Con algo de lentitud, Dial nadó rápidamente por la celda intentando ponerse a salvo, luchando contra las olas. A la hidra también le costaba moverse y atacar con precisión, dando algo de ventaja a Dail. Aún así, tenía que conseguir moverse con mayor rapidez y soltura, por lo cual lanzó un hechizo que congeló una zona extensa de agua. Se subió a la plataforma que acababa de crear y se dispuso a pensar en alguna solución, mientras miraba fijamente a las tres cabezas, esperando el momento justo para esquivarlas cuando fuesen hacia él.
Genial, estupendo, en el mejor momento me quedo sólo, ¿dónde se habrá metido SilverLance?
Una cabeza se abalanzó sobre él, la esquivó y se sujetó firmemente al bloque de hielo, aún tambaleándose por el golpe. Dial empezó a angustiarse, porque aunque el hielo resistió el golpe sin romperse, vio que el mordisco había formado un cúmulo de grietas. Sabía que no tenía mucho tiempo para pensar, y que era cuestión de tiempo que la hidra consiguiese romper el bloque de hielo en el que Dial estaba subido.
Piensa, piensa,… Estás en desventaja, pero la hidra también, tengo que hacer algo, y rápido, pero no tengo en quién apoyarme…
Otra de las cabezas salió disparada hacia él. Dial volvió a saltar y esquivarla, pero perdió el equilibro y se resbaló sobre el hielo, deslizándole unos pocos metros, casi al borde de la plataforma. Esta vez, el mordisco rompió el bloque de hielo, dividiéndolo en dos partes. Por suerte, estaba en la más grande.
Antes de siquiera pensar en algo, vio que esta vez dos cabezas se dirigían hacia él. Dial saltó de nuevo, pero esta vez cayó al agua, y el bloque de hielo en el que estaba se rompió. Las dos cabezas doloridas de la hidra habían chocado entre sí y contra el hielo a la vez. Esas dos cabezas empezaron a pelearse entre ellas, mientras que Dial seguía nadando. El tiempo que duró esa disputa permitió a Dial fijarse en que en la celda no sólo había agua, sino también nubes de tormenta. Una idea inmediata le vino a la cabeza.
Finalmente, Dial saltó a la pequeña superficie de hielo que quedaba, casi destruida, pero suficiente para que aguantase a un adulto. Usó su cuerno para apuntar a una gran nube que estaba encima de la hidra. Esperó el momento en el que una de sus cabezas se alineó con la nube, y lanzó un rayo. Este rayo detonó la gran nube y provocó que un rayo cayera directamente sobre la hidra, pasando toda la corriente sobre una de sus cabezas.
Cómo él esperaba, Dial recibió también parte de la corriente y se electrocutó, al igual que la hidra, pero con mucha menor intensidad, debido al bloque de hielo puro. La hidra se desplomó sobre el agua, aturdida, causando una gran ola que tiró al dolorido y algo paralizado Dial al agua. Muy despacio, nadó hasta el bloque y una vez encima, se quedó tumbado por agotamiento.