“Paper se disponía a acercarse a la estatua, preguntándose qué clase de monstruo podía haberle hecho eso a esa pobre yegua. Pero de pronto, escuchó un ruido, y una bestia saltó de entre los matorrales y se plantó ante Paper”.
“Cabeza de gallina… Y cuerpo de dragón. Estaba claro, era un Cockatrice, una temible bestia que habitaba en oscuros bosques, y cuya única tarea era la de petrificar a cualquier incauto que osara postrarse ante él. Paper se dio cuenta de inmediato: ¡Sus pezuñas estaban empezando a petrificarse debido al contacto visual directo que estaba teniendo!”.
“Dragon apartó a Paper para que dejara de mirarle y se corrieron a esconderse tras unos matorrales. Tenían que planear alguna cosa, la mirada de ese monstruo podía petrificar a quien quisiera. Paper se miró las pezuñas preocupado y le dijo a Dragon:”
-Tengo un plan. Yo haré de señuelo y tú le darás una estocada con tu espada mientras está distraído. No sé si podré aguantar mucho tiempo, así que tendrás que hacerlo rápido. En caso de que mi estrategia falle, tengo un plan B muy arriesgado, pero ese plan recae totalmente en ti. Verás…”
“Mientras le susurraba el plan, la bestia se iba acercando lentamente al matorral donde se encontraban, y de repente, Paper, el pony de papel, salió del arbusto saltando con su agilidad, propia del material del cual estaba hecho, y empezó a girar en torno al monstruo, mirándole de reojo”
“Paper trataba de mirarle el menos tiempo posible, pero aun así se estaba petrificando. Ya casi la mitad de dos de sus patas estaban petrificadas y a duras penas podía moverse. Empezó a aminorar la marcha, cansado. Y entonces pasó lo peor. Paper se tropezó, cayendo al suelo de cabeza y dando una voltereta, y finalmente quedándose con la mirada hacia el techo.”
“Pero de pronto el techo desapareció, y en su lugar, apareció la cabeza de la bestia, que le miró directamente a los ojos y… le petrificó por completo. El Cockatrice estaba confiado, pero de pronto notó un corte detrás de él. Una espada le acababa de cortar parte de sus pinchos de la espalda.”
-¡Maldita sea! –Gritó Dragon- Su espalda es dura como la piel de un dragón…
“El monstruo se giró rápidamente y le propinó un golpe a Dragon, tumbándolo en el suelo. La cosa no pintaba bien. Se acercaba lentamente, dispuesto a hacerle la mirada final. Y cuando estaba agarrando el cuerpo del pony para verle la cara… Se encontró con algo que no había visto en su vida: Su propio reflejo. ¡Dragon había utilizado la espada a modo de espejo, tal y como habían planeado! La bestia dio un grito de dolor, antes de caer al suelo en un golpe seco, y en forma de estatua de piedra.”
“Se habían salvado gracias al otro plan. Paper volvió a la normalidad, al igual que la misteriosa yegua. Por fin podrían hablar con la misteriosa pony… Y saber quién era, y cómo había llegado allí.”