y chocaron tanto el puño como el casco.

-Nos vemos, soldado-murmuró el chico.

Flash le guiñó un ojo antes de mezclarse entre los ponis, quedándose junto al pedestal para guardarlo y vigilar que nadie se colara o rompiera la fila.

Los siguientes en pasar fueron unos cuantos ponis de cristal, seguidos de las tres cruzadas, las cuales despedían a sus homólogas sacudiendo sus cascos. Las seguía de cerca Cheerilee, la cual hacía lo propio despidiéndose de la profesora, la cual se encontraba al lado de sus alumnas. Diamond Tiara y Silver Spoon las siguieron al poco después, siendo precedidas por Big Macintosh y Granny Smith, la cual le costaba un poco andar. Su nieto la ayudaba por el camino.

-¿Te puedes creer que tenemos el mismo problema de cadera? Ni yo me lo hubiera imaginado…

-Sip…

Otros ponis como Cloudkicker, Trixie, Photo Finish, o Derpy fueron pasando, mientras el patio delantero se iba vaciando poco a poco; la operación de regreso se alargó unos cuantos minutos más, puesto que varios ponis vinieron del pueblo, entre ellos la alcaldesa de Ponyville y los Cake. Una vez que el resto de Ecuestria pasó el portal, las princesas y los elementos fueron los últimos.

-Muy bien, pues hasta dentro de treinta lunas… espero volver a verte, hermana-murmuró la princesa Celestia.

-Yo también, hasta la próxima-se despidió la directora, dándola un rápido abrazo.

Tras esa despedida, la princesa se acercó hasta Sunset, la cual la sonrió ampliamente; Celestia quiso decir algo, pero al final se guardó sus comentarios. Con un abrazo bastó.

-Estoy orgullosa de ti.

-Gracias princesa… siempre la llevaré conmigo-murmuró la chica, asiendo con fuerza el colgante que la regaló.

Celestia fue la primera en atravesar el portal, siendo seguida por su hermana pequeña, la cual también se despidió de su contraparte humana. Las siguientes fueron las chicas, no sin antes despedirse de Sunset.

-¡Te vamos a echar mucho de menos!

-¿Segura que no quieres venirte?

-No, prefiero quedarme aquí… después de todo, para vigilar lo puedo hacer desde cualquier lado-apuntó Sunset.

-Yo seré la última en cruzar, cuando me haya ido no te olvides de cerrar el portal-añadió Twilight.

-Claro.

Abrazó con fuerza al resto de sus amigas ponis y las observó irse cruzando el portal; al lado del pedestal, Flash continuaba guardándolo, esperando a Twilight.

-¡Flash! ¿Qué haces aún aquí? Haber cruzado ya…

-La estaba esperando, alteza, después de usted.

-Oh, venga ya, dame un respiro…

Ante eso, el pegaso rio tontamente.

-Qué tonto eres…-le espetó ella.

-Lo sé.

Flash atravesó el portal rápidamente, dejando tras de sí un destello; Twilight lanzó un breve suspiro, antes de cruzar al otro lado se dirigió hacia Sunset.

-Por cierto, acerca del reporte no hace falta que…

-Querida princesa Twilight Sparkle, hoy he aprendido que la amistad puede ayudarte a revelar pequeños detalles que puedes pasar por alto o que, incluso, no te puedes haber percatado de ellos. Y no solo eso, sino que es además una poderosa fuerza que puede llegar a sacar lo mejor de ti y ayudarte a mejorar como persona. Ahora es cuando verdaderamente entiendo el significado de la magia de la amistad. Y eso me hace sentir completamente feliz. Tu leal estudiante, Sunset Shimmer.

Hubo un breve silencio en el cual humana y alicornio se sostuvieron la mirada sin apenas pestañear; Sunset esbozó una gran sonrisa y se agachó para poder dar un gran abrazo a Twilight, la cual la devolvía la sonrisa de forma radiante.

-Gracias-susurró la chica.

-No, gracias a ti-respondió la alicornio.

Tras esa ultimísima despedida, Twilight se dio la vuelta y se encaminó hasta el pedestal; antes de atravesarlo, se dio brevemente la vuelta y dedicó una sonrisa a todos los humanos que allí había. Tras eso hubo un ligero destello y Sunset posó su mano sobre la superficie del pedestal. El brillo entre sus dedos se fue apagando hasta desvanecerse, volviendo el pedestal a ser de piedra.

En lo alto del cielo, la luna y las estrellas brillaban intensamente.


Estamos a punto de acabar, el epílogo en breve ;)

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: El sol se pone ahora [Drama] [Slice of life]

Notapor Sg91 » 17 Oct 2013, 17:12

Epílogo

Spoiler:
El tiempo vuela, y eso Sunset lo sabía mejor que nadie; parecía mentira que solo había pasado dos semanas y media desde el encuentro entre Ecuestria y el mundo humano. Muchas cosas habían ocurrido desde entonces y para ella parecía que había sido ayer.

Los exámenes se siguieron dando con normalidad, puesto que los acontecimientos acaecidos no llegaron a afectar a su distribución. Aunque para los estudiantes fue un auténtico suplicio, hicieron un gran esfuerzo para continuar con ellos, llegando a completar toda la semana. Con Sunset la directora hizo una excepción, puesto que le fue imposible incorporarse a los exámenes tras un lapso de tiempo tan grande. La dio una semana y media para poder prepararse los exámenes a tiempo y la chica se examinó aparte. En circunstancias normales la hubiera resultado imposible, pero con la ayuda de sus amigas pudo estudiarse todos los temarios de forma amena y rápida. Y, para su sorpresa, lo consiguió. Esto la había valido el reconocimiento por parte de la directora, la cual la había obsequiado con un diploma plateado con una fuente cursivizada preciosa. Ahora éste descansaba en una de las vitrinas de premios del hall, entre varios trofeos al mejor instituto del estado.

-Genial, mi primer diploma aquí… tendrías que verlo, mamá-pensó Sunset, admirándolo desde el otro lado del cristal.

El instituto aún seguía abierto, ya que algunos profesores seguían viniendo para preparar las clases del año que viene; aprovechando que Celestia también había venido, ella decidió acompañarla antes de volver a casa. Y es que Sunset se había mudado, la directora la ofreció ir a vivir con ella y su hermana en su apartamento en el centro del pueblo, aceptando sin dudarlo. Ahora vivía un poco más cerca de sus amigas y podían quedar en la plaza rápidamente; lo mejor de todo es que ya no tenía por qué aguantar a un casero pelmazo y con un sentido del humor nulo.

-Hola Sunset-la saludó una voz conocida.

-Ah, hola Flash ¿Qué haces aquí?

-Pasaba por aquí y vi que la puerta estaba abierta… ¿y tú? ¿Has venido por algo de los exámenes?

-Oh, no, en realidad no, solo he venido acompañando a Celestia.

Los dos se quedaron en silencio por unos breves momentos, Sunset siguió contemplando un poco más su diploma con la satisfacción grabada en su rostro.

-Es gratificante saber que he conseguido pasar de curso… si no hubiera sido por las chicas, no lo hubiera podido conseguir. Las debo todo lo que soy ahora.

-Me alegro por ti, Sunset… aunque no te di las gracias personalmente por lo del otro día, nos salvaste a todos. Gracias, de verdad.

-Ah, no hace falta que me sigáis dando las gracias, lo hecho, hecho está.

-Lo sé, pero si no hubiera sido por ti…

Otro denso silencio se volvió a instalar entre los dos, sin saber bien cómo retomar el hilo de la conversación. Flash decidió romper el hielo.

-¿Vas a ir de vacaciones a algún sitio?

-Las chicas habíamos pensado en irnos a la playa, quizás a Miami o a Tampa… para el viaje de fin de curso en segundo se había comentado ir a Hawái, pero aún tenemos tiempo de decidir otra cosa. ¿Y tú?

-Pues la verdad es que aún no había pensado en nada, ahora que estamos de vacaciones tenemos un par de conciertos y me tendré que quedar aquí… quizás para agosto me vaya a las montañas o de campamento. No sé, ya veré.

Los dos sabían de alguna forma que querían hablar de otra cosa más concreta, pero ninguno parecía atreverse a dar el paso; había pasado tiempo, pero aun así eso no empañaba nada de lo que alguna vez llegaron a ser. Muchos recuerdos pasados, momentos felices e importantes y otros más superfluos y tontos, pero aun así remarcables. Por un momento Flash pudo responder a la pregunta que Rainbow Dash le hizo hace varias semanas atrás.

-Sunset, yo…

-No, espera, sé lo que vas a decir. Yo… lo siento, de verdad. La culpa es toda mía. Si tú y ella llegasteis a compartir algo entre vosotros, no te culpo, estabas en tu derecho. Fui yo quien os separó. No quiero que pienses que por haber estado con ella, tú…

-¡No, para nada! ¡Aunque tú la suplantaras, mi amor por ti siguió siendo el mismo! Tú ya te disculpaste en su día, y yo te perdoné, puede que dejaras de ser la Sunset que yo conocía antes. Pero ahora vuelvo a ver esa mirada dulce y buena de la que me llegué a enamorar desde el primer momento. No puedo ignorar mis sentimientos. Te quiero, Sunset.

Los dos se miraron fijamente a los ojos, la chica no pudo evitar emocionarse y sonrojarse, las dos cosas a la vez.

-Sigues siendo el mismo, Flash… después de todo lo que te he hecho sigues queriéndome así sin más… ¿estás seguro?-inquirió ella, algo indecisa.

-Nunca he estado más seguro… ¿y tú?

Por un momento se quedó callada y sin decir nada, hasta que finalmente esbozó una radiante sonrisa.

-Sí… yo también te quiero, Flash.

Sin decir nada más, los dos se fundieron en un gran abrazo y luego compartieron un suave beso en los labios. Dejaron escapar al tiempo y ambos se quedaron solos en el mundo, disfrutando del momento y alargándolo lo máximo posible. En cuanto se separaron se encontraron de nuevo en el hall del instituto.

-Entonces… ¿todavía piensas irte a las montañas?-inquirió ella.

-No… ¿para cuándo os iréis?

-Dentro de dos semanas.

-Entonces iré contigo… alguien tendrá que hacer compañía.

-¿De esa clase de compañía?

-Claro.

Los dos se rieron tontamente y se dieron un pequeño beso; salieron de allí dados de la mano y dirigiéndose hacia el pueblo. El sol brillaba con fuerza en lo alto del cielo.


Ende.


And c'est finí, señoras y señores. Espero que os haya gustado tanto como a mí me ha gustado escribirla, como colofón final me gustaría recalcar que, aunque no ha salido como más nos hubiera gustado, yo creo que Equestria Girls ha cumplido como primera película de la actual generación, y me gustaría verla ampliar fronteras, quizás como una serie spin off con la que se puedan hacer más cosas fan service, ya que en FiM eso no es tan fácil. Sé que a muchos no ha gustado, e incluso hay gente que la odia, es cierto que no es ninguna obra maestra, pero yo prefiero fijarme en los detalles que la hacen especial, como las alusiones tanto a la serie o a otras muchas (Transformers, Pound Puppies). Y espero que ahora veáis a Sunset con otros ojos, a mi me ha tocado (is best pony and human) XD

Vale, ahora dejando aparte la historia, comentaré cómo andan el resto de mis historias:

Proyectos en curso

-Lo que fuimos. Como ya muchos sabréis, sufrí de un bloqueo hace poco, ahora que he terminado con ésta historia espero poder retomarla enseguida y salir del bloqueo. En cuanto esté listo, seguiré.

-El unicornio en Hogwarts. El último capítulo publicado ya está traducido, así que habrá que esperar que el autor continúe.

-Una década perdida. Nuevo proyecto de traducción, para practicar y para que no se me duerman las neuronas inglesas.

Proyectos cerrados

-El Trato. Muchos me comentaron que continuara, ya que di la opción de hacerlo solo si ellos hablaban; estuve haciendo un boceto preliminar, pero en cuanto lo releí no me gustó nada, por lo que decidí desecharlo. Se queda como está. De nuevo, lo siento.

-El sol se pone ahora. ¡Terminada!

Proyectos futuros

-Amor de madre. Subí un pequeño adelanto hace ya un tiempo, me pondré con él en cuanto acabe con Lo que fuimos. No será muy largo. Como apunte, Luna siente de repente una llamada de la maternidad, y en ese preciso instante, un bebé humano aparece. Lo subiré aquí enseguida, echadlo un vistazo y ya me decís.

-Posible crossover entre GTA V y MLP sin nombre aun. Ahora que he terminado con la historia del juego y ha sido so awesome, al igual que FiM, combinaré ambos awesomeness; insertaré los personajes que todos conocemos en un ambiente al mas puro estilo GTA, con una Applejack mafiosa, una Fluttershy asesina a sueldo, una Pinkie Pie asesina psicótica, una Twilight perrita faldera de la mafia, una Rarity traficante de drogas y una Rainbow Dash con tendencias continuas al dopaje. La alegría de la huerta. Quizás me ponga con él después de Amor de madre, no es seguro, os mantendré informados.

¡Y eso es todo! Con esta historia cerrada, ya me puedo quedar un poco más tranquilo, mientras tanto, yo sigo :)

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